Un hombre abre la cabeza al due?o de un local tras una trifulca por el tabaco
El propietario del establecimiento tuvo que recibir 16 puntos de sutura tras recibir un golpe en la frente.- "Sab¨ªa que esta ley me iba a dar problemas, pero nunca imagin¨¦ esto", dice el agredido
La ley antitabaco ha tenido un efecto inmediato en los lugares p¨²blicos, aunque no sin alg¨²n que otro incidente con quienes se empe?an en desafiar la norma. En los casi tres d¨ªas de aplicaci¨®n, la organizaci¨®n de consumidores Facua ha recibido un millar de denuncias por incumplimientos.
Si ayer un hombre fue detenido por insultar y amenazar a una enfermera del Hospital de Cruces de Barakaldo, quien le hab¨ªa reprochado que estuviera fumando en el recinto del centro sanitario; hoy se ha conocido que otro exaltado fumador le ha propinado al due?o de un establecimiento un golpe en la frente con el resultado de 16 puntos de sutura.
Juan Francisco Valhondo, due?o de la bolera Roydy, situada en la localidad Cacere?a de Montehermoso, acab¨® en el hospital de Plasencia junto a tres clientes, despu¨¦s de una trifulca por los malos humos de un hombre que fumaba dentro del local en la tarde-noche del pasado domingo.
"Sab¨ªa que esta ley me iba a dar problemas, pero nunca imagin¨¦ esto. Pens¨¦ que podr¨ªan ponerse pesados los clientes de siempre, los habituales, pero que me iban a agredir, nunca", se?ala en conversaci¨®n telef¨®nica con la voz afligida. En los ¨²ltimos 21 a?os, Valhondo se ha dedicado al negocio de la hosteler¨ªa, "con discotecas y otros establecimientos", y hasta el domingo no hab¨ªa vivido una situaci¨®n semejante.
El propietario de la bolera recrimin¨® al cliente -un hombre de 25 a?os que naci¨® en el pueblo, pero que vive en el Pa¨ªs Vasco con su familia- que fumara en el establecimiento pese a que estaba prohibido por la ley que acababa de entrar en vigor, atendiendo a la petici¨®n de otra persona presente en el local. El agresor solo se quej¨® levemente. "Yo le dije que no ten¨ªa la culpa, que era Zapatero quien hab¨ªa hecho la ley".
Despu¨¦s sigui¨® con su trabajo, sirviendo bebidas, hasta que se percat¨® de que se hab¨ªa originado una pelea entre el fumador, que ya hab¨ªa acabado su cigarrillo, y otros clientes. "Le agarr¨¦ y sali¨® casi de buena gana", cuenta el due?o del local, "le di la espalda y al darme la vuelta solo o¨ª '?cuidado, cuidado!', pero no pude esquivar el golpe en la frente".
Otros tres heridos m¨¢s
Adem¨¢s de los 16 puntos de sutura exteriores, Valhondo explica que tuvieron que coserle tambi¨¦n por dentro. No fue el ¨²nico herido de la noche; otras tres personas -una de ellas con un ojo morado, otra con contusiones en un brazo y otra con la mu?eca abierta- le acompa?aron en la sala de espera del hospital.
Y desde all¨ª, todos se dirigieron al Cuartel de la Guardia Civil para denunciar lo ocurrido. A¨²n muy dolorido Valhondo narra c¨®mo no hab¨ªa percibido agresividad en el individuo, "que estaba contento, aunque no borracho", y vaticina m¨¢s problemas por el clima de tensi¨®n que se ha generado, y que le ha convertido en desgraciado protagonista.
- ?Qu¨¦ pasar¨ªa si volviese a atravesar por una situaci¨®n similar?
- Hay una ley y hay que cumplirla. El problema no estar¨¢ tanto con los hosteleros, porque la gente entiende que estamos obligados; el problema es cuando se enfrenten dos clientes, como en mi caso. Realmente la bronca no iba conmigo, yo iba a separar y me tocaron los platos rotos.
Valhondo, fumador espor¨¢dico, se?ala que como hostelero est¨¢ en contra de la ley, pero que si no tuviera el local estar¨ªa a favor. Ni el agresor ni su entorno familiar directo se han puesto en contacto con ¨¦l para interesarse por sus heridas. En Montehermoso, desde que se aprob¨® la ley no se hablaba de otra cosa, desde la bronca del domingo, mucho menos.
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