Un paso m¨¢s hacia una muerte digna

En el a?o 2010, el Parlamento Andaluz aprob¨® la Ley de Derechos y Garant¨ªas de la Dignidad de la Persona en el Proceso de la Muerte. La ley de muerte digna culmin¨® una amplia deliberaci¨®n pol¨ªtica, social y profesional sobre la toma de decisiones alrededor de la muerte, en buena medida desencadenada por el caso de Inmaculada Echevarr¨ªa. Pero es un debate que no cesa y que se aviva ante ejemplos como los de la propia Inmaculada, Ramona Est¨¦vez o Eluana Englaro, quienes han dado rostro a conflictos sin resolver entre la libertad individual y los condicionantes sociales sobre el morir.

La ley andaluza se ha acompa?ado de un despliegue de acciones: nuevas unidades de cuidados paliativos, m¨¢s lugares donde hacer la declaraci¨®n de voluntad vital, la incorporaci¨®n de los registros a la historia cl¨ªnica electr¨®nica o la conformaci¨®n de los comit¨¦s de ¨¦tica asistencial para todos los centros. Pero persisten grandes lagunas de conocimiento por parte de pacientes y profesionales, incertidumbres e inquietudes sobre las consecuencias de las decisiones; y actitudes pasivas, dilatorias o incluso de rechazo ante estas situaciones.

El testamento vital es una herramienta muy ¨²til que se ejercita como expresi¨®n de voluntad ante situaciones hipot¨¦ticas, gen¨¦ricas o alejadas en el tiempo, por lo que puede resultar poco preciso. El proceso de planificaci¨®n anticipada de las decisiones lo complementa, al aproximar la reflexi¨®n sobre las preferencias del enfermo a un momento de enfermedad en el que se puede prever su evoluci¨®n, lo que supone la mejor garant¨ªa de su aplicaci¨®n. Por ejemplo ante una enfermedad neurodegenerativa, respiratoria cr¨®nica o un proceso oncol¨®gico, los profesionales pueden imaginar los puntos de decisi¨®n potencialmente conflictivos a los que se va a enfrentar ese paciente y prepararlo, junto a su familia, para tomar decisiones relacionadas con el proceso de la muerte de la mejor manera y en el momento m¨¢s adecuado.

Se trata de configurar una hoja de ruta para un proceso que est¨¢ por venir en un plazo breve, contribuyendo a superar el miedo, la desconfianza o los prejuicios del paciente cuando todav¨ªa se encuentra capaz. Y de los propios profesionales, evitando actitudes pasivas o pactos de silencio.

La implantaci¨®n sistem¨¢tica de un proceso de planificaci¨®n anticipada dota a los centros de un instrumento para que la toma de decisiones se haga de manera efectiva y con alta calidad; significa un paso m¨¢s en la conformaci¨®n de una actitud profesional m¨¢s proactiva ante estas situaciones, m¨¢s consciente de la autonom¨ªa personal, m¨¢s respetuosa con los valores individuales y m¨¢s cercana a los temores y sentimientos del paciente; pero, sobre todo, supone un paso m¨¢s para asegurar que las personas en los momentos finales de su vida reciban una atenci¨®n sanitaria plenamente acorde con sus valores y preferencias.

Jos¨¦ Luis Rocha es secretario general de Calidad e Innovaci¨®n de la Consejer¨ªa de Salud de Andaluc¨ªa.