'Hey Joe' o las diferentes caras de Centauro A
Un mismo objeto astron¨®mico se ve de forma muy distinta dependiendo de 'las gafas' con que lo miremos
En el a?o 1966 un guitarrista nortamericano reci¨¦n llegado a Inglaterra form¨® una nueva banda de rock. El nombre de la banda era The Jimi Hendrix Experience y su primera grabaci¨®n fue un tema con tonos folk llamado Hey Joe. No fue la primera versi¨®n de esta canci¨®n, pero sin duda fue la que la lanz¨® a la fama, y a¨²n hoy la mayor¨ªa de la gente identifica Hey Joe directa e inevitablemente con Hendrix. Una guitarra descarnada y una voz grave y mon¨®tona se imponen sobre una base r¨ªtmica casi hipn¨®tica para narrar la historia de Joe, que se dirige a matar a su mujer por haberla visto con otro hombre.
En ese mismo a?o Halton Arp public¨® el Atlas de Galaxias Peculiares, en el que aparec¨ªa la galaxia el¨ªptica Centauro A como un ejemplo perfecto de galaxia perturbada, con una ancha banda de polvo que cruza la imagen de lo que ser¨ªa, en otro caso, una galaxia casi perfectamente circular. Los astr¨®nomos creen que esta extra?a arquitectura es el resultado de una reciente (en t¨¦rminos c¨®smicos) colisi¨®n entre una galaxia el¨ªptica muy masiva y una galaxia espiral menor. ?sta ¨²ltima se deja notar hoy por su disco de polvo y gas, que se ha desprendido y forma la oscura banda central de Centauro A.
Una galaxia se denomina "activa" cuando su n¨²cleo emite grandes cantidades de radiaci¨®n en diferentes bandas del espectro electromagn¨¦tico
Galaxias activas
M¨¢s evidencia a favor de este escenario viene dada por el hecho de que Centauro A es una de las galaxias activas m¨¢s cercanas a la Tierra. Una galaxia se denomina activa cuando su n¨²cleo emite grandes cantidades de radiaci¨®n en diferentes bandas del espectro electromagn¨¦tico (radio, infrarrojo, luz visible, y/o rayos X), habitualmente de modo fuerte e imprevisiblemente variable. Existen muchos tipos de galaxias activas, entre ellas los cu¨¢sares, los bl¨¢zares, o las galaxias de Seyfert. El modelo m¨¢s aceptado asume que las inmensas cantidades de energ¨ªa generadas en sus n¨²cleos se deben al calentamiento y la aceleraci¨®n de materia que cae hacia un agujero negro central. Las colisiones de galaxias (como la que supuestamente ha ocurrido en Centauro A) suelen despertar a los monstruos centrales, haci¨¦ndoles emitir a¨²n m¨¢s energ¨ªa.
Veinticinco a?os despu¨¦s, uno de los personajes m¨¢s barrocos del rock americano, l¨ªder de la banda Mink DeVille, grababa en solitario una nueva versi¨®n de Hey Joe. Willy DeVille logr¨® en 1991 uno de sus mayores ¨¦xitos con un tema que retornaba la canci¨®n al folk, aunque con un giro diferente: la mezcla de mariachis y motivos de Nueva Orleans se solapa para convertir las oscuras andanzas de Joe casi en un motivo de fiesta.
Un agujero negro central
Tan s¨®lo un a?o antes Raffaella Morganti y sus colaboradores hab¨ªan observado con detalle la estructura de las l¨ªneas que, en las im¨¢genes ¨®pticas, parecen emerger del centro de Centauro A. Combinando observaciones espectrosc¨®picas y de imagen, y utilizando al mismo tiempo datos en radio, luz visible, y rayos X, demostraron que estos chorros contienen realmente ingentes cantidades de energ¨ªa y part¨ªculas, que se escapan del n¨²cleo a velocidades cercanas a la de la luz. Una vez m¨¢s, estos chorros proporcionan evidencia para sostener la existencia de un agujero negro central, alrededor del cual la materia forma un disco. El material m¨¢s interno de este disco cae hacia el agujero negro, aceler¨¢ndose y describiendo una espiral, y una parte de ¨¦l sale despedida perpendicularmente a enorme velocidad, formando los chorros que observamos.
A?o 2001. El inefable m¨²sico siciliano Franco Battiato incluye en su ¨¢lbum Ferro Battuto una renovada versi¨®n de Hey Joe. Complejas estructuras vocales, sonidos electr¨®nicos, y la compa?¨ªa de una orquesta de cuerda componen un escenario on¨ªrico para acompa?ar el horrendo crimen de Joe, que se repite en un nuevo milenio.
Observaci¨®n de los objetos celestes
La accesibilidad de nuevos telescopios espaciales permiti¨® poco despu¨¦s observar una imagen novedosa de Centauro A. El Telescopio Espacial Spitzer, lanzado en 2003, permite observar los objetos celestes utilizando la luz del infrarrojo medio y cercano. Los objetos calientes, como las estrellas, no emiten apenas luz en este rango. La radiaci¨®n dominante es la producida por materia que se encuentra a temperaturas moderadas o fr¨ªas, cercanas a las habituales en la Tierra y su entorno. Por ejemplo, al mirar a Centauro A, Spitzer no ve las estrellas, sino la debil¨ªsima luz emitida por el polvo aparentemente oscuro en las im¨¢genes tomadas con luz visible. As¨ª se pudo observar que, en efecto, rodeando al n¨²cleo existe un inmenso disco de polvo fr¨ªo -no una ¨²nica banda -cuya estructura parece ser el remanente de aquella malhadada galaxia espiral que fue devorada por Centauro A.
En enero de 2009 el ESO (Observatorio Europeo Austral) public¨® una nueva imagen de Centauro A, que recoge de modo gr¨¢fico pr¨¢cticamente todo lo que hemos aprendido de esta fascinante galaxia. La luz visible recogida por el telescopio de 2,2 metros situado en La Silla (Chile) nos permite ver la galaxia central y su misterioso disco de polvo. Los chorros observados en el rango de radioondas con el nuevo instrumento LABOCA, tambi¨¦n en La Silla, coloreados en naranja en la imagen, muestran la materia eyectada desde las cercan¨ªas del agujero negro hasta enormes distancias de la galaxia. Estos chorros de alt¨ªsima energ¨ªa chocan con el gas que rodea la galaxia, calent¨¢ndolo y provocando ondas de choque que se expanden y emiten rayos X, detectados por el sat¨¦lite Chandra y reflejados en tonos azulados en la imagen.
La historia de Joe
La triste historia de Joe y su desafortunada esposa ha dado lugar a versiones muy diferentes. En ocasiones es casi imposible reconocer que la misma canci¨®n subyace en cada una de ellas. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de ritmos u orquestaciones, nos encontramos siempre a una voz que sigue preguntando "Hey Joe, ?d¨®nde vas con esa pistola en la mano?"
La misma galaxia puede ser muy diferente cuando se la observa con diferentes ojos. Fen¨®menos distintos, como la formaci¨®n estelar, la presencia de un agujero negro, o la absorci¨®n por polvo, pueden generar im¨¢genes que aparentemente no tienen nada en com¨²n. El que sea posible unificar y entender todas esas vistas con un ¨²nico modelo es uno de los hechos m¨¢s fascinantes de la Astronom¨ªa y nos muestra que, aunque hemos aprendido muchas cosas, a¨²n nos quedan muchas por entender.
Alberto Fern¨¢ndez Soto es investigador del Instituto de F¨ªsica de Cantabria y miembro de la Sociedad Espa?ola de Astronom¨ªa.
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