Un tribunal isl¨¢mico confirma la condena a muerte por lapidaci¨®n de Amina Lawal

Un tribunal isl¨¢mico de apelaci¨®n del norte de Nigeria ha confirmado que Amina Lawal Kurami, de 31 a?os, deber¨¢ ser lapidada hasta la muerte por haber sido hallada culpable de "adulterio" por haber tenido una hija, Wasila, que ahora tiene ocho meses, cuando estaba divorciada. Durante la lectura del veredicto, el p¨²blico presente en la sala de audiencias ha exclamado "Al¨¢ es grande" mientras que la condenada se ha puesto a llorar.

Lawal fue condenada a muerte en primera instancia en marzo por un tribunal del Estado de Katsina, que, como en m¨¢s de una docena de regiones del norte de Nigeria, ha adoptado la ley isl¨¢mica o shar¨ªa (t¨¦rmino ¨¢rabe que significa "lo que est¨¢ prescrito"). En aquella ocasi¨®n, Amina admiti¨® haber mantenido relaciones sexuales con un vecino de su aldea, que le prometi¨® contraer matrimonio con ella tras divorciarse de su segundo marido y que fue exonerado por el tribunal por "falta de pruebas".

En la apelaci¨®n, Lawal, que se cas¨® por primera vez a los 14 a?os, adujo que Wasila, su tercera hija y fruto de las relaciones sexuales que la han conducido a la pena de muerte, fue concebida por su antiguo marido de quien se divorci¨® cuando ya estaba embarazada de dos meses. En junio, un tribunal regional de apelaci¨®n de la localidad de Funtua otorg¨® a Lawal un plazo de dos a?os para que pudiera vivir hasta destetar a la ni?a. Ayer, en la capital de Abuja, Amina Lawal, junto a su hija, esperaba a ser conducida a Funtua, al noroeste, para asistir a la lectura de la decisi¨®n del tribunal de apelaci¨®n. "Dios lo controla todo. Creo que ¨¦l me justificar¨¢", dijo ayer Lawal.

Por su parte, los abogados de Lamina dicen que se ha desmayado en repetidas ocasiones y que tuvo que ser llevada al hospital despu¨¦s del viaje de seis horas desde su pueblo a Abuja. "Lleg¨® totalmente exhausta", dijo ayer su abogado, Hauwa Ibrahim en Abuja. "Sufri¨® amagos de desmayo en la ciudad, pero no hab¨ªa nadie all¨ª par ayudarla", dijo Ibrahim, que a?adi¨® que la mujer "consigui¨® llegar a Abuja y en el mercado encontrar alguien que me llamara desde un tel¨¦fono p¨²blico". Ibrahim traslad¨® a Amina a un hospital, donde fue ingresada durante tres d¨ªas y tratada de ulceras estomacales y de baja presi¨®n de la sangre. Una de las organizaciones internacionales que est¨¢n luchando por su libertad pag¨® la factura del hospital.

"Esperanzas de vencer"

Ibrahim, a la cabeza de un equipo de abogados pagado tambi¨¦n por las ONG, basaba la defensa en principios procesales y constitucionales. En este sentido, el abogado manifest¨® ayer sus "esperanzas de vencer". En todo caso, el indulto implica que incluso aunque Amina Lawal haya perdido la apelaci¨®n, la sentencia no se cumplir¨ªa hasta 2004.

Seg¨²n Amnist¨ªa Internacional (AI), Amina Lawal al ser declarada culpable puede ejercer su derecho a recurrir la condena ante dos tribunales superiores e, incluso, obtener una medida de gracia de las autoridades del Estado de Katsina o del presidente de Nigeria. AI ha mantenido una campa?a de recogida de firmas, como parte de la campa?a presi¨®n internacional organizada para evitar que se ejecute la condena a muerte por lapidaci¨®n de Amina.

Amina es la segunda mujer sentenciada a muerte por tener un hijo fuera del matrimonio desde el a?o 2000, cuando el primero de una docena de estados adopt¨® el c¨®digo de la shar¨ªa. En marzo, un tribunal de apelaci¨®n anul¨® una sentencia similar a Safiya Hussaini y la absolvi¨® despu¨¦s de que la Uni¨®n Europea (UE) encabezara una apelaci¨®n internacional de clemencia. Entonces el presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo, advirti¨® a su pa¨ªs del peligro de aislamiento internacional por el caso, que conmocion¨® a la opini¨®n p¨²blica. La sharia se aplica en doce de los 18 Estados del norte de Nigeria, en los que predomina la religi¨®n musulmana. Esta ley castiga el robo con la amputaci¨®n de las manos y el adulterio con la lapidaci¨®n. Si hubiera sido soltera, seg¨²n la sharia, a Amina le habr¨ªa correspondido una pena de 100 latigazos por un "delito" de "fornicaci¨®n".