Hospitales p¨²blicos catalanes cobran por dar habitaci¨®n individual
La coordinadora de pacientes habla de ¡°ciudadanos de primera y de segunda¡± Otros centros cobran para poder reclinar la butaca del acompa?ante del enfermo
Los duros recortes aplicados en la sanidad p¨²blica catalana por el Gobierno de Artur Mas (CiU) ¡ªque redujeron el gasto por paciente el 11,3% en 2012¡ª han llevado a los hospitales de esta comunidad a buscar nuevas v¨ªas de financiaci¨®n que est¨¢n rompiendo el acceso universal en condiciones de equidad a los servicios p¨²blicos sanitarios. Algunos hospitales ofrecen al paciente una habitaci¨®n privada si pagan por ello y cobran a los familiares por el uso de sillones reclinables para pernoctar al cuidado del ingresado.
El Hospital Cl¨ªnic, en Barcelona, es uno de estos centros. Defiende que la medida es ¡°voluntaria¡± y est¨¢ supeditada a que haya ¡°camas libres¡±. La tarifa es variable: si el familiar duerme en una butaca, el precio es de 40 euros, mientras que si lo hace en una cama, el precio sube hasta los 70. La direcci¨®n del centro asegura que la mayor¨ªa de habitaciones que se ofrecen para este servicio son de maternidad. Fuentes sindicales del centro afirman que la oferta se extiende a otras especialidades y critican estas pr¨¢cticas por ¡°discriminatorias¡±. Se trata, dicen, de tener servicios ¡°solo para los que se lo pueden permitir¡±.
Tener una cama en el Cl¨ªnic para el acompa?ante cuesta 70 euros
El peculiar sistema sanitario catal¨¢n, muy distinto al del resto de comunidades, posibilita la adopci¨®n de estas decisiones en los hospitales. Solo ocho de los 62 centros hospitalarios de agudos p¨²blicos son directamente gestionados por la Generalitat. El resto, aunque financiados casi enteramente por el Departamento de Salud, dependen de otras Administraciones o entidades ¡ªmunicipios, entes p¨²blicos, fundaciones y empresas privadas¡ª y cuentan con una gran autonom¨ªa de gesti¨®n. ¡°Estos hospitales tienen libertad para organizarse seg¨²n su criterio. Nosotros no podemos entrar en si cobran por servicios hoteleros¡±; as¨ª los denomin¨® en su declaraci¨®n una portavoz de Salud.
La presidenta de la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad, Carme Sabater, lament¨® la medida: ¡°Volvemos a hablar de ciudadanos de primera y de segunda¡±. A su parecer, esta b¨²squeda de financiaci¨®n emprendida por los hospitales catalanes es ¡°otro copago m¨¢s¡±. Sabe que no todos los hospitales cobran por estos servicios, pero responsabiliza a la Generalitat por permitir un sistema de gesti¨®n tan laxo entre los centros sanitarios.
En 2011, la Generalitat recort¨® el 8,5% del gasto hospitalario
Un caso extremo de esta autonom¨ªa de gesti¨®n, destapado por EL PA?S la semana pasada, es el del hospital de Sant Pau, que ha abierto una v¨ªa para que los pacientes de cirug¨ªa vascular ¡ªprincipalmente los afectados por varices¡ª puedan operarse previo pago sin tener en cuenta la lista de espera de la sanidad p¨²blica.
El gasto sanitario, desde 2010, a?o en que comenz¨® a gobernar CiU, no ha parado de reducirse. El Departamento de Salud redujo en 2011 un 8,5% el presupuesto destinado a los hospitales, cifra a la que hay que sumar el 11,3% por paciente del a?o pasado. Los recortes se han cebado especialmente en los ocho grandes hospitales, los del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), que gestiona directamente la Generalitat. A pesar de estos recortes, fuentes sindicales desde?an las nuevas medidas de financiaci¨®n porque entienden que el dinero que se puede conseguir por el cobro de esos servicios es ¡°insignificante¡± en relaci¨®n con la factura sanitaria.
Adem¨¢s de las habitaciones privadas, los centros han puesto en marcha otras v¨ªas de ingresos. En enero, el hospital de L¡¯Esperan?a, en Barcelona, inici¨® una prueba piloto: cobrar por pernoctar reclinando el respaldo de las butacas que hay en las habitaciones para los acompa?antes que quieran dormir junto a los pacientes. Una f¨®rmula que ya han instaurado otros siete hospitales de Catalu?a, como los de Vic y Berga (Barcelona), Campdev¨¤nol y Blanes (Girona) y La Seu d¡¯Urgell (Lleida). Este ¨²ltimo hospital tambi¨¦n ha llevado a cabo operaciones por la v¨ªa privada alternativas a las de la sanidad p¨²blica para aumentar sus ingresos.
M¨¢s de 500 butacas en alquiler est¨¢n instaladas en ocho hospitales
En el hospital de L¡¯Esperan?a se han dispuesto 20 butacas para ¡°ver la acogida que tienen entre la gente¡±, asegura una portavoz del centro. El precio es de cinco euros por 20 horas de uso ininterrumpido, aunque si se compra una tarjeta para cinco d¨ªas, el precio es de 20 euros. Desde el centro explican que la medida est¨¢ destinada a comprar nuevas butacas sin tener que abonar su ¡°alto precio¡± ¡ª1.800 euros¡ª, y asegura que el hospital no se queda ¡°pr¨¢cticamente nada¡± del dinero que pagan los usuarios. A pesar de no poder dar datos, la portavoz revela que la acogida de esta medida ha sido ¡°m¨¢s bien mala¡±.
Con las del hospital de L¡¯Esperan?a, en Catalu?a ya hay m¨¢s de 500 butacas de pago. Decam es la empresa que provee a estos hospitales. Miquel Lobato, gerente de la compa?¨ªa y exalcalde por CiU de Sant Feliu de Gu¨ªxols, un municipio de 21.961 habitantes de la Costa Brava, explica que las butacas tienen ¡°muchos m¨¢s usos que el de dar descanso a los acompa?antes¡±. Lobato asegura que sirven tambi¨¦n como ¡°silla de ruedas y mejoran la movilidad de los pacientes dentro del hospital¡±. El contrato que tiene Decam con los hospitales es de cinco a?os. Durante este tiempo, la empresa se quedar¨¢ una parte del dinero que paguen los ciudadanos para amortizar el coste de las butacas.
No pienso pagar por un servicio que antes era gratuito¡±, dice un familiar
A Ferm¨ªn Fuentes, barcelon¨¦s afincado en Zaragoza, este servicio le parece una barbaridad: ¡°Yo no pienso pagar ni un euro por reclinar un asiento que en cualquier sitio es gratis¡±. Fuentes visita a su padre aquejado de una insuficiencia cardiaca en el hospital de L¡¯Esperan?a. Si todo va bien, estar¨¢ hospitalizado cuatro d¨ªas. Fuentes elude la oferta del centro y opta por dormir en casa de su pareja, en Sant Andreu de la Barca, a 25 kil¨®metros de distancia. ¡°?D¨®nde vamos a llegar con todo esto?¡±, se pregunta. ¡°A la privatizaci¨®n de toda la sanidad¡±, se responde a s¨ª mismo.
Pero no todos lo ven igual. Elisenda Almirall dio a luz el pasado diciembre en el hospital p¨²blico de Igualada (Barcelona) a su hija Lola. ¡°Pagamos 55 euros para poder disfrutar solos de una habitaci¨®n con dos camas¡±, explica. Era su segundo parto y lo ocurrido la primera vez la anim¨®, junto a su pareja, Xavi Garc¨ªa, a pagar por esta opci¨®n. ¡°Con el primero compartimos habitaci¨®n. Todo fue bien, pero en algunos momentos del d¨ªa en la habitaci¨®n se apelotonaban familiares y amigos, nuestros y de la otra pareja. Esta vez quer¨ªamos algo m¨¢s de intimidad y comodidad. Adem¨¢s, claro, nos lo pod¨ªamos permitir¡±, argumenta la pareja. ¡°Mereci¨® la pena. El sistema nos parece perfecto siempre y cuando el servicio no perjudique a otros pacientes¡±.
La autonom¨ªa de gesti¨®n
- La mayor¨ªa de los hospitales p¨²blicos de agudos catalanes ¡ª54 de 62¡ª cuentan con plena autonom¨ªa de gesti¨®n. Dependen de municipios, entes p¨²blicos y fundaciones o empresas privadas, aunque est¨¢n financiados por la Generalitat.
- Esta autonom¨ªa les permite buscar v¨ªas de financiaci¨®n cobrando por servicios de hosteler¨ªa u ofreciendo intervenciones por la v¨ªa privada, sin tener en cuenta las listas de espera.
- La Generalitat gestiona directamente ocho grandes hospitales, agrupados en el Instituto Catal¨¢n de la Salud. Un portavoz asegura que el ICS no contempla ofrecer habitaciones de pago en sus hospitales" ni la de instalar butacas de pago.
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