Defensa rechaza a los aspirantes a soldado con tatuajes ¡°visibles¡±
Una letra de cuatro cent¨ªmetros en la mu?eca impide a una joven ser militar
J. C. naci¨® hace 25 a?os en Getafe (Madrid), en el cintur¨®n industrial de la capital, donde vive con sus padres: ¨¦l es mec¨¢nico, sufre una discapacidad del 33% y trabaja en la ONCE; ella es peluquera, carece de empleo y ejerce de ama de casa. A esta mujer siempre le atrajo la vida militar y hace siete a?os, cuando el Ej¨¦rcito andaba escaso de reclutas, ya estuvo tentada de convertirse en soldado. Su familia la convenci¨® para que estudiara una carrera y en junio del a?o pasado se gradu¨® en Derecho por la Universidad Carlos III. Asiste por las ma?anas a una academia donde se prepara para ingresar en las Fuerzas Armadas y pasa dos horas diarias en el gimnasio, poni¨¦ndose a punto para las pruebas f¨ªsicas. Su sue?o es acabar de oficial en el Cuerpo Jur¨ªdico Militar, y piensa que, para alcanzarlo, lo mejor es empezar de soldado raso.
Con estudios superiores, carn¨¦ de conducir y certificado de ingl¨¦s, J. C. est¨¢ muy por encima del nivel exigido para optar a las 1.500 plazas de tropa y mariner¨ªa convocadas este a?o por el Ministerio de Defensa. Pero se ha tropezado con un obst¨¢culo tan min¨²sculo como aparentemente insalvable: un tatuaje en tinta negra de 4 x 2 cent¨ªmetros en su mu?eca izquierda.
Ninguna ley respalda los nuevos requisitos para entrar en el Ej¨¦rcito
El pasado 17 de junio la academia donde se prepara para ser militar le remiti¨® la convocatoria publicada en el BOE. J. C. la ley¨® con detenimiento, aunque ya la conoc¨ªa de a?os anteriores.
En el punto 3.3.i), relativo a las condiciones para poder participar en la oposici¨®n, salt¨® la sorpresa: se exige ¡°carecer de tatuajes que contengan expresiones o im¨¢genes contrarias a los valores constitucionales, autoridades, virtudes militares, que supongan desdoro para el uniforme, que puedan atentar contra la disciplina o la imagen de las Fuerzas Armadas en cualquiera de sus formas, que reflejen motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, ¨¦tnico o religioso¡±.
Hasta ah¨ª, no ten¨ªa de qu¨¦ preocuparse. Su tatuaje es una E may¨²scula girada, con una l¨ªnea que la cruza en diagonal. Nada que pueda interpretarse como racista, sexista o anticonstitucional. Pero el texto de la convocatoria prosegu¨ªa: ¡°As¨ª mismo, no son permitidos los tatuajes que pudieran ser visibles vistiendo las diferentes modalidades de los uniformes de las Fuerzas Armadas no especiales¡±.
Muchos legionarios est¨¢n tatuados, pero la norma
J. C. consult¨® con algunos militares con los que coincid¨ªa en el gimnasio y que luc¨ªan aparatosos tatuajes en los brazos o las piernas. Intentaron tranquilizarla: mucho antes de que se pusiera de moda entre los civiles, algunos cuerpos militares, como la Legi¨®n, hicieron del tatuaje su se?a de identidad. Si echaran del Ej¨¦rcito a todos los soldados tatuados, alg¨²n cuartel se quedar¨ªa casi vac¨ªo.
Pero J. C. no estaba segura. El uniforme de verano es de manga corta y su mu?eca, inocultable. Decidi¨® consultar a la direcci¨®n de correo electr¨®nico que figura en la p¨¢gina web del Ministerio de Defensa. ¡°He le¨ªdo las bases de la actual convocatoria para tropa y mariner¨ªa [...] Yo tengo un tatuaje en la mu?eca, peque?o (unos 4 cms.), es una letra may¨²scula del alfabeto, y quer¨ªa saber si ello me imposibilita para acceder a la convocatoria¡±.
Una semana despu¨¦s le lleg¨® la respuesta: ¡°Estimado Sr. [sic]: En relaci¨®n a su consulta, le informamos que no puede tener ning¨²n tatuaje ([la convocatoria] no indica el tama?o), que se vea con cualquier uniformidad (ya sea de invierno o de verano)¡±. J. C. acudi¨® a un centro de tratamiento est¨¦tico para saber cu¨¢nto le costar¨ªa borrarse el tatuaje. Unas cinco semanas y 1.200 euros. Demasiado tarde y demasiado caro.
Un portavoz de Defensa asegur¨® ayer que la prohibici¨®n de llevar tatuajes ofensivos deriva del c¨®digo disciplinario y la que proscribe cualquier tatuaje visible del ¡°respeto a la uniformidad¡± y la ¡°instrucci¨®n de polic¨ªa de personal y aspecto f¨ªsico¡±, aunque no se obligue a los militares a quitarse los tatuajes.
Las anteriores convocatorias de tropa y mariner¨ªa no inclu¨ªan este requisito. Tampoco las de ingreso en la Guardia Civil.
La ley de la Carrera Militar y la de Tropa y Mariner¨ªa enumeran las condiciones para convertirse en militar: ser espa?ol (o de algunos pa¨ªses iberoamericanos), tener de 18 a 29 a?os, no estar privado de derechos civiles, carecer de antecedentes penales, no haber sido expulsado de la Administraci¨®n, poseer la titulaci¨®n acad¨¦mica exigida, superar las pruebas selectivas. Nada que ver con la est¨¦tica o el aspecto f¨ªsico.
Mariano Casado, abogado y dirigente de la Asociaci¨®n Unificada de Militares Espa?oles (AUME), cree que la exigencia puede ser inconstitucional. Recuerda que el art¨ªculo 30 de la Constituci¨®n reconoce a los espa?oles ¡°el derecho y el deber¡± de defender a Espa?a; y el 103 ¡°el acceso a la funci¨®n p¨²blica de acuerdo a los principios de m¨¦rito y capacidad¡±. Ninguna convocatoria puede imponer requisitos que no est¨¦n previstos en la ley, advierte.
J. C. luce su tatuaje desde los 19 a?os. Asegura que la E girada y tachada significa error. Pero seguro que el mayor error no es suyo.
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