Los ni?os espa?oles a¨²n sonr¨ªen a la crisis
Los menores sufren los rigores de la recesi¨®n pero la familia y los amigos les protegen Se sienten m¨¢s satisfechos que otros de pa¨ªses con mayor nivel de bienestar
?Se puede ser feliz cuando las cosas vienen mal dadas? Ciertamente el dinero no da la felicidad, pero uno puede sentirse feliz o al menos satisfecho cuando est¨¢ bien rodeado. As¨ª lo sienten los ni?os espa?oles. Espa?a est¨¢ en una de las peores posiciones en la clasificaci¨®n de bienestar infantil de pa¨ªses ricos realizado por Unicef, pero cuando se pregunta a los peque?os dicen sentir satisfacci¨®n con su vida. Parece que a¨²n no han acusado de lleno los rigores de la crisis, que se est¨¢n cebando con las familias y con su sistema de protecci¨®n social.
La situaci¨®n econ¨®mica ha convertido a Espa?a en uno de los pa¨ªses con las tasas m¨¢s altas de pobreza infantil de los desarrollados ¡ªsolo superadas por Letonia, Estados Unidos y Ruman¨ªa en una clasificaci¨®n de 29 Estados¡ª: afectaba en 2010 a un 20% de los menores, cinco puntos m¨¢s que en 2000. Pero la cifra contrasta con la visi¨®n de los ni?os sobre su realidad: los chavales espa?oles son los terceros m¨¢s satisfechos. En contraposici¨®n est¨¢, por ejemplo, Alemania donde su sexto puesto en bienestar infantil no le ha garantizado m¨¢s que el n¨²mero 22 en la satisfacci¨®n de sus peque?os. ?C¨®mo se explica esta paradoja?
En Espa?a, las relaciones de los ni?os entre ellos y con su entorno, el sistema escolar y el colch¨®n familiar han logrado en esos a?os amortiguar el golpe de la situaci¨®n econ¨®mica hacia los m¨¢s peque?os, que se han sentido felices con su vida. A pesar de todo. Pero conforme adelgazan las ayudas de la Administraci¨®n para las familias y la situaci¨®n empeora, alertan los expertos, se cierra el paraguas de protecci¨®n.
Los recortes sociales agravar¨¢n m¨¢s la situaci¨®n, advierten los expertos
¡°Las relaciones sociales en este pa¨ªs son m¨¢s estrechas. Las familias espa?olas se esfuerzan por mantener una red social, lo que hace que los ni?os est¨¦n m¨¢s contentos a pesar de que su ambiente sea m¨¢s precario¡±, explica Goran Holmqvist, director adjunto de investigaci¨®n estrat¨¦gica de Unicef, que ayer present¨® este estudio que radiograf¨ªa la poblaci¨®n hasta los 18 a?os. A juicio de este experto, estas razones han contribuido a que los chavales espa?oles sean los m¨¢s felices de entre los pa¨ªses desarrollados; solo por detr¨¢s de los holandeses y los islandeses. Es una ecuaci¨®n similar a la que existe en Grecia que, seg¨²n el informe de Unicef, se encuentra en el puesto 26 en bienestar infantil pero en el quinto en satisfacci¨®n de los menores.
Un 3,9% de la poblaci¨®n vive con privaciones materiales severas
Carlos Sus¨ªas, presidente para Espa?a de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusi¨®n Social (EAPN), incide en que la red familiar ha ayudado a superar esas carencias. ¡°Si el menor se siente protegido y escuchado por los suyos, por su entorno y en la escuela, como ocurre en Espa?a, se siente parte activa de la sociedad¡±, dice. ¡°Adem¨¢s, estamos en un pa¨ªs donde se protege much¨ªsimo a la infancia. Cuando la familia tiene problemas intenta no traslad¨¢rselos al menor de la manera m¨¢s cruda. Quiz¨¢ se los expliquen, le digan que no se puede comprar esto o aquello; pero se trata de que no sufra consecuencias directas¡±, dice.
El 20% de los menores espa?oles pertenece a hogares que ingresan solo el 50% de la renta media nacional. Y hay dos millones de ni?os que viven en familias cuyos ingresos rondan los 14.000 euros anuales para dos adultos y dos hijos, seg¨²n los datos de Unicef. Estos indicadores hacen que la situaci¨®n sea cada vez m¨¢s dif¨ªcil para que las familias salgan adelante, pero no suponen ¡ªo al menos no lo hac¨ªan en 2010¡ª un problema generalizado de privaci¨®n material grave para los ni?os. La UE lo mide estudiando aquellos hogares que no pueden permitirse cuatro de los bienes de consumo considerados b¨¢sicos: pagar la hipoteca, el alquiler o las letras del piso; mantener la vivienda a temperatura adecuada en invierno; unas vacaciones de al menos una semana al a?o; poder hacer una comida de carne, pollo o pescado cada dos d¨ªas; tener capacidad para afrontar gastos imprevistos; tener tel¨¦fono; tener televisi¨®n en color; tener lavadora y tener coche. En Espa?a, el porcentaje de poblaci¨®n que vive situaciones de privaci¨®n material severa ha pasado del 3,5% en 2009 al 3,9% en 2011.
Es un porcentaje importante pero no abismal. Por el momento. Espa?a est¨¢, de hecho, en el puesto 10 en la tasa de privaci¨®n infantil de Unicef. Un ¨ªndice que contabiliza a los menores que no pueden permitirse cosas como hacer al menos una comida al d¨ªa con carne o pescado, comer frutas a diario, tener libros adecuados para su edad, tener art¨ªculos para ocio al aire libre (como una bici, patines¡), poder hacer actividades de esparcimiento, tener juguetes en casa, dinero para actividades extraescolares y excursiones, un sitio para hacer las tareas¡
¡°Tenemos un sistema en que los ni?os se sienten satisfechos porque tienen buenos v¨ªnculos relacionales, familia, amigos, apoyos que hacen que las personas tengan redes con las que es m¨¢s f¨¢cil resolver sus problemas. Tanto para ayudarles como para mantener su proyecto vital¡±, dice Ana Lima, presidenta del Consejo General del Trabajo Social (CGTS).
Lourdes Gait¨¢n, soci¨®loga de la infancia y presidenta del Grupo de Sociolog¨ªa de Infancia y Adolescencia, apunta que el bienestar es un concepto subjetivo ¡ªno solo se mide por el dinero o la satisfacci¨®n¡ª y que los ni?os y adolescentes espa?oles suelen puntuar alto en la mayor¨ªa de estas encuestas. ¡°Se pueden hacer hip¨®tesis del porqu¨¦, una de ellas es la confianza con los padres, la capacidad de hablar, la existencia de redes de familia extensa¡±, dice. Sin embargo, alerta: ¡°Lo que no podemos hacer es caer en minimizar la gravedad de la pobreza material porque los ni?os son pobres pero est¨¢n contentos¡±. Una percepci¨®n que puede acarrear un abordaje ligero de la cuesti¨®n. ¡°Es cierto que lo material no da la felicidad, pero eso no nos exime de poner de relevancia que los datos de pobreza infantil son grav¨ªsimos. En este pa¨ªs pensamos que los ni?os son propiedad de los padres y no. Son de toda la sociedad. Tenemos que velar y preservar su bienestar¡±, sigue.
Los expertos apuntan, adem¨¢s, que ese sentimiento de satisfacci¨®n vital que los menores sent¨ªan en 2010 puede haber variado mucho. De igual manera que la situaci¨®n del pa¨ªs ha ca¨ªdo. La red familiar ¡ªincluso a costa de las pensiones de los abuelos¡ª junto con las ayudas de las Administraciones, dice Sus¨ªas, hab¨ªan logrado mantener esos ¨ªndices en asuntos tan b¨¢sicos como comer carne o pescado y en tener algunos juguetes. ¡°Si se volviera a preguntar a los menores por su satisfacci¨®n vital la respuesta no ser¨ªa la misma. Ahora las familias lo pasan peor. Han recortado de todo antes de hacerlo en material o actividades para sus hijos, pero ya no tienen de donde rascar. Y los ni?os lo notan tanto en la psicolog¨ªa como en lo material¡±, dice Lima.
Es el caso de la familia de Rosario. Esta albacete?a de 35 a?os ¡ªy que prefiere no dar su apellido¡ª y con dos hijos de ocho y 11 a?os cuenta que hace ya muchos meses que sus peque?os no van a judo ni a nataci¨®n. ¡°Es lo ¨²ltimo donde hemos recortado, pero no podemos pagarlo¡±, lamenta. Desempleada como su pareja y con una hipoteca a la espalda dependen de la ayuda familiar para salir adelante. ¡°No es que no vea felices a los ni?os. Lo son, y tratamos de que lo sean d¨¢ndoles otras cosas. Pero cuando vamos a la compra y tenemos que elegir lo hacen ellos. Son conscientes de la situaci¨®n¡±, asegura.
Los trabajadores sociales ven situaciones como la de Rosario cada d¨ªa. ¡°Hay menores que no pueden ir a las actividades extraescolares o cuyas familias ni siquiera pueden permitirse pagar tres euros para que vayan de excursi¨®n¡±, alerta su presidenta. A la ca¨ªda del poder adquisitivo de las familias y el aumento del desempleo se suman los recortes en programas de protecci¨®n social que van desde las ayudas para cuidado de hijos hasta las becas de comedor o transporte escolar.
La soci¨®loga Gait¨¢n explica que, para los menores, el hecho de no poder comprar los libros o no poder llevar zapatillas de deporte no supone tanto una privaci¨®n material como la imposibilidad de relacionarse con sus compa?eros como iguales y hacer lo mismo que ellos hacen. Hasta ahora, dice, en estos ¨ªndices nos salvaba la satisfacci¨®n con la vida y la salud. Pero con el empeoramiento de estas cuestiones as¨ª como con los malos resultados en fracaso escolar y el alto ¨ªndice de adolescentes que ni trabajan ni estudian (un 14%), las calificaciones de Espa?a seguir¨¢n cayendo.
El pa¨ªs no podr¨¢, adem¨¢s, dar una correcta respuesta a la pobreza en la infancia sin programas espec¨ªficos. Como expone el informe de Unicef, no hay relaci¨®n entre la riqueza de un pa¨ªs y la pobreza infantil. Hay pa¨ªses como EE UU que est¨¢n al nivel de Letonia, Lituania y Ruman¨ªa. ¡°La renta per c¨¢pita explica solo una parte del problema. Hay un gran espacio de pol¨ªticas sociales y de distribuci¨®n de los ingresos vitales para entender por qu¨¦ ocurre esto¡±, dice el responsable del informe de Unicef. La clave, dicen, est¨¢ en el acceso a servicios p¨²blicos ¡ªeducaci¨®n o la sanidad¡ª, en las pol¨ªticas sociales y la familia.
Unos h¨¢bitos dispares
El informe de Unicef presentado ayer revela h¨¢bitos dispares entre los distintos pa¨ªses. Siempre se trata de ni?os de 11, 13 y 15 a?os. Estos son algunos de los resultados.
Peleas. Espa?a es el l¨ªder indiscutible en el porcentaje de ni?os de esas edades que declaran haber participado en una pelea f¨ªsica al menos una vez en los ¨²ltimos 12 meses. Solo en este pa¨ªs esta proporci¨®n supera el 50%, seguido de Grecia con un 49%.
Sobrepeso. Los niveles de obesidad infantil se encuentran por encima del 10% en todos los pa¨ªses, salvo Dinamarca, los Pa¨ªses Bajos y Suiza. Espa?a ocupa el puesto 23 de la clasificaci¨®n.
Bajo peso al nacer. Espa?a se sit¨²a en el puesto 25, casi al final de la lista, entre los que tienen m¨¢s beb¨¦s que pesan menos de 2.500 gramos al nacer. Estados Unidos, Portugal, Hungr¨ªa y Grecia tienen a¨²n tasas m¨¢s altas.
Tasa de matriculaci¨®n preescolar. La educaci¨®n de la primera infancia es pr¨¢cticamente universal en nuestro pa¨ªs, que ocupa el tercer puesto solo por debajo de Francia y los Pa¨ªses Bajos. Las tasas de matriculaci¨®n superan el 90% en la mitad de los pa¨ªses.
Comer fruta. Espa?a se sit¨²a a la mitad de la tabla de pa¨ªses en el consumo de fruta. Los ¨²nicos en los que menos del 30% de los ni?os toma fruta a diario son Finlandia y Suecia, as¨ª como los pa¨ªses b¨¢lticos.
Tasa de inmunizaci¨®n. Espa?a est¨¢ por encima de la media en cuanto a la vacunaci¨®n para el sarampi¨®n, la polio y el DPT3 para ni?os entre los 12 y los 23 meses. Nuestro pa¨ªs ocupa en puesto 13, por debajo de Hungr¨ªa y Grecia que encabezan la tabla con una tasa de inmunizaci¨®n del 99%.
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