Mediocres en excelencia, sobresalientes en equidad
En la presentaci¨®n que el MEC ha hecho de los resultados de PISA 2009 se ha resaltado que "Espa?a se consolida como ejemplo de equidad educativa", tema al que -a su vez- se dedica el cap¨ªtulo 3 del Informe espa?ol. En realidad, desde el primer Informe espa?ol del entonces INCE, realizado por Ram¨®n Pajares y que, censurado por el gobierno popular, no fue publicado hasta el 2005, la escasa dispersi¨®n u homogeneidad de resultados se ha interpretado (p¨¢g. 104 del referido informe sobre PISA 2000) como "mediocres en cuanto a excelencia, pero notables en cuanto a equidad". Desde entonces tambi¨¦n, reiteradamente los resultados muestran que no hay muchos alumnos en los niveles inferiores de la escala, pero tampoco en los superiores. Se puede, en efecto, interpretar esto como equitativo; m¨¢xime si va unido a escasa varianza del rendimiento escolar entre escuelas y dentro de ellas como consecuencia de las circunstancias econ¨®micas, sociales y culturales de alumnos y centros. Es decir, las diferencias de estatus social, econ¨®mico y cultural tienen poca incidencia en las puntuaciones de los alumnos.
As¨ª, a falta de estar en la situaci¨®n de los pa¨ªses n¨®rdicos, el Informe espa?ol sobre PISA 2009 afirma (p. 87) que "Espa?a sigue de cerca a Finlandia, como pa¨ªs con una variabilidad de resultados menor entre centros", como ya lo hac¨ªa el informe anterior de 2006: "el sistema educativo espa?ol es comparativamente uno de los que ofrece mayor equidad a sus alumnos, pr¨®xima a la de los pa¨ªses n¨®rdicos" (p. 100). En efecto, el impacto de las diferencias socioecon¨®micas no es especialmente significativo en Espa?a. As¨ª, en comprensi¨®n lectora, la variaci¨®n es del 13,6%, porcentaje que se sit¨²a en la zona media de la tabla. En cualquier caso, es claro el recurso ret¨®rico al servicio de justificar la situaci¨®n, donde la median¨ªa en los resultados se convierte en signo de la equidad, que contribuye a contrarrestar la imagen popular de que el sistema se estanca, no remonta o sube el list¨®n.
Pero nada obsta para tener una equidad y tambi¨¦n buenos resultados y, sobre todo, un porcentaje relevante de alumnos en los niveles superiores. De hecho s¨®lo un 3% de los estudiantes espa?oles se situ¨® en los dos niveles superiores (el porcentaje en el de mayor excelencia fue del 0%), cifras que en la OCDE s¨®lo fueron inferiores en Chile (1%) y M¨¦xico (0%) e iguales en Rusia (3%). La m¨¢xima equidad no est¨¢ re?ida con la excelencia. Es m¨¢s, una pol¨ªtica de calidad en educaci¨®n debe vigilar, paralelamente, ambos extremos: atender a estudiantes cada vez m¨¢s diversos para que consigan el nivel establecido de ¨¦xito para todos, y promover decididamente el m¨¢ximo desarrollo de los estudiantes.
La equidad de un sistema escolar se mide por la manera en que trata a los m¨¢s d¨¦biles o desfavorecidos, cuando contribuye decididamente a mejorar sus condiciones. Como afirma John Rawls en su Teor¨ªa de la justicia como equidad "las desigualdades deben redundar en un mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad". En este caso el sistema menos injusto no es solo el que reduce la diferencias entre unos y otros, sino el que garantiza a los menos favorecidos lo que, en una sociedad desarrollada, se estima como b¨¢sico o imprescindible para desarrollar y proyectar sus propias vidas. En un sentido paralelo el economista y Premio Nobel Amartya Sen habla de "igualdad de capacidades de base".
La falta de equidad, entonces, se muestra en PISA en ese lastre de un 36% de repetidores de cuarto de ESO (cuando en otros pa¨ªses no llega al 5%) o que un 20% de alumnos est¨¦n por debajo del nivel m¨ªnimo requerido en lectura (inferior o igual a 1). Adem¨¢s, m¨¢s all¨¢ de lo que mide PISA, est¨¢n la altas tasas de fracaso escolar en la Graduaci¨®n de la ESO y el posterior abandono. Esos indicadores de la estrategia de Europa para 2010 y ahora para 2020 que estamos muy lejos de cumplir. En este sentido fuerte, desde la mirada de los d¨¦biles, nuestro sistema educativo deja mucho de ser equitativo.
Antonio Bol¨ªvar es catedr¨¢tico de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar de la Universidad de Granada
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