La Universidad busca dinero
Los campus europeos exploran nuevas fuentes de financiaci¨®n para paliar la mengua de fondos p¨²blicos, desde contratos de investigaci¨®n hasta donaciones
Tradicionalmente, las universidades europeas han tenido dos fuentes b¨¢sicas de financiaci¨®n: el dinero p¨²blico proveniente del Estado y el dinero privado proveniente de los alumnos, es decir, el precio de las matr¨ªculas. Pero con una inversi¨®n p¨²blica menguante y una conflictividad asegurada si a las Administraciones se les va la mano con la subida de las tasas (por no hablar de lo contraproducente en lo social que puede ser), los campus europeos y de todo el mundo se afanan en sacarle dinero a la investigaci¨®n a trav¨¦s de spin offs (empresas creadas por la universidad) o contratos con compa?¨ªas, ofreciendo distintos servicios (desde ense?anza continua a trajes formativos a medida de las compa?¨ªas) o buscando donaciones de antiguos alumnos o fil¨¢ntropos, entre las que se incluye el patrocinio de c¨¢tedras o de estudios por parte de empresas.
La Universidad de Oxford, en Reino Unido, lanz¨® en 2008 la campa?a Oxford Thinking, en la que una de las instituciones m¨¢s prestigiosas del mundo ped¨ªa ayuda para seguir si¨¦ndolo. Hasta el pasado marzo, el proyecto recaud¨® 1.500 millones de euros. ¡°El ¨¦xito¡±, dice el director de la Divisi¨®n de Ciencias Sociales de Oxford, Roger Goodman, se debe ¡°a que toda la Universidad y todos sus miembros han puesto una gran cantidad de esfuerzo y de recursos en la campa?a¡±, asegura. Aunque probablemente tambi¨¦n ha tenido mucho que ver que se trata de una de las universidades m¨¢s conocidas del mundo, que ocupa sistem¨¢ticamente los primeros puestos en los ranking internacionales.
Otras fuentes
Contratos. Acuerdos con empresas privadas, para investigaci¨®n, dar formaci¨®n espec¨ªfica o asesor¨ªa. Es el 6,5% de la financiaci¨®n de los campus europeos. En Irlanda, la cifra llega al 25%.
Donaciones. Entre las donaciones se incluyen la esponsorizaci¨®n por parte de empresas. Llega al 10% en Reino Unido.
Sevicios. Resultados generados, por ejemplo, del alquiler de espacios, de la gesti¨®n de las residencias, las cafeter¨ªas, las bibliotecas o los museos. Puede llegar al 25% en algunos campus birt¨¢nicos.
Estudiantes. En muchos pa¨ªses, los alumnos extranjeros (en Europa, los de fuera de la UE) pagan matr¨ªculas m¨¢s altas.
Pero la inmensa mayor¨ªa de las universidades no son Oxford (ni Cambridge ni Harvard ni el MIT), as¨ª que lo tienen m¨¢s dif¨ªcil para recaudar fondos por esa v¨ªa. Adem¨¢s, las donaciones y el mecenazgo tambi¨¦n necesitan entornos culturales propicios a ellas y aumentan si hay una legislaci¨®n que lo favorezca, algo que, por ejemplo, est¨¢ muy lejos de ocurrir en Espa?a.
En general, a los campus europeos les cuesta salir del esquema subvenci¨®n p¨²blica/matr¨ªculas, que les reportan, de media, el 73% de sus ingresos, la primera, y otro 9% la segunda, seg¨²n el estudio EUDIS conducido por la Asociaci¨®n Europea de Universidad (EUA, en sus siglas inglesas); en Espa?a esos porcentajes son del 81,61% y del 8,42%, respectivamente, seg¨²n las cifras de 2008. ¡°A medida que se reduce la financiaci¨®n p¨²blica de las universidades, aumenta su presi¨®n para encontrar maneras de diversificar sus ingresos¡±, explica el responsable de Gobernanza y Financiaci¨®n de la EUA, Thomas Estermann ¡ªque, al igual que Goodman, estuvo recientemente en Madrid, en la conferencia Reinventando la educaci¨®n superior, organizada por la IE University¡ª.
Estermann asegura que hay muchas diferencias entre las universidades europeas en este sentido, incluso dentro de un mismo pa¨ªs, pero se?ala cu¨¢les son esas otras fuentes de financiaci¨®n m¨¢s habituales: los contratos con los socios privados (son de media una 6,5% de los). Estos contratos suelen ser de investigaci¨®n (una empresa contrata los servicios de una universidad), por servicios (por ejemplo, para hacer los controles de calidad de un producto) o por formaci¨®n continua (cursos para el reciclaje de trabajadores hecho espec¨ªficamente para una compa?¨ªa, etc.).
Las resistencias
El estudio sobre fuentes de financiaci¨®n alternativas de los campus europeos se?ala como principales obst¨¢culos:
Informaci¨®n. Un 80% menciona falta de informaci¨®n entre los acad¨¦micos.
Distracci¨®n. El 72,8% cree que la b¨²squeda de otras fuentes financieras distrae de la misi¨®n central de la Universidad de ense?ar e investigar.
Estructura y experiencia. Un 67% culpa a la estructura interna y a la falta de experiencia en la gesti¨®n.
E Actitud. Un 66% habla de actitudes contrarias a la diversificaci¨®n.
Dificultad legal. Un 61% dice que hay limitaciones legales.
En Estados Unidos se pueden encontrar todo tipo de ejemplos de colaboraci¨®n de universidades p¨²blicas con el sector privado. Uno de ellos est¨¢ en la Universidad de Kentucky, que tiene acuerdos con centros de investigaci¨®n o con la Compa?¨ªa de Aguas de Lousiville, y ha apostado, como otras, por la oferta de cursos online. ¡°Desde 2008, nuestro presupuesto se ha reducido en un 20%. Ha sido un reto, por supuesto. Pero tambi¨¦n ha creado la necesidad de innovaci¨®n y ruptura radical en el modo de hacer las cosas¡±, se?ala el decano de su escuela de Dise?o, Michael Speaks, que a?ade: ¡°Todos los socios y los donantes quieren un retorno de su regalo y/o de inversi¨®n¡±.
Siempre que se habla de colaboraci¨®n entre universidades y empresas en Espa?a y en otros pa¨ªses europeos surgen voces cr¨ªticas que advierten contra la posible ¡°mercantilizaci¨®n¡± de un bien p¨²blico como debe ser la Universidad. ¡°El gran problema es que los investigadores y profesores senior no quieren cambiar y pensar m¨¢s en el mercado¡±, dice Sergei Myasoedov, vicerrector de la universidad moscovita Academia del Presidente Ruso.
¡°Los que denunciamos el peligro de mercantilizaci¨®n de la Universidad no somos opuestos a la colaboraci¨®n con empresas, pero remarcamos que debe hacerse desde la equiparaci¨®n y el respeto mutuo. Nos oponemos a la sumisi¨®n de la Universidad a los intereses particulares externos, y en particular, a los mercados. Como servidores de la sociedad debemos atender todas sus demandas, que incluyen, pero va m¨¢s all¨¢, de las expresadas a trav¨¦s del mercado laboral o de los contratos de investigaci¨®n¡±, responde por correo electr¨®nico el exrector de la Polit¨¦cnica de Catalu?a Josep Ferrer. Considera, adem¨¢s, que las matr¨ªculas deber¨ªan ser gratuitas, como ocurre en algunos pa¨ªses del norte de Europa, y a?ade: ¡°En los contratos de investigaci¨®n y transferencia deber¨ªa, en primer lugar, garantizarse que efectivamente se trata de I+D+i, m¨¢s all¨¢ de la actividad propia de una consultar¨ªa o gabinete profesional¡±, a?ade. Adem¨¢s, Ferrer advierte contra negocios que traten solo de sacar beneficios, aunque sea para revertirlos en la universidad, pues esta no tiene ¡°la funci¨®n ni la capacidad para actuar como entidad meramente mercantil¡±.
Miguel Recio, exvicegerente de la UNED y miembro del Observatorio Social del Educaci¨®n de la Fundaci¨®n Primero de Mayo de CC OO, considera que ¡°quiz¨¢ s¨ª hay que hacer (sin descuidar las otras funciones de la Universidad) consultor¨ªas o controles de calidad a grandes empresas¡±. Considera que hay mucho camino por recorrer en este sentido, sobre todo, a trav¨¦s de las Administraciones P¨²blicas, que pueden aprovechar los recursos de las universidades en lugar de subcontratar con otras empresas.
Santiago ??iguez, presidente de IE Universidad, defiende la necesidad imperiosa de los campus de diversificar sus fuentes de ingresos. ¡°Es verdad que har¨ªa falta un cambio cultural, pero es muy f¨¢cil hablar desde la flexibilidad de una universidad privada, ya que los rectores de la p¨²blica muchas veces est¨¢n atados a la hora de probar cosas nuevas¡±, dice.
¡°La atracci¨®n de fuentes de financiaci¨®n adicional requiere sin duda de m¨¢s autonom¨ªa. En nuestros an¨¢lisis hemos encontrado que, cuanta m¨¢s existe, mayor es la capacidad para atraer dinero de fuentes alternativas, en particular, en aquellos casos que cuentan con autonom¨ªa para manejar las cuentas y de recursos humanos¡±, dice Estermann, de la EUA. Y a?ade: ¡°En muchas ocasiones, tambi¨¦n es evidente que los campus necesitan estructuras de gobierno m¨¢s eficientes¡±.
La gobernanza es una de las claves de la reforma que ha prometido acometer el Ministerio de Educaci¨®n espa?ol. Durante a?os, muchos especialistas han reclamado ¨®rganos de gobierno universitario con m¨¢s capacidad de decisi¨®n real, pues el poder est¨¢ muy fragmentado entre facultades y departamentos. Otros expertos, sin embargo, temen que se pierda la gesti¨®n democr¨¢tica y que los campus p¨²blicos queden a merced de intereses pol¨ªticos o econ¨®micos. En todo caso, Recio asegura que, seg¨²n su experiencia, el sistema actual no es el culpable de las bajas de cifras de contratos con empresas, sino la falta de demanda por parte de las compa?¨ªas y de la escasez de recursos en los campus para atender las posibles peticiones.
En todo caso, porbablemente s¨ª har¨ªa falta otra gobernanza y otra legislaci¨®n para explotar en Espa?a la otra gran fuente de la que habla el estudio europeo: todos los servicios que giran alrededor de la vida acad¨¦mica. Por ejemplo, la gesti¨®n y el alquiler de pisos de estudiantes, residencias, los catering. Estos servicios reportan el 4% de los beneficios a las universidades europeas, pero alcanzan el 25% en algunos campus brit¨¢nicos.
Matr¨ªculas y desigualdad
Las matr¨ªculas universitarias han aumentado este a?o en la mayor parte de las comunidades aut¨®nomas espa?olas: hasta los 400 euros de subida (Madrid y Castilla y Le¨®n), o de 600 a 900 euros en Catalu?a. Para los repetidores, los precios se han disparado en la inmensa mayor¨ªa. Espa?a sigue as¨ª la estela de otros: Inglaterra ha subido de 6.000 a 9.000 libras anuales (de unos 7.600 a 11.450 euros); en Irlanda, de 825 euros en 2007 a 2.000.
La idea extendida, desde hace muchos a?os, es la de que el t¨ªtulo universitario es muy rentable, pero que lo es mucho m¨¢s para el que lo posee que para la sociedad en su conjunto, as¨ª que el individuo debe pagar m¨¢s (la matr¨ªcula) y la sociedad menos (la inversi¨®n p¨²blica). Santiago ??iguez, presidente de IE Universidad, defiende la subida de unas tasas que, asegura, deber¨ªan cubrir en torno al 50% del coste, aunque tambi¨¦n deber¨ªa haber ayudas suficientes para compensar. Efectivamente, la teor¨ªa dice que a medida que suben las tasas, habr¨ªa que aumenta las becas y otras ayudas (como los cr¨¦ditos a pagar una vez titulados).
El problema es que esta subida de precios ha llegado en muchos casos con la presi¨®n de la crisis, que no permite aumentar el dinero de las ayudas.
¡°Las tasas de matr¨ªcula pueden, por supuesto, proporcionar m¨¢s ingresos a corto plazo y suponer en un corto periodo de tiempo una mayor proporci¨®n de los ingresos. Pero lo que no se debe olvidar es que la financiaci¨®n p¨²blica tambi¨¦n tiene que dar apoyo a los estudiantes, as¨ª que desde el punto de vista del Gobierno no puede ser la ¨²nica soluci¨®n¡±, dice desde la Asociaci¨®n Europea de Universidades Thomas Estermann.
Y las matr¨ªculas, adem¨¢s, tienen un l¨ªmite, advierten los especialistas. Y no solo por el riesgo de desigualdad social al cerrar el paso a la universidad a una parte de la sociedad, sino porque, incluso si compensan precios muy altos con cr¨¦ditos, se corre el riesgo de que se hinche una especie de burbuja universitaria como ha ocurrido en EE UU. All¨ª, el Gobierno ha tenido que llegar a intervenir para aligerar una deuda estudiantil que ahoga a millones de j¨®venes y que ha alcanzado una cifra de 1.000 millones de d¨®lares. ¡°La realidad es que la mayor¨ªa de los estudiantes pobres tienen enormemente limitadas sus opciones de educaci¨®n superior¡±, explicaba recientemente la profesora de la Universidad George Washington (Estados Unidos) Elaine El Khawas.
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