Los pediatras animan a la circuncisi¨®n
Los especialistas de EE UU concluyen que tiene m¨¢s ventajas que riesgos y piden que los padres puedan reclamarla. Alemania regular¨¢ la pr¨¢ctica tras un varapalo judicial
¡°El m¨¦dico me dijo que no circuncidar a mi hijo era algo sucio, de clase baja¡±. Tammy Schmitt, residente de Kansas de 36 a?os, recuerda la gran presi¨®n que sufri¨® para circuncidar a su hijo hace siete a?os. De familia jud¨ªa, le hab¨ªan inculcado que la pr¨¢ctica era casi un rito de iniciaci¨®n a la vida. ¡°Mir¨¦ a mi hijo y vi a ese reci¨¦n nacido que alg¨²n d¨ªa ser¨ªa un hombre y podr¨ªa tomar decisiones por s¨ª mismo. Por qu¨¦ deber¨ªa someterle a una cirug¨ªa que le dejar¨ªa marcado de por vida?¡±. Schmitt no lo hizo. Hoy se manifiesta contenta por ello, porque, seg¨²n dice, tiene mucha informaci¨®n sobre los nocivos efectos psicol¨®gicos de esa pr¨¢ctica.
Schmitt forma parte de un movimiento llamado intactivismo que ha cobrado fuerza en Estados Unidos en los ¨²ltimos a?os y que defiende la no circuncisi¨®n de los reci¨¦n nacidos. Contra ¨¦l se ha posicionado el grueso de la profesi¨®n m¨¦dica. La Asociaci¨®n Americana de Pediatr¨ªa recomend¨® el lunes la circuncisi¨®n en los reci¨¦n nacidos en EE UU, por considerar que sus beneficios m¨¦dicos son mayores que los riesgos. Se une as¨ª a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y al Programa de la ONU contra el Sida, y a numerosas organizaciones de ayuda al desarrollo, que consideran que es una pr¨¢ctica crucial para detener la epidemia del VIH en ?frica.
No todas las instancias coinciden. En Alemania, el pasado junio un tribunal de Colonia declar¨® ilegal la circuncisi¨®n de ni?os por razones religiosas. Musulmanes y jud¨ªos alemanes consideran vulnerados sus derechos y la libertad de culto. Tras un par de semanas de controversia, el Gobierno declar¨® su intenci¨®n de garantizar por ley la libre pr¨¢ctica de la costumbre. El 23 de agosto, el Consejo de ?tica que asesora al Gobierno y al Bundestag se mostr¨® favorable a que la circuncisi¨®n siga siendo legal "bajo condiciones cl¨ªnicas estrictas".
La postura oficial de la Asociaci¨®n Americana de Pediatr¨ªa de EE UU, que se ha publicado en el n¨²mero de septiembre de la revista Pediatrics, dice: ¡°Aunque los beneficios en materia de salud no son lo suficientemente grandes como para recomendar la circuncisi¨®n rutinaria a todos los varones reci¨¦n nacidos, s¨ª son suficientes como para justificar el acceso a esa pr¨¢ctica para las familias que lo elijan y para garantizar que las terceras partes [los seguros m¨¦dicos, p¨²blicos y privados] la sufraguen¡±.
¡°Hay gente que opina que deber¨ªa dejar que la naturaleza siga su curso¡±, explica el doctor Aaron Tobian, profesor de Patolog¨ªa en la Universidad Johns Hopkins. ¡°Pero no es as¨ª como actuamos en la civilizaci¨®n occidental. No tomamos ese enfoque cuando hablamos de vacunas, por ejemplo. Si a los padres se les dijera que una vacuna reduce el riesgo de contraer VIH, herpes o infecciones en el tracto urinario, sin duda optar¨ªan por ella. Esos son los efectos que diversos estudios cient¨ªficos atribuyen a la circuncisi¨®n¡±.
De entre las naciones occidentales, EE UU es donde m¨¢s se practica la circuncisi¨®n. En los a?os setenta y ochenta se le hac¨ªa al 75% de los ni?os, seg¨²n cifras gubernamentales, pero y hoy se somete a ella a un 55% de los varones reci¨¦n nacidos, seg¨²n datos de los hospitales. El 30% de los varones de todo el mundo est¨¢n circuncidados.
En Internet el fen¨®meno del intactivismo ha cobrado fuerza en los ¨²ltimos a?os. Sus integrantes comparan la circuncisi¨®n con la ablaci¨®n del cl¨ªtoris, y aseguran que, entre otras cosas, el prepucio se halla donde se halla para mantener el glande sensible en las relaciones sexuales. En la web Circumstitions.com se llega a defender la no circuncisi¨®n como una cuesti¨®n de derechos humanos, que no deber¨ªa imponerse a un beb¨¦ sin capacidad de decisi¨®n.
El doctor en Psicolog¨ªa Ronald Goldman, director ejecutivo del Circumcision Resource Center de Boston, enumera los efectos negativos de la pr¨¢ctica: ¨ªDolor y trauma extremos, cambios de conducta y neurol¨®gicos entre los ni?os, p¨¦rdida de una importante parte del cuerpo, reducci¨®n en el placer sexual, posibles problemas psicol¨®gicos, probable ruptura del v¨ªnculo entre el ni?o y la madre, riesgo de complicaciones quir¨²rgicas y efectos aun no conocidos que no se estudian¡±.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud y el Programa de la ONU contra el Sida recomendaron la circuncisi¨®n para prevenir el sida entre varones heterosexuales en 2007. Las organizaciones de salud p¨²blica han iniciado numerosos programas de circuncisi¨®n entre varones en ?frica citando tres estudios diferentes que dicen que esa pr¨¢ctica reduce la transmisi¨®n del VIH de mujeres a hombres en hasta un 60%. Una de ellas es PSI, con sede en Washington, que desde 2007 ha circuncidado a 292.835 varones en ?frica.
Una buena parte de sus programas se ofrecen a adultos, pero sus expertos sostienen que es mejor en los primeros d¨ªas de vida. "La circuncisi¨®n de los reci¨¦n nacidos se produce mucho antes de que pasen a tener una vida sexual activa, y puede integrarse de forma f¨¢cil en las intervenciones sanitarias pedi¨¢tricas¡±, asegura la doctora Krishna Jafa, directora de Salud Sexual y Reproductiva de PSI. "La intervenci¨®n es m¨¢s r¨¢pida y simple que la de adultos y conlleva menos efectos adversos¡±, a?ade.
En Alemania, cualquier informaci¨®n relacionada con el asunto provoca ristras de comentarios enardecidos en los grandes portales de noticias alemanes. Buena de parte de los lectores defienden el fallo de Colonia y critican las circuncisiones como una ¡°tradici¨®n brutal¡± que lesiona a los ni?os antes de que puedan dar su consentimiento. Muchos la comparan con la ablaci¨®n del cl¨ªtoris, una mutilaci¨®n genital mucho m¨¢s grave a la que se somete a las ni?as en algunas regiones musulmanas y, en menor medida, cristianas.
El lunes, el diario muniqu¨¦s S¨¹ddeutsche Zeitung (SZ) escrib¨ªa que les han llegado ¡°incontables¡± testimonios de alemanes ¡°enojados como pocas veces¡± por la circuncisi¨®n masculina, que a su entender lesiona a los varones antes de que puedan decidir por s¨ª mismos si quieren seguir la religi¨®n de sus padres. El editorial del SZ concluye, sin embargo, que ¡°ser¨ªa perverso que tuviera que ser precisamente Alemania¡± (el pa¨ªs que organiz¨® el Holocausto) el ¨²nico lugar del mundo que proh¨ªbe a los jud¨ªos de una costumbre que practican desde hace miles de a?os.
En el caso del comit¨¦ que asesor¨® al Gobierno alem¨¢n, que se centr¨® en el peso religioso de la cuesti¨®n, no hubo consenso. El penalista de la Universidad de Hamburgo Reinhard Merkel destac¨® que el derecho a la integridad f¨ªsica y al bienestar del ni?o deber¨ªa tener prioridad. Su aportaci¨®n al debate tiene tres puntos llamativos. Cree que ¡°si hoy llegara a Alemania una religi¨®n desconocida que practicara la circuncisi¨®n masculina y nadie m¨¢s lo hiciera, ser¨ªa inmediatamente prohibida¡± y que, "si solo circuncidaran los musulmanes, el Bundestag no habr¨ªa dedicado al asunto una Proposici¨®n no de ley¡±.
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