ESPA?A | "Es complicado cuando no tienes una familia de la que tirar"
Las escasas medidas de conciliaci¨®n obligan a las espa?olas a hacer malabarismos para compaginar trabajo e hijos
Para Pilar Guerrero, el nacimiento de su hija Candela supuso, tras una crisis inicial, una oportunidad. Despu¨¦s de casi cinco a?os en puestos de responsabilidad en una consultora de formaci¨®n y marketing, pidi¨®, a su reincorporaci¨®n, una reducci¨®n de jornada para cuidado de un menor. Al mes, la empresa trat¨® de despedirla alegando que hab¨ªa bajado su productividad y los efectos de la recesi¨®n sobre el volumen de negocio. Tras una larga negociaci¨®n, pact¨® una indemnizaci¨®n y se fue, hace un a?o. Ahora ha creado su propia empresa de comunicaci¨®n corporativa.
"Para m¨ª era muy importante seguir dando el pecho a mi hija, porque es asm¨¢tica", explica, y quer¨ªa, a trav¨¦s de los efectos de inmunizaci¨®n de la leche materna, protegerla de resfriados y mocos. Por eso, al reincorporarse a su puesto tras las 16 semanas de baja maternal, pidi¨® trabajar 35 horas semanales, en lugar de 40, con la correspondiente rebaja de sueldo. "Les sent¨® mal, y para poder coger la reducci¨®n, me hicieron firmar un contrato parcial", cuenta Guerrero. Eso fue solo el preludio de su salida de la firma.
Pese a que en ese momento le hubiera encantado quedarse cuidando a Candela, que naci¨® en un hospital madrile?o, "se dieron las circunstancias para montar Friendlybrand", la agencia que ha fundado con un socio en un vivero de empresas del Ayuntamiento de Madrid. Esta licenciada en Periodismo intenta compaginar ahora como puede su condici¨®n de emprendedora con la de madre. "Cuando creas una empresa no tienes horario", asegura.
Por suerte, su marido tiene jornada intensiva, as¨ª que se encarga de recoger a la ni?a a las cuatro de la tarde de la guarder¨ªa, donde paga 280 euros al mes porque ha logrado una plaza con subvenci¨®n p¨²blica, aunque el centro es privado. "Intento comer aqu¨ª para no parar y no llegar muy tarde. Para m¨ª es fundamental pasar dos o tres horas con ella. Tengo la ventaja de que cuando la acuesto, puedo seguir trabajando un rato desde casa", a?ade.
"Es complicado cuando no tienes una estructura familiar de la que tirar", afirma Guerrero. "Antes, el planteamiento de la vida era distinto. Nosotros ¨¦ramos cinco hermanos, y para mis padres supuso un gran esfuerzo criarnos a todos y darnos estudios universitarios, pero para ellos era m¨¢s f¨¢cil", opina. Frente a la cercan¨ªa de And¨²jar, la localidad de Ja¨¦n donde creci¨®, y donde sus padres siempre pod¨ªan contar con la ayuda de la abuela, ve un gran contraste en criar a una ni?a en una gran ciudad. "Siempre quise tres hijos, pero en este punto de la vida, me planteo quedarme con uno".
Las escasas facilidades para compaginar trabajo y familia pesan en esta decisi¨®n. "Es fundamental que aumente la baja maternal a seis u ocho meses, qu¨¦ menos, hasta que el ni?o empiece a comer otros alimentos", reivindica esta firme defensora de la lactancia materna. "No se apoya nada a las madres trabajadoras, y los pocos alicientes que hay, los eliminan", a?ade, en referencia a la decisi¨®n del Gobierno de suprimir los escasos 2.500 euros del cheque-beb¨¦, en uno de los pa¨ªses con menor ratio de hijos por mujer. Aunque nadie se plantee tener un ni?o por ese dinero, cree que "pod¨ªa suponer la diferencia para muchas familias".
* El informe de Save the Children de 2010 clasifica a 160 pa¨ªses a trav¨¦s de indicadores de la salud, la educaci¨®n o las condiciones econ¨®micas de madres y ni?os. Los pa¨ªses est¨¢n divididos en tres grupos, en cada uno de los cuales se miden par¨¢metros distintos: I: m¨¢s desarrollados; II: menos desarrollados; y III: los de menor desarrollo.
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