"Maciel y sacerdotes de la Legi¨®n repartieron sobres con dinero en efectivo y dieron regalos a oficiales de la Curia"

Para granjearse simpat¨ªas e impunidad entre las m¨¢s altas esferas del Vaticano, durante a?os el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel , reparti¨® sobres llenos de dinero, pag¨® por remodelaciones de edificios o caras ceremonias -por ejemplo una familia mexicana pag¨® 50.000 d¨®lares para asistir a una misa del Papa- y mantuvo un esquema financiero mediante el cual manten¨ªa su influencia en el entorno de Juan Pablo II, revela un art¨ªculo publicado por el National Catholic Reporter.

El dinero de Maciel aseguraba el apoyo de tres figuras clave: los cardenales Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano de 1990 a 2006; Eduardo Mart¨ªnez Somalo (espa?ol), prefecto de la Congregaci¨®n para los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apost¨®lica, y Stanislaw Dziwisz, eterno secretario particular de Juan Pablo II.

El autor del documento, el periodista Jason Berry, califica el esc¨¢ndalo por el que atraviesa los Legionarios de Cristo como uno de los m¨¢s complejos de la historia del catolicismo, pues Maciel llevaba una triple vida: pederasta que durante d¨¦cadas abus¨® sexualmente de ni?os y j¨®venes, padre de al menos tres hijos en dos relaciones diferentes y por supuesto, l¨ªder de una congregaci¨®n que ha acumulado enorme poder e influencia en su corta vida, que inici¨® en M¨¦xico en 1941 pero que hoy agrupa a 2.000 religiosos, diversos centros educativos y un patrimonio calculado en 25.000 millones de euros.

Berry es reconocido como el reportero decano en el tema de Maciel. Su art¨ªculo en el National Catholic Reporter es la primera parte de un trabajo que desvelar¨¢ detalles sobre las finanzas de Maciel y los Legionarios.

Despu¨¦s de investigar en Europa y Am¨¦rica durante seis meses, Berry revela en este reportaje que cuando Mart¨ªnez Somalo se convirti¨® en "la cabeza de la congregaci¨®n que supervisaba a los religiosos", Maciel envi¨® a un joven sacerdote a llevar al cardenal un sobre lleno de dinero en efectivo. El reportero consigui¨® el testimonio an¨®nimo: "Fui a su departamento, le di el sobre, me desped¨ª... Era una manera de hacer amigos, asegurando ayuda en caso de ser necesaria".

Berry cuenta un detalle que resulta ilustrativo de la manera en que Maciel logr¨® influencia entre los poderosos y en el Vaticano. En 1997, una familia mexicana pag¨® 50.000 d¨®lares para asistir a una misa privada del Papa. El dinero, sostiene el art¨ªculo, fue entregado al polaco Dziwisz, el secretario particular de Juan Pablo II.

"Por a?os, Maciel y sacerdotes de la Legi¨®n repartieron sobres con dinero en efectivo y dieron regalos a oficiales de la Curia. En los d¨ªas previos a Navidad, los seminaristas pasaban horas empacando canastas con caras botellas de vino y brandy, y jamones espa?oles que costaban cada uno mil d¨®lares", detalla Berry.

"Usaba cualquier medio para alcanzar su objetivo, incluso si eso significaba mentir al Papa o a cualquier cardenal en Roma", declar¨® el ex legionario Stephen Fichter a Berry.

En el reportaje se establece que Joseph Ratzinger -el actual Papa- fue uno de los cardenales que no aceptaba regalos de Maciel. A su vez, se cuestiona si Juan Pablo II supo o no la manera en que Maciel engrasaba la maquinaria en el Vaticano, lo que a juicio de Berry abre una nueva faceta del esc¨¢ndalo que rodea al fundador de los Legionarios de Cristo: las cuestiones ¨¦ticas acerca de c¨®mo circula el dinero entre la Curia romana.