M¨¢s de 1.800 tratamientos de la enfermedad silenciosa en Espa?a
El chagas es la principal patolog¨ªa tropical importada Lo causa una chinche en zonas end¨¦micas y genera problemas card¨ªacos y digestivos
El chagas es la enfermedad tropical, emergente e importada n¨²mero uno en Espa?a. ¡°Es la que m¨¢s frecuentemente vemos en las consultas¡±, apunta Magdalena Garc¨ªa, responsable de la secci¨®n de salud internacional del hospital General de Valencia. Y sin embargo, sigue siendo una gran desconocida.
La produce el par¨¢sito Trypanosoma cruzi que contagian unas chinches llamadas vinchucas, presentes en zonas de Argentina y Bolivia y en rincones de Per¨² y Paraguay. Puede transmitirse de madres a sus beb¨¦s o en transfusiones de sangre y trasplantes de ¨®rganos. No existe el contagio por contacto o proximidad.
A partir del a?o 2000, a medida que el flujo migratorio de ciudadanos latinoamericanos comenz¨® a crecer, empezaron a aparecer casos en Espa?a. En la actualidad m¨¢s de 1.800 personas reciben en 94 centros sanitarios tratamiento de una enfermedad que puede generar problemas cr¨®nicos cardiacos, digestivos o neurol¨®gicos. A veces de gravedad, incluso muerte s¨²bita, como explic¨® la responsable en Espa?a de la Fundaci¨®n Mundo Sano, la m¨¦dico Miriam Navarro, en Buenos Aires en un reciente encuentro internacional sobre las llamadas enfermedades olvidadas.
Espa?a aplica normas para evitar donaciones de sangre de enfermos chag¨¢sicos, controles que en la Uni¨®n Europea rigen en Reino Unido, Suecia y Francia. Desde 2006 adem¨¢s se vigilan los trasplantes de ¨®rganos. ¡°A¨²n no hay un protocolo oficial nacional para controlar la transmisi¨®n vertical (madre a hijo), solo tres comunidades (Valencia, Catalu?a y Galicia) tienen regulado el cribado a gestantes¡±, dijo Navarro.
La OMS calcula que entre 60.000 y 100.000 personas pueden estar afectadas en Europa, pero no hay cifras exactas. Solo se diagnostica el 6% de los casos. Entre 1999 y 2009 se confirmaron unos 4.000, de los cuales 3.617 estaban en Espa?a, 180 en Suiza y 114 en Italia. Estudios practicados en hospitales espa?oles muestran que el 81,1% de los afectados es boliviano. Se estima que en Espa?a unos 42.000 adultos est¨¢n infectados y, de ellos, m¨¢s 17.000 requerir¨¢n atenci¨®n por cardiopat¨ªas derivadas de la acci¨®n del par¨¢sito.
Es una enfermedad dif¨ªcil de diagnosticar porque no es f¨¢cil de detectar. ¡°Al chagas hay que buscarlo¡±, apunta Magdalena Garc¨ªa. Tras la infecci¨®n, el 70% de los afectados no presenta s¨ªntomas y el 30% restante muestra problemas digestivos, cardiacos o ambos, que suelen detectarse 20 o 30 a?os despu¨¦s. De ah¨ª que se conozca como la enfermedad silenciosa. No solo por este periodo latente, sino tambi¨¦n porque sus primeras manifestaciones son muy inespec¨ªficas. ¡°Se presenta con p¨¢lpitos o estre?imiento¡±, comenta la m¨¦dico del hospital valenciano. ¡°En una inmigrante que trabaja de interna, con cinco hijos en su pa¨ªs, con miedo a perder su trabajo... por su situaci¨®n vital podr¨ªa confundirse perfectamente con un trastorno de ansiedad¡±. Por ello, hay que estar muy atento cuando quien sufre estas manifestaciones procede de zonas end¨¦micas de la enfermedad.
Solo existen dos medicamentos para combatir el chagas, el benznidazol y el nifurtimox, ambos antiguos y fuera del inter¨¦s de los principales laboratorios. El primero de ellos se fabrica en Argentina, que con Brasil y M¨¦xico son los pa¨ªses con m¨¢s chagas, y por un ¨²nico laboratorio, Elea, cuyos due?os son los fundadores de Mundo Sano.
El otro remedio ¡°se suele utilizar cuando se descarta el primero, ya que presenta m¨¢s efectos secundarios¡±, dice M¨¦dicos Sin Fronteras.
¡°Las tasas de curaci¨®n alcanzan casi el 100% en los casos agudos [justo despu¨¦s de la infecci¨®n]. En los cr¨®nicos [los habituales en Espa?a] el tratamiento es mucho menos eficaz, a pesar de su importancia para ¡ªen el peor de los casos¡ª controlar la evoluci¨®n de la enfermedad. Distintas iniciativas trabajan en la b¨²squeda de nuevas terapias para combatir esta enfermedad desatendida por la industria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.