La creaci¨®n del mundo y de los astros en un incunable del siglo XV
El humanista alem¨¢n Hartmann Schedel public¨® en 1493 las 'Cr¨®nicas del Mundo', un libro ilustrado que narraba la creaci¨®n de la Tierra seg¨²n el G¨¦nesis
Hartmann Schedel (1440-1514) fue humanista, doctor en Medicina e historiador alem¨¢n. Su obra m¨¢s conocida son las Cr¨®nicas del Mundo (Liber Chronicarum), un libro ilustrado de la historia del mundo dividida en siete ¨¦pocas, desde la creaci¨®n hasta el Apocalipsis. Se trata de un libro incunable (edici¨®n hecha desde la invenci¨®n de la imprenta moderna hasta principios del siglo XVI). Tanto la versi¨®n en lat¨ªn como la alemana, publicadas en N¨²remberg en julio y diciembre de 1493 respectivamente, se imprimieron en las oficinas de Anton Koberger, que pose¨ªa una de las mayores oficinas de impresi¨®n de la ¨¦poca. La reciente invenci¨®n de la imprenta con caracteres m¨®viles por Gutemberg permiti¨® editar numerosas copias de esta gran obra, de las que nos han llegado varios centenares.
Se utilizaron unos 650 bloques de madera para hacer los m¨¢s de 1.800 grabados de esta obra
En este libro se ilustran admirablemente la creaci¨®n del mundo y los siete d¨ªas iniciales seg¨²n el relato del G¨¦nesis. En el grabado de la imagen se representa una de las fases de la creaci¨®n. En el cuarto d¨ªa, Dios crea los astros.
G¨¦nesis 1,14-19
"14 Dijo luego Dios: 'Haya en el firmamento de los cielos lumbreras para separar el d¨ªa de la noche, y servir de se?ales a estaciones, d¨ªas y a?os; 15 y luzcan en el firmamento de los cielos, para alumbrar la tierra'. Y as¨ª fue. 16 Hizo Dios los dos grandes luminares, el mayor para presidir el d¨ªa, y el menor para presidir la noche, y la estrellas; 17 y los puso en el firmamento de los cielos para alumbrar la tierra 18 y presidir al d¨ªa y a la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios ser bueno, 19 y hubo tarde y ma?ana, d¨ªa cuarto".
La esfera celeste est¨¢ dividida en capas. La Tierra ocupa el centro y por tanto la interpretaci¨®n es ptolemaica (es decir, la Tierra es el centro del universo). El Sol, la Luna, los cinco planetas conocidos entonces y las estrellas ocupan diferentes esferas. La m¨¢s externa es el Primum Mobile, que regulaba el movimiento de todas las esferas interiores.
Se utilizaron unos 650 bloques de madera para hacer los m¨¢s de 1.800 grabados de esta obra, basados en dibujos realizados por diferentes artistas (probablemente Durero entre ellos). Una de las maravillas del libro es que aparecen por primera vez mapas de ciudades que no hab¨ªan sido cartografiadas nunca.
La gran obra de Cop¨¦rnico
En 1543, cincuenta a?os m¨¢s tarde de la publicaci¨®n del Liber Chronicarum, se imprim¨ªa por primera vez en la misma ciudad, N¨²remberg, la gran obra de Nicol¨¢s Cop¨¦rnico (1473-1543) De Revolutionibus Orbium Coelestium. En ella, Cop¨¦rnico propon¨ªa un modelo revolucionario, el helioc¨¦ntrico, seg¨²n el cual el Sol ocupa el centro del universo. Aunque hoy sabemos que los modelos geoc¨¦ntrico y helioc¨¦ntrico no son v¨¢lidos, ¨¦ste supuso un paso de gigante no s¨®lo cient¨ªfico, sino tambi¨¦n filos¨®fico, ya que destronaba al ser humano de su posici¨®n privilegiada en el centro del universo.
Desde el 1 de octubre hasta el 30 de noviembre de 2009 se expone en la Biblioteca del Hospital Real de Granada, una copia de las Cr¨®nicas del Mundo impresa en N¨²remberg en 1493 en las oficinas de Anton Koberger. Dicha copia es propiedad de la Universidad de Granada.
Montserrat Villar es investigadora del CSIC en el Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa y coordinadora del A?o Internacional de la Astronom¨ªa en Espa?a.
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