?frica simplifica el tratamiento contra el sida
La supresi¨®n de an¨¢lisis abarata y hace m¨¢s asequible la terapia
Al contrario que la mayor¨ªa de las grandes epidemias del ¨²ltimo medio siglo, el sida se detect¨® y se aprendi¨® a tratar primero en los pa¨ªses ricos. Ello ha creado protocolos y sistemas -tambi¨¦n recelos- que han hecho que los tratamientos sean m¨¢s dif¨ªciles de aplicar en los pobres. El ejemplo n¨²mero uno es, sin lugar a dudas, el puro acceso a los f¨¢rmacos, pero hay otras condiciones que tambi¨¦n han retrasado su implantaci¨®n.
Una de ellas son los controles que se hacen a las personas con el VIH que reciben medicaci¨®n. En los pa¨ªses ricos, como Espa?a, los pacientes son analizados cada tres o cada seis meses. Estos controles suponen un gasto y un tiempo que los pacientes y los sistemas sanitarios, pero sirven para saber que las pastillas que est¨¢n tomando est¨¢n haciendo su efecto.
Pero este sistema es un obst¨¢culo m¨¢s para tratar a gente en pa¨ªses pobres. A veces, como dice el refr¨¢n, lo ¨®ptimo es enemigo de lo bueno. Y es posible que haya habido pa¨ªses (o m¨¦dicos) africanos que hayan remoloneado a la hora de tratar a su poblaci¨®n no tanto porque no tuvieran los f¨¢rmacos, sino porque no eran capaces de hacer el seguimiento correspondiente.
Pero esas actitudes empiezan a cambiar. Onusida, por ejemplo, ha hecho un estudio (Dart, desarrollo de una terapia antirretroviral para ?frica) en el que ha demostrado que es preferible empezar a dar la medicaci¨®n y no hacer ning¨²n an¨¢lisis despu¨¦s durante al menos dos a?os. El trabajo se ha hecho en alguno de los pa¨ªses m¨¢s afectados (Zimbabue, Uganda) y supone un primer paso hacia lo que los expertos han denominado "una respuesta africana para el sida", una aproximaci¨®n que supone asumir que dadas las diferencias econ¨®micas, sociales y culturales, no hace falta copiar al pie de la letra lo que funciona en los pa¨ªses ricos si se quiere frenar la cat¨¢strofe.
El enfoque empez¨® hace seis a?os, y ha tardado porque, entre otras cosas, ha habido pa¨ªses (este periodista asisti¨® a la presentaci¨®n de los resultados de uno de los trabajos en Botsuana) que han empezado por probar los f¨¢rmacos que ya se estaban dando en Europa y en EE UU de nuevo. El asunto ten¨ªa su l¨®gica. Casos como el de la vacuna contra la meningitis de Nigeria y otros han hecho que las autoridades recelen de los remedios que llegan del Norte.
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