¡°En el Ej¨¦rcito hay muchos gastos prescindibles¡±

Desde el pasado 3 de abril, el subteniente Jorge Bravo, presidente de la?Asociaci¨®n Unificada de Militares Espa?oles (AUME), la mayor asociaci¨®n profesional de las Fuerzas Armadas, con 4.000 afiliados, cumple un mes de arresto en el centro disciplinario de la base San Pedro, en Colmenar Viejo (Madrid). Su delito consiste en haber declarado, a una emisora de radio, que en el Ej¨¦rcito hay ¡°un sinf¨ªn de gastos superfluos que se pueden recortar antes de rebajar el sueldo a los militares¡±. Por ejemplo, bodas de plata de promociones, juras de bandera de civiles, festividades de patronos y un largo etc¨¦tera.

En el centro donde lleva 24 d¨ªas recluido no hay demasiadas distracciones ¡ªhacer deporte, leer o ver la TV¡ª, as¨ª que Bravo ha tenido tiempo para reflexionar y ha llegado a la conclusi¨®n de que sus palabras ¡°no fueron muy acertadas¡±. Pero no por el contenido, sino por la forma de expresarse. ¡°La pr¨®xima vez me explicar¨¦ mejor¡±. Y lo que explica, en el encuentro que mantuvo ayer con dos medios de comunicaci¨®n en la sala de visitas del centro de internamiento ¡ªparedes blancas, dos sof¨¢s, fotograf¨ªas de temas militares como ¨²nica decoraci¨®n¡ª es que un estudio de la AUME demuestra que hay una ¡°una larga lista de gastos que son perfectamente prescindibles y se pueden ahorrar sin afectar en absoluto a la operatividad de las Fuerzas Armadas¡±.

Es la tercera vez que el l¨ªder del asociacionismo militar cumple arresto por unas declaraciones pero, a diferencia de las?anteriores (en 2007, bajo Gobierno del PSOE), ahora est¨¢ en vigor la Ley de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas, que consagra el derecho de los militares a la libertad de expresi¨®n ¡°sin otros l¨ªmites que los derivados de la salvaguarda de la seguridad y defensa nacional, el deber de reserva y el respeto a la dignidad de personas e instituciones¡±, as¨ª como la necesidad de ajustarse a la disciplina ¡°en los asuntos estrictamente relacionados con el servicio¡±.

Bravo est¨¢ seguro de no haber vulnerado la ley, como tambi¨¦n lo est¨¢ el presidente de la organizaci¨®n que agrupa a 40 asociaciones militares de 26 pa¨ªses europeos (Euromil), el belga Enmanuel Jacob, que ha escrito una carta de protesta al ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, y ha visitado al subteniente en su reclusi¨®n. En cambio, no cree que a ¨¦l se le haya aplicado una vara de medir diferente que al general Chicharro, que no fue sancionado pese a justificar una intervenci¨®n del Ej¨¦rcito para frenar la secesi¨®n de Catalu?a. ¡°Sencillamente a ¨¦l no se le aplic¨® ninguna vara de medir, ni siquiera fue expedientado¡±, alega.

Es improbable que el arresto arredre a Bravo; m¨¢s posible es que su estancia modifique el funcionamiento del centro disciplinario. Tras elevar unas 30 quejas ha provocado, por ejemplo, que se ponga un tabl¨®n para los anuncios de las asociaciones de militares (obligado en toda instalaci¨®n militar) o se instale un esc¨¢ner (para evitar el registro manual de los paquetes).

Est¨¢ dispuesto a recurrir al Constitucional o al Tribunal de Estrasburgo, si fuera preciso, pero eso no evitar¨¢ que siga encerrado hasta que el 3 de mayo cumpla su castigo. Solo tres d¨ªas despu¨¦s, como presidente de AUME, asistir¨¢ a una reuni¨®n extraordinaria del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, un ¨®rgano asesor del propio Moren¨¦s. El tema a tratar: la libertad de expresi¨®n de los militares.