¡°Si hacen Eurovegas, me jubilo¡±

El proyecto del magnate norteamericano Sheldon Adelson de construir una ciudad del juego en Espa?a, conocida como Eurovegas, provoc¨® que en el primer trimestre de 2012 las autoridades madrile?as y catalanas rivalizaran por una iniciativa empresarial que promet¨ªa inicialmente la creaci¨®n de 180.000 empleos. La presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre, lleg¨® incluso a reclamar al Gobierno central que dejara fumar en los casinos, en un claro gui?o a Adelson. Todo para lograr los 6.000 millones de euros que ofrece este empresario que ha tenido diversos problemas con la justicia de EE UU ¡ªlas autoridades investigan si la sociedad de Adelson blanque¨® fondos pertenecientes a un empresario mexicano y, tambi¨¦n, un posible caso de soborno en China relacionado con este donante del Partido Republicano¡ª. Para alguien como Miguel Serrano, el proyecto tiene que ver con su jubilaci¨®n.

Entre las localizaciones barajadas en la Comunidad de Madrid, figuran Alcorc¨®n, Torrej¨®n de Ardoz y Vallecas (Madrid). Esta ¨²ltima se encuentra en el proyectado plan parcial de Valdecarros, en el distrito de Vallecas. Sobre el papel, este terreno, de 200.000 metros cuadrados, iba a albergar 50.000 viviendas, para 150.000 habitantes. El emblema de este proyecto eran dos torres de oficinas, de 75 plantas de altura. Seg¨²n la comisi¨®n gestora de Valdecarros, se trataba de la mayor promoci¨®n de Espa?a. ¡°Supone construir de la nada una nueva ciudad dentro de Madrid¡±, se lleg¨® a decir.

Pero la crisis acab¨® con este sue?o urban¨ªstico, enclavado entre el Ensanche de Vallecas y la Ca?ada Real Galiana ¡ªun antiguo camino de ganado conocido como el supermercado de la droga y donde se han asentado miles de personas de manera ilegal¡ª.

Por eso, una visita a Valdecarros deja entrever una realidad muy diferente de la proyectada en el plan general del Ayuntamiento de Madrid. ¡°Si hacen Eurovegas en Vallecas yo me jubilo¡±, afirma Miguel Serrano, el ¨²ltimo tractorista de la ciudad de Madrid. Muchas ma?anas ara un inmenso secano de Valdecarros en el que este a?o ha recogido 120.000 kilos de cebada.

Con 61 a?os, Miguel Serrano alberga ahora intenciones de jubilarse trabajando de tractorista. Un oficio que hered¨® hace 46 a?os de su t¨ªo, y que le permite ser muy popular en la vallecana calle de Congosto, hasta hace poco el l¨ªmite de Madrid. Y es muy conocido porque todas las ma?anas desciende las escaleras que van de su casa hacia su bajo, en el que guarda su tractor, que compr¨® hace una d¨¦cada: ¡°Los ni?os cuando me ven con el tractor por la calle corren alucinados. No se creen que pueda haber agricultura a tan solo 14 kil¨®metros de la Puerta del Sol¡±, explica este agricultor que a diario se desplaza subido a su tractor desde Vallecas a Perales del R¨ªo (Getafe), donde guarda aperos, pasando por los viejos caminos de tierra.

Estas v¨ªas, una l¨ªnea tenue en el mapa, habr¨ªan dado paso a grandes avenidas si el plan parcial de Valdecarros no hubiera pinchado. Pero en la actualidad son un paso obligado para las decenas de toxic¨®manos que a modo de procesi¨®n pagana atraviesan como almas en pena: ¡°Yo estoy seguro de que no se va a hacer ni el plan de Valdecarros ni Eurovegas. Tal y como est¨¢ Espa?a, creo que no. Pero a m¨ª me gustar¨ªa que se hiciera, aunque me obligara a dejar el tractor, pues traer¨ªa mucho empleo, que es necesario¡±, plantea Serrano, que sostiene que nunca ir¨ªa a apostar a Eurovegas: ¡°No me gusta. No juego ni a la Primitiva ni a la quiniela¡±.

Serrano no juega, pero la ruleta de la fortuna, o la de la crisis, ha permitido que pueda retirarse en el campo, aunque Eurovegas podr¨ªa acelerar su jubilaci¨®n: ¡°Soy aut¨®nomo y mi propio jefe. Por eso tampoco ser¨ªa un trauma¡±. La decisi¨®n sobre la ciudad del juego llegar¨¢ a partir de septiembre.