Una situaci¨®n inc¨®moda para Pek¨ªn
Liu Xiaobo est¨¢ encarcelado desde 2008 por firmar la Carta 08, un manifiesto que ped¨ªa reformas democr¨¢ticas en China.
La concesi¨®n del Nobel de la Paz a uno de sus ciudadanos encarcelados por luchar en favor de la democracia coloca a las autoridades chinas en una situaci¨®n extremadamente inc¨®moda . De ah¨ª que desde meses hayan intentado evitar la elecci¨®n de Liu Xiabo mediante presiones sobre el Comit¨¦ Noruego de los Nobel y advertencias de que da?ar¨ªa las relaciones con el pa¨ªs n¨®rdico.
El peri¨®dico oficial en ingl¨¦s Global Times calific¨® la semana pasada a Liu de radical y separatista, un t¨¦rmino, ¨¦ste, utilizado habitualmente contra el l¨ªder tibetano Dalai Lama, cuyo Nobel de la Paz en 1989 tambi¨¦n provoc¨® las iras y fue desautorizado por Pek¨ªn. El Gobierno chino hizo otro tanto con el Nobel de Literatura concedido en 2000 a Gao Xingjian, un disidente emigrado, que vive en Francia.
El presidente del comit¨¦ noruego, Thorbjoern Jagland, dijo que ignorar la situaci¨®n de los derechos humanos en China habr¨ªa minado la autoridad del premio. "Debemos hablar cuando otros no pueden hacerlo", declar¨® a Reuters. "A medida que China asciende, debemos tener el derecho a criticar". Jagland afirm¨® que China debe ser objeto de mayor escrutinio a medida que se hace m¨¢s poderosa, de la misma forma que le ocurri¨® a Estados Unidos tras la II Guerra Mundial.
Pek¨ªn a?adi¨® que la concesi¨®n del galard¨®n a Liu da?ar¨¢ las relaciones con Noruega, con quien est¨¢ negociando actualmente un acuerdo comercial bilateral. Oslo replic¨® que ser¨ªa mezquino que una potencia mundial hiciera esto, y que las posibles represalias te?ir¨ªan la reputaci¨®n de China.
La elecci¨®n de Liu, que fue detenido en v¨ªsperas de la publicaci¨®n de la Carta 08 , focalizar¨¢ la atenci¨®n internacional sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en el pa¨ªs asi¨¢tico y el encarcelamiento de otros activistas, en un momento en el que muchos gobiernos -entre ellos, el de Estados Unidos- han suavizado sus presiones sobre Pek¨ªn en esta cuesti¨®n, ante la pujaza de la econom¨ªa china.
Emtre los disidentes chinos que se encuentran en prisi¨®n o desaparecidos, est¨¢n Guo Quan - condenado a 10 a?os en octubre de 2009-, Tan Zuoren -5 a?os, en febrero de 2010-, Hu Jia -tres a?os y medio, en abril de 2008- y Gao Zhisheng.
La organizaci¨®n de derechos humanos Amnist¨ªa Internacional (AI) salud¨® el nombramiento de Liu Xiabo, del cual dijo que espera que sirva para "mantener la atenci¨®n sobre la lucha por las libertades fundamentales y la protecci¨®n concreta de los derechos humanos a la que Liu Xiaobo y muchos otros activistas est¨¢n dedicados". "Este premio s¨®lo marcar¨¢ una diferencia real si genera mayor presi¨®n internacional sobre China para que libere a Liu y a otros numerosos prisioneros de conciencia que languidecen en las c¨¢rceles chinas por ejercer su derecho a la libertad de expresi¨®n", afirm¨® Catherine Barber, subdirectora para la regi¨®n Asia-Pac¨ªfico de AI.
El comit¨¦ noruego quiso disipar las potenciales cr¨ªticas sobre la concesi¨®n del Nobel de la Paz a un disidente pol¨ªtico, al asegurar que considera que "existe una estrecha relaci¨®n entre derechos humanos y paz. Estos derechos son prerrequisito para la 'fraternidad entre naciones' de la cual escribi¨® Alfred Nobel en su testamento". El galard¨®n est¨¢ dotado con 10 millones de coronas suecas (un mill¨®n de euros).
En previsi¨®n de la concesi¨®n del premio a Liu, el Gobierno chino public¨® a finales del mes pasado un informe titulado Progreso en los derechos humanos en China en 2009, en el que asegura que el pa¨ªs ha avanzado en este campo, con la mejora del nivel de vida de sus ciudadanos. En el documento, destaca que destin¨® cuatro billones de yuanes (430.000 millones de euros) a un paquete de est¨ªmulo econ¨®mico, que ayud¨® al pa¨ªs a vadear la crisis global. Organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch replicaron que desde los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn 2008, las autoridades han incrementado la represi¨®n sobre disidentes y abogados, y han reforzado las restricciones en Internet y los medios de comunicaci¨®n tradicionales.
Una Carta con aires checoslovacos
La Carta 08, publicada coincidiendo con el 60? aniversario de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 2008, pide reformas pol¨ªticas y propone una serie de medidas para mejorar las libertades en China, como democracia legislativa, un sistema judicial independiente, libertad de religi¨®n, asociaci¨®n y prensa, y el fin del partido ¨²nico. Inicialmente firmada por 300 personas -entre ellas, escritores, abogados, profesores y periodistas-, ha sido ya suscrita por m¨¢s de 10.000, seg¨²n China Human Rights Defenders, una red de activistas Localizados tanto dentro como fuera de China.
El documento se inspira en la Carta 77, impulsada en la antigua Checoslovaquia por los cr¨ªticos con el entonces Gobierno comunista del pa¨ªs europeo, entre ellos Vaclav Havel, quien m¨¢s tarde se convertir¨ªa en presidente de Rep¨²blica Checa.
La trascendencia hist¨®rica de aquel documento europeo explica el nerviosismo que la Carta 08 ha despertado entre las autoridades chinas, obsesionadas por mantener el control pol¨ªtico absoluto y lo que consideran la estabilidad del pa¨ªs para continuar el proceso de apertura y desarrollo econ¨®mico, lanzado hace tres d¨¦cadas.
El 8 de diciembre de 2008, un d¨ªa antes de que fuera hecha p¨²blica la carta china, Liu Xiaobo fue detenido. Tras su desaparici¨®n, m¨¢s de 150 escritores, acad¨¦micos y otros intelectuales de todo el mundo, incluidos tres premios Nobel de Literatura (Seamus Heaney, Wole Soyinka y Nadine Gordimer) y los autores Salman Rushdie y Umberto Eco, dirigieron una carta al presidente chino, Hu Jintao, pidiendo su liberaci¨®n.
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