Las otras v¨ªctimas
Los hijos e hijas de las mujeres v¨ªctimas de violencia pueden acabar siendo v¨ªctimas directas
Hay veces que sumar no es f¨¢cil. Y eso es lo que ocurre con las mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. Cada d¨ªa se siguen sucediendo nuevos episodios de malos tratos. Algunos, demasiados, terminan con la muerte, pero hay much¨ªsimas mujeres que viven la violencia de manera silenciosa, que tienen miedo, verg¨¹enza, que est¨¢n amenazadas y que desconocen que pueden recibir ayuda. Mujeres que no saben de la existencia de algunos de los m¨¢s de 1.800 recursos que existen en Andaluc¨ªa, para ellas, para ayudarlas a salir de su pesadilla.
Generar un clima de confianza en las v¨ªctimas hacia las instituciones no solo es nuestra obligaci¨®n, es adem¨¢s una responsabilidad institucional, que ha de venir acompa?ada del compromiso del ¨¢mbito m¨¢s cercano a las v¨ªctimas y de toda la sociedad, porque nadie puede estar al margen de esta lucha que afecta a los derechos fundamentales de las mujeres y de las personas que la rodean. Porque la violencia de g¨¦nero tiene tambi¨¦n efectos terribles para los hijos y las hijas.
Por ello, este 25 de noviembre, D¨ªa Internacional de la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer, hay que seguir recordando a las v¨ªctimas, sensibilizando a la sociedad, para cumplir con esta responsabilidad compartida en esta lucha y reivindicando una vez m¨¢s el derecho a la igualdad entre mujeres y hombres. Pero sobre todo, hoy quiero que sea un d¨ªa para recordar a todos los ni?os y las ni?as que sufren este tipo de violencia.
No podemos olvidar que los hijos e hijas de las mujeres v¨ªctimas de violencia pueden acabar siendo v¨ªctimas directas de las agresiones, y en algunos casos, desgraciadamente, con resultado de muerte. Son situaciones que generan adem¨¢s violencia psicol¨®gica, fruto del abuso emocional que supone ser testigos de la violencia sobre sus madres, generando secuelas tanto a corto plazo con cuadros de estr¨¦s, angustia o ansiedad, como a largo plazo, dando paso a conductas aprendidas en su infancia como la sumisi¨®n de las hijas respecto a sus parejas y la reproducci¨®n de los roles maltratadores en los varones.
El Gobierno andaluz lleva a?os trabajando en el abordaje integral de esta problem¨¢tica. El instrumento ha sido nuestra Ley contra la Violencia, que ha permitido generar una mayor seguridad para las mujeres v¨ªctimas de violencia y sus hijos e hijas, ofreciendo una serie de medidas de protecci¨®n integral frente al maltrato. No en vano, Andaluc¨ªa fue pionera en poner en marcha el servicio gratuito de atenci¨®n psicol¨®gica a hijos e hijas de mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero con el objetivo de mejorar el bienestar psicosocial y atender las necesidades educativas de estos ni?os y ni?as, con la finalidad de prevenir posibles comportamientos violentos en el futuro a causa de los episodios de malos tratos que han presenciado.
Y siguiendo con esta l¨ªnea de trabajo, los pr¨®ximos d¨ªas 29 y 30 de noviembre, la Junta de Andaluc¨ªa organizar¨¢ en Sevilla el II Congreso para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres, que en esta ocasi¨®n estar¨¢ centrado en la intervenci¨®n multidisciplinar con menores y adolescentes v¨ªctimas de malos tratos.
No obstante, para seguir dando pasos como estos, necesitamos seguir contando con el apoyo fundamental de las familias, los medios de comunicaci¨®n y la escuela, y evitar perpetuar la mentalidad machista que justifica la violencia de g¨¦nero y la estructura patriarcal en la que se sustenta.
Pero abordar la violencia tambi¨¦n requiere remover las ra¨ªces mismas de la sociedad, por la profunda huella que siglos de desigualdad han dejado en nuestra conciencia social. En el terreno econ¨®mico, en el pol¨ªtico, en el familiar, en el social y en el cultural, aspiramos a otro modelo de convivencia.
Por eso es importante el trabajo que estamos desarrollando en el ¨¢mbito de los valores, educando en igualdad. Trasladando a las generaciones m¨¢s j¨®venes que hay otro sistema de convivencia entre hombres y mujeres, otra forma de relacionarse desde el respeto. Esta es la senda por la que podemos avanzar y para ello pueden contar con el incondicional compromiso del Gobierno andaluz y con el m¨ªo propio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.