CHINA | "En Pek¨ªn es muy caro dar a luz"
En un pa¨ªs sin sistema gratuito de salud, Peng Lili volvi¨® a su pueblo natal para parir
Peng Lili naci¨® hace 29 a?os en un pueblo de la provincia de Hebei, cuyos habitantes se dedican al cultivo de ma¨ªz y trigo. Cuando ten¨ªa 23 a?os, una persona le puso en contacto con un joven. Un a?o despu¨¦s eran marido y mujer. "Fue un poco tarde. En mi pueblo las chicas se suelen casar con 20 o 21 a?os y se quedan embarazadas inmediatamente", dice.
Tras la boda, la pareja se mud¨® a Pek¨ªn, y ella se puso a trabajar en una f¨¢brica en las afueras de la capital. "Soldaba componentes electr¨®nicos, que luego son montados en ordenadores y televisiones. Ganaba unos 1.300 yuanes [150 euros] al mes sin ning¨²n d¨ªa de descanso a la semana. El salario depend¨ªa del trabajo. A m¨¢s piezas soldadas, m¨¢s dinero", asegura.
As¨ª sigui¨® durante una temporada, hasta que un d¨ªa se qued¨® embarazada "por accidente" y tuvo a su hija, Wang Han, hoy de tres a?os. "No hab¨ªamos hecho planes de tener hijos, pero tampoco utiliz¨¢bamos ning¨²n m¨¦todo anticonceptivo", cuenta abiertamente.
En China la sanidad es de pago, ya sea p¨²blica o privada, y Peng decidi¨® dar a luz en su pueblo. "En Pek¨ªn es muy caro, unos 6.000 yuanes [692 euros], mientras que en Hebei cuesta 1.000 yuanes si el parto es natural. El m¨ªo lo fue, con la ayuda de un doctor, y s¨®lo pagu¨¦ la mitad porque tengo un sobrino que trabaja en el hospital al que fui. Con ces¨¢rea, el precio es de 3.000 yuanes".
La joven dice que no recibi¨® ninguna ayuda econ¨®mica ni vacaciones de la empresa en la que trabajaba porque no ten¨ªa "un contrato formal". Si hubiese estado en condiciones legales, cree que habr¨ªa tenido algunos d¨ªas libres, aunque no sabe cu¨¢ntos.
En su pueblo, existe un sistema de seguro m¨¦dico, que cuesta 20 yuanes (2,3 euros) al a?o. Con ¨¦l, las mujeres reciben 50 yuanes (5,7 euros) por el parto si es natural, y la mitad del coste de la hospitalizaci¨®n si es con ces¨¢rea. Nada m¨¢s.
Peng, que nunca ha tenido un aborto, afirma que tanto el embarazo como el parto fueron bien. "Durante el embarazo, fui tres veces al m¨¦dico. Una a los cinco meses, otra a los seis o siete meses, y otra antes del nacimiento. Me hac¨ªan ecograf¨ªas. Si son en color, cuestan 100 yuanes [11,5 euros], y si son en blanco y negro, 50 o 60 yuanes". A los tres d¨ªas de dar a luz, le dieron de alta, y al mes estaba haciendo de nuevo las tareas dom¨¦sticas.
A diferencia de lo que suele ser habitual entre los chinos que emigran a trabajar a otras provincias, Peng no dej¨® a su hija en el pueblo cuando volvi¨® a Pek¨ªn. "Los abuelos no pod¨ªan ocuparse de ella, as¨ª que me la traje conmigo", explica mientras Wang Han juguetea en su regazo. Su marido trabaja en una agencia inmobiliaria y gana unos 30.000 yuanes (3.460 euros) al a?o.
Peng, que termin¨® sus estudios en secundaria, dice que quer¨ªa volver a trabajar cuando su hija fuera un poco m¨¢s mayor. Pero tendr¨¢ que esperar porque est¨¢ de nuevo embarazada. "Tras nacer Wang Han segu¨ª sin utilizar ning¨²n m¨¦todo anticonceptivo. En mi pueblo [como en la inmensa mayor¨ªa de las zonas rurales en China], puedes tener un segundo hijo si el primero es ni?a. As¨ª que no tuve que ponerme un anillo para evitar quedarme embarazada como dictan las normas del Gobierno".
* El informe de Save the Children de 2010 clasifica a 160 pa¨ªses a trav¨¦s de indicadores de la salud, la educaci¨®n o las condiciones econ¨®micas de madres y ni?os. Los pa¨ªses est¨¢n divididos en tres grupos, en cada uno de los cuales se miden par¨¢metros distintos: I: m¨¢s desarrollados; II: menos desarrollados; y III: los de menor desarrollo.
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