De El Ejido a Hamburgo
EL PA?S acompa?a a uno de los primeros cargamentos de fruta espa?ola con destino a Alemania tras la crisis del 'E.Coli'
24 toneladas de melocotones, sand¨ªas y melones y un kilo de pepinos viajan en estos momentos hacia Hamburgo (Alemania) en el Renault 460 DXI conducido por Gabriel Aita y en el que se ha empotrado, con el amable permiso del ch¨®fer, este redactor de EL PA?S. El cami¨®n, que porta uno de los primeros cargamentos de fruta de El Ejido (Almer¨ªa) que se expiden hacia tierras germanas tras la crisis provocada por la mutaci¨®n de la bacteria E.Coli, tiene por delante 2.680 kil¨®metros y cuatro d¨ªas de ruta -un total de 30 horas netas de conducci¨®n efectiva-.
Gabriel, de 31 a?os y natural de Ploiest (Ruman¨ªa), trabaja para la empresa FrioEjido, una de las principales compa?¨ªas de log¨ªstica del poniente almeriense, con cerca de 80 camiones. El ch¨®fer ha cargado en Cieza (Murcia) los melocotones, de la variedad paraguayos y luego en los almacenes de Canalex y Rosora, dos de las grandes cooperativas hortofrut¨ªcolas ejidenses. La dificultad que han tenido estos d¨ªas los productos de la huerta almeriense para salir al mercado ha supuesto una ventaja para Gabriel en este viaje. Los almacenes estaban repletos de g¨¦nero, por lo que ha cargado la caja de su cami¨®n con relativa rapidez. En condiciones normales, los ch¨®feres no pueden salir hasta bien entrada la noche, ya que la carga se va introduciendo en los camiones casi a medida que se procesa.
Gabriel Aita lleva cinco a?os al volante de camiones, pero ha pasado por otras fases de la cadena agr¨ªcola. En octubre de 2001, con 21 a?os y sin papeles, se subi¨® de acompa?ante al cami¨®n de un compatriota, que lo llev¨® hasta Francfort (Alemania). All¨ª cogi¨® un autob¨²s de la empresa Eurolines hasta Barcelona. De la capital catalana viaj¨® en tren hasta Murcia. Sin hablar ni una palabra de espa?ol se plant¨® directamente en El Ejido. Un amigo suyo que trabajaba en la capital de los invernaderos le hab¨ªa hablado de aquel Eldorado agr¨ªcola donde, gracias al sudor de miles de inmigrantes, se dir¨ªa que bajo el pl¨¢stico crec¨ªan billetes y no pepinos. Un mes despu¨¦s lleg¨® a la ciudad su mujer, Elena.
Tras cuatro a?os en los invernaderos de Antonio Elmuni y Paco Garc¨ªa Gongora -"ellos y Juan, el encargado de Paco, se portaron conmigo como unos padres", afirma- Gabriel consigui¨® los papeles y pas¨® al siguiente eslab¨®n: los almacenes. En NaturChoice, durante una campa?a, manej¨® una paletizadora, la m¨¢quina que carga las cajas de fruta y verdura en los pal¨¦s.
En 2006, Gabriel empez¨® a trabajar para FrioEjido, donde calcula que ha recorrido anualmente unos 150.000 kil¨®metros. Elena y Gabriel tienen una hija, Beatriz, que cumplir¨¢ un a?o el pr¨®ximo domingo, cuando su padre entre en Hamburgo.
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