¡°El Estado nos forma y otros pa¨ªses recogen los frutos¡±

Apenas lleva un mes en la Universidad de Harvard, en Boston (Estados Unidos), pero la joven investigadora Leticia D¨ªaz Beltr¨¢n dice que ya echa de menos el jam¨®n y las patatas alioli de su tierra, Ja¨¦n. En todo caso, es un recuerdo que da por bueno si se tiene en cuenta c¨®mo era su situaci¨®n hasta hace poco. Esta experta en biocomputaci¨®n, que empez¨® su doctorado hace tres a?os en el grupo de Biolog¨ªa de sistemas y organismos de la Universidad de Ja¨¦n (UJA), llevaba m¨¢s de un a?o y medio trabajando gratis porque los recortes cortaron el grifo de la financiaci¨®n en su investigaci¨®n sobre la relaci¨®n entre gen¨¦tica y autismo.

La situaci¨®n de D¨ªaz, cuya capacidad ensalzan todos sus profesores, no pas¨® desapercibida en la Unidad de Biolog¨ªa Computacional de la Harvard Medical School, dirigida por el doctor Dennis P. Wall, que ha sido quien le ha ofrecido un contrato de un a?o que le permitir¨¢ finalizar su tesis doctoral. ¡°En principio se firm¨® un convenio de colaboraci¨®n entre Harvard y la UJA por el que se facilitar¨ªa el intercambio de estudiantes entre ambas instituciones, con una beca de unos 3.000 euros, pero con los recortes todo quedo en palabras¡±, se lamenta D¨ªaz desde Boston a trav¨¦s de correo electr¨®nico.

Y es que, desde la distancia se adivina un sentimiento de decepci¨®n en esta investigadora, forzada a dejar su pa¨ªs: ¡°Es frustrante que el Estado gaste dinero en nuestra formaci¨®n para que luego sean otros pa¨ªses los que recojan los frutos de nuestro trabajo, es algo sinsentido¡±, explica. A su juicio, el panorama para los investigadores en Espa?a resulta ¡°desolador¡±. ¡°Recortar en investigaci¨®n es lo peor que se puede hacer en ¨¦poca de crisis, lo l¨®gico ser¨ªa que se invirtiera en conocimiento, ciencia, tecnolog¨ªa, innovaci¨®n, para aumentar la productividad y los valores de exportaci¨®n. Incentivarla I+D+i en universidades, centros de investigaci¨®n y empresas es primordial en estos momentos¡±, resume Leticia D¨ªaz.

De su trabajo en Harvard habla con pasi¨®n. ¡°B¨¢sicamente, desde el punto de vista molecular, estamos buscando qu¨¦ genes est¨¢n implicados en el autismo y su relaci¨®n con otras enfermedades autoinmunes con el fin de poder detectar posibles dianas terap¨¦uticas y f¨¢rmacos de aplicaci¨®n, sobre todo para una intervenci¨®n temprana sobre la enfermedad¡±, explica esta investigadora, cuyo sueldo mensual es de unos 2.200 euros. En el curso 2007/08, gracias a un programa de movilidad, ya disfrut¨® de una estancia en esta universidad estadounidense que le permiti¨® iniciar en Ja¨¦n una nueva l¨ªnea de investigaci¨®n para aplicar la biolog¨ªa computacional al autismo.

El contrato en Harvard es de un a?o y despu¨¦s a D¨ªaz le gustar¨ªa volver a su tierra, pero lo ve un tanto complicado: ¡°Cuando observo el panorama de la investigaci¨®n en Espa?a me desespero, a mi me gustar¨ªa volver a mi universidad y empezar nuevas l¨ªneas de investigaci¨®n, poder poner en practica todo lo que estoy aprendiendo, pero todo depender¨¢ de las oportunidades que encuentre, ojal¨¢ la situaci¨®n cambie. Si no es as¨ª, tendr¨¦ que volver a plantearme irme fuera al leer la tesis¡±, comenta resignada.

Desde el Grupo de Investigaci¨®n de Biolog¨ªa de Sistemas de la UJA, coordinado por el profesor Francisco J. Esteban, no se oculta el orgullo por tener a una alumna en un centro tan reputado: ¡°Supone un espaldarazo muy fuerte y un avance muy importante a las investigaciones que se est¨¢n realizando, tanto por el prestigio que tiene esta universidad y el grupo de investigaci¨®n con el que se colabora¡±, indica Esteban.