¡°Los sat¨¦lites ayudan a superar la brecha digital¡±
El directivo de Hispasat asiste hoy al lanzamiento del Amazonas-3
Llega sonriente y con aspecto tranquilo, pero es muy probable que hoy sea el espa?ol m¨¢s nervioso. En apenas 10 segundos, su empresa se juega casi 300 millones de euros. Son los 10 segundos de la cuenta atr¨¢s para que el Amazonas-3 emprenda el largo viaje hacia el espacio, a 36.000 kil¨®metros de altura. Lo m¨¢s espectacular es ¡°la polvareda¡± que levanta el cohete durante el lanzamiento, dice Carlos Espin¨®s, consejero delegado de Hispasat, a punto de poner rumbo a la estaci¨®n de Kourou, en la Guyana Francesa, donde para hoy est¨¢ prevista la puesta en ¨®rbita del d¨¦cimo sat¨¦lite de la compa?¨ªa.
El primer Hispasat se lanz¨® hace 20 a?os, con el pr¨ªncipe Felipe y el entonces ministro de Obras P¨²blicas Jos¨¦ Borrell como testigos. Esta vez no habr¨¢ autoridades en el palco, situado a cuatro kil¨®metros de la zona cero del puerto espacial. Y es que en estas dos d¨¦cadas, el Estado ha ido perdiendo peso en el que es el octavo operador de sat¨¦lites del mundo. ¡°Lo importante¡±, recalca Espin¨®s, ¡°es tener una personalidad espa?ola y eso no va a cambiar si la Administraci¨®n tiene una mayor o menor participaci¨®n. Nuestro ADN es espa?ol¡±.
Enfocado especialmente a Latinoam¨¦rica, este ingeniero de telecomunicaciones explica que el Amazonas-3 aspira a contribuir a superar ¡°la brecha digital¡±, esa barrera tecnol¨®gica que divide a los inforricos de los infopobres. ¡°El sat¨¦lite es el sistema m¨¢s democr¨¢tico posible. Cuesta lo mismo recibir servicios de banda ancha en una ciudad o en una zona aislada en medio de la selva¡±. Adem¨¢s, permite llevar la teleense?anza o la telemedicina a parajes remotos e inextricables. Ejemplo: ¡°Mediante una c¨¢mara web y un ordenador un m¨¦dico puede hacer visitas virtuales a los enfermos situados en medio de una catarata¡±.
M¨¢s que la cuenta de resultados, es esa dimensi¨®n social la que satisface de manera especial al consejero delegado de Hispasat. Recuerda que tras el devastador terremoto que sacudi¨® Hait¨ª hace dos a?os ¡ªcaus¨® la muerte a 220.000 personas y llev¨® el caos al pa¨ªs m¨¢s pobre del hemisferio occidental¡ª era crucial restablecer las comunicaciones. ¡°En cat¨¢strofes provocadas por inundaciones, se¨ªsmos o huracanes, los sistemas terrestres quedan inservibles. Algo tan b¨¢sico como poder transmitir a las personas afectadas c¨®mo conseguir agua, comida o medicina solo es posible con los sat¨¦lites¡±, afirma Espin¨®s, que destaca tambi¨¦n el papel que desempe?aron estos sofisticados artefactos durante el hurac¨¢n Katrina. Mirando a Espa?a, cree que son un complemento a las infraestructuras terrestres all¨ª donde no tiene sentido que se desarrollen, como en las zonas rurales, o para las comunicaciones con barcos y aviones.
Convencido de que el sector espacial es uno de los pilares de la investigaci¨®n y el desarrollo ¡ª¡°es el tractor de la industria espa?ola¡±¡ª, asegura que alg¨²n d¨ªa har¨¢n posible hablar por el m¨®vil desde los aviones o ver un partido de f¨²tbol en directo mientras se viaja en AVE. ¡°Incluso si el tren atraviesa un t¨²nel, las antenas se reorientan¡±, matiza. De momento, Hispasat presta servicios de Internet m¨®vil en los ferrocarriles de Italia, Francia, Alemania u Holanda. El reto ahora es Espa?a. ¡°Estamos hablando¡±, anuncia.
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