M¨¢s bachillerato, pero sin da?ar la ESO
La comunidad educativa ve con buenos ojos aumentar un curso la segunda etapa de la secundaria, pero no que se haga a costa de rebajar la formaci¨®n com¨²n Los alumnos pasar¨ªan con 15 a?os al bachiller o a la Formaci¨®n Profesional
El presidente electo del Gobierno, Mariano Rajoy, anunci¨® el lunes un importante cambio en el sistema educativo: el bachillerato (la v¨ªa acad¨¦mica hacia la Universidad) tendr¨¢ tres cursos en lugar de dos. No aclar¨® si ser¨ªa retrasando la llegada a la Universidad hasta los 19 a?os, o quit¨¢ndole un curso a la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO, que ahora tiene cuatro). En el PP nadie quiere precisar este punto hasta que se forme nuevo Gobierno, pero el propio Rajoy present¨® en enero de 2010 un documento para el fracasado pacto por la educaci¨®n en el que s¨ª se daban detalles. Aquel texto propon¨ªa ¡°organizar en dos ciclos la Educaci¨®n Secundaria: Secundaria General (3 a?os de duraci¨®n, de 12 a 15 a?os) y Secundaria Superior (3 a?os de duraci¨®n, de 15 a 18 a?os); esta ¨²ltima con dos v¨ªas: Bachillerato y Formaci¨®n Profesional¡±.
?Es la medicina que hace falta contra el fracaso escolar, como dice el PP? ?O es un disparate pedag¨®gico que adem¨¢s segregar¨¢ a los alumnos y abundar¨¢ en las desigualdades sociales? ?Es un cambio menor o pondr¨¢ patas arriba la secundaria, como ha dicho P¨¦rez Rubalcaba?
Si se pone en marcha tal y como lo present¨® Rajoy, se tratar¨ªa de adelantar un a?o la separaci¨®n de los alumnos, a los 15, pero manteniendo la escolarizaci¨®n obligatoria hasta los 16. Es decir, que los alumnos de 15 a?os deber¨¢n decidir si van al bachillerato o a la Formaci¨®n Profesional y estar¨¢n obligados por ley a cursar, al menos, el primer curso. Incluso si piensan dejar los estudios a los 16 a?os.
La propuesta del PP persigue reducir las elevadas cifras de abandono escolar
Esto aplica a los que no hayan repetido curso. Los que vayan con alg¨²n curso de retraso podr¨¢n entrar a los 15 en una v¨ªa paralela a la secundaria: los programas de cualificaci¨®n profesional inicial (PCPI). Estos son cursos para que los estudiantes a los que se les da peor el instituto aprendan las bases de un oficio. Despu¨¦s pueden sacarse el t¨ªtulo b¨¢sico (ESO), pasar a FP o saltar al mercado laboral.
La idea del PP es que, al sacar antes de la v¨ªa com¨²n a los peores acad¨¦micamente hablando (bien hacia la FP o al PCPI), se reducir¨¢ el abandono escolar (aunque ha bajado en los ¨²ltimos dos a?os, el 28,4% sigue siendo casi el doble de la media europea). Adem¨¢s, los bachilleres estar¨ªan mejor preparados para la Universidad con tres cursos en lugar de dos.
En la primera parte (m¨¢s bachillerato), hay much¨ªsima gente de acuerdo, pero no con que se haga a costa de menos ESO. As¨ª se han expresado desde los sindicatos CC OO y UGT hasta las Escuelas Cat¨®licas, patronal de los centros religiosos, mayoritaria en la ense?anza concertada. Reducir la ESO supone ¡°un recorte a la igualdad de oportunidades y una poda a la funci¨®n de compensaci¨®n de las desigualdades individuales y colectivas que debe tener la escuela¡±, dijo en una nota la Confederaci¨®n Estatal de Asociaciones de Padres (Ceapa), mayoritaria en la escuela p¨²blica.
El temor es que una segregaci¨®n m¨¢s temprana ahonde las desigualdades
Pero, entonces, ?c¨®mo se podr¨ªa reforzar el bachillerato? ?Retrasando la llegada a la Universidad a los 19 a?os, en vez de los 18, como ocurre en Italia, Luxemburgo, Finlandia, Suecia y muchos pa¨ªses del Este europeo? Esa es una idea que tambi¨¦n lleva muchos a?os encima de la mesa en Espa?a, pero ning¨²n Gobierno se lo ha llegado a plantear en firme porque retrasar¨ªa todav¨ªa m¨¢s la llegada de los universitarios al mercado laboral. Y ahora, adem¨¢s, supondr¨ªa una inversi¨®n muy grande en tiempos de crisis.
El Gobierno del PSOE, en la primera legislatura de Zapatero, intent¨® flexibilizar el bachillerato para que los alumnos pudieran decidir si dividir la etapa en dos o en tres cursos, pero los tribunales tumbaron el cambio porque estaba recogido en un real decreto y no en la ley de educaci¨®n.
En la segunda legislatura no se retom¨® esa iniciativa, sino otra nacida en la negociaci¨®n del pacto educativo: un ¨²ltimo curso de ESO que fuera casi un prebachillerato para algunos alumnos. Muchos interpretaron como concesiones del Gobierno del PSOE al PP el adelanto de esos programas preprofesionales (PCPI) a los 15 a?os y esa divisi¨®n de 4? de ESO en tres v¨ªas distintas: los alumnos tendr¨ªan cinco o seis asignaturas comunes y tres o cuatro distintas que dependen del camino elegido: hacia el bachillerato de ciencias, el de letras o la FP. Aunque el pacto no lleg¨® a sellarse, estas dos medidas s¨ª se han aprobado.
Se trat¨® de combinar las peticiones de mejor preparaci¨®n para el bachillerato y una diversificaci¨®n m¨¢s temprana con el mantenimiento de esa ense?anza com¨²n que reclama Ceapa (por las asignaturas comunes y porque ninguna de las tres v¨ªas cerraba las puertas a cambiar de opini¨®n en el ¨²ltimo momento). Sin embargo, no se libraron de las cr¨ªticas de algunos sectores de la izquierda que se quejaron de la segregaci¨®n de los alumnos.
Al catedr¨¢tico de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar de la Universidad de Granada Antonio Bol¨ªvar no le parece que, con ese nuevo 4? de ESO ya en vigor, las cosas variasen mucho con la idea del PP. Para el exresponsable de Escuelas Cat¨®licas Manuel de Castro, tampoco hay mucha diferencia: ¡°En realidad, no es muy distinta, pero tal vez sea algo m¨¢s eficaz para mejorar la preparaci¨®n del alumnado que accede a la Universidad. De esta manera, se centrar¨¢ m¨¢s en lo espec¨ªfico de los estudios de bachillerato y entrar¨¢ ya en un ambiente intelectual m¨¢s exigente¡±, dice.
La cuesti¨®n est¨¢ en el otro lado, en la reducci¨®n de la ESO. ¡°Resulta un error considerar que la equidad es contraria a la consecuci¨®n de un elevado rendimiento (la idea de que los ¡®malos alumnos¡¯ lastran a ¡®los buenos¡¯)¡±, dice el profesor de la Universidad de Barcelona ?lvaro Choi. De hecho, el ¨²ltimo informe PISA de la OCDE dice que los sistemas con mejores resultados ¡°suelen ser comprensivos [no separan seg¨²n las capacidades de los alumnos]¡± y tienen ¡°profesores y escuelas que acogen a toda la diversidad de estudiantes y les ofrecen atenci¨®n educativa personalizada¡±. Asimismo, muchos expertos insisten en que las mejores recetas contra el fracaso escolar son la escolarizaci¨®n temprana (infantil) y las medidas de apoyo y refuerzo en primaria (de 6 a 12 a?os), pues buena parte de los que abandonan sin el t¨ªtulo de ESO han repetido, por lo que no llegan a cursar ni 3? ni 4? de ESO, seg¨²n un estudio del Observatorio de la Educaci¨®n de la Fundaci¨®n 1? de Mayo de CC OO.
¡°Encaja mal, crear¨¢ unas disfunciones terribles¡±, asegura un experto
¡°La idea de introducir la separaci¨®n a los 15 a?os, seg¨²n c¨®mo se articule, puede llevar nuevamente a la identificaci¨®n de la v¨ªa acad¨¦mica 'para los buenos' y de la v¨ªa profesional 'para los malos'. Despu¨¦s de los esfuerzos que se han realizado para tratar de dignificar la FP, me preocupa que se retome la consideraci¨®n de aquella como una v¨ªa para 'salvar' a los peores¡±, a?ade Choi. Para el sindicato ANPE, la clave para que el nuevo modelo del PP funcione es seguir trabajando para que la FP sea una oferta muy atractiva.
¡°En mi opini¨®n, ambas configuraciones (cuatro a?os de ESO m¨¢s dos de bachillerato frente a tres a?os de ESO m¨¢s tres de bachillerato) pueden ser v¨¢lidas. Cada una tiene ventajas e inconvenientes. Pero no creo que el sistema educativo espa?ol deba afrontar nuevamente un cambio de estructura. Son operaciones complejas y laboriosas, que exigen mucho tiempo y recursos hasta su consolidaci¨®n y sus frutos no han sido siempre tantos como se promet¨ªan¡±, dice Alejandro Tiana, una de las personas que dise?¨® la actual ley educativa (la LOE, aprobada en 2006), como secretario general de Educaci¨®n. Aquella norma, recuerda, apost¨® por ¡°mantener el car¨¢cter orientador del 4? curso de ESO¡±.
Desde este punto de vista, m¨¢s que el inconveniente de la segregaci¨®n temprana y el deterioro de la igualdad de oportunidades ¡ª¡°No creo que ese cambio vaya a tener mucho impacto en los resultados educativos ni en la equidad¡±, dice el profesor de la Universidad Wuppertal Hendrik Juerges, que ha estudiado la separaci¨®n de alumnos en Alemania a los 10 y 12 a?os¡ª, el gran problema ser¨ªa todo lo que conllevar¨ªa someter de nuevo al sistema educativo a un cambio estructural complejo, que pasar¨ªa por cambiar los curr¨ªculos, encajar la FP de grado medio (a la que se accede despu¨¦s de la ESO) y de grado superior (se entra despu¨¦s del bachillerato) y todos los caminos de ida y vuelta entre las distintas etapas que se han ido creando hasta ahora para que no haya v¨ªas muertas: por ejemplo, se puede acceder a cualquier t¨ªtulo universitario a trav¨¦s de la FP.
El cambio puede abrir la puerta a un importante aumento de la concertada
Adem¨¢s, a muchos les parece un disparate pedag¨®gico y organizativo que el ¨²ltimo a?o de la ense?anza obligatoria no coincida con el final de una etapa. ?Para qu¨¦ servir¨ªa ese a?o a los que abandonen a los 16? ?Recibir¨ªan alg¨²n tipo de certificado?, se pregunta el catedr¨¢tico de la Universidad de Valencia Jos¨¦ Gimeno Sacrist¨¢n. En Europa, solo hay cuatro pa¨ªses en los que el final de escolarizaci¨®n obligatoria no coincide con un final de etapa y la consecuci¨®n de un t¨ªtulo: Italia, Lituania, Austria y Eslovaquia.
¡°Encaja mal, crear¨¢ unas disfunciones terribles¡±, insiste Gimeno Sacrist¨¢n, y se?ala adem¨¢s que casi obliga a concertar todo el bachillerato, pues si 1? entra en la educaci¨®n obligatoria hay que asegurar la gratuidad, tambi¨¦n en los centros subvencionados, lo que abre la puerta a que se concierte todo el bachillerato. Esta etapa solo est¨¢ subvencionada de forma general en cuatro autonom¨ªas (Comunidad Valenciana, Pa¨ªs Vasco, Navarra y Baleares) y, en el resto, apenas lo est¨¢ en un pu?ado de centros a los que se les acept¨® en los ochenta como un derecho adquirido. La generalizaci¨®n en todas las comunidades es una vieja reivindicaci¨®n de la escuela privada, reavivada por una crisis que hace que muchos alumnos dejen la concertada en bachillerato al tener que empezar a pagar como en un privado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.