¡°Somos maduras para decidir solas sobre el embarazo¡±

¡°Lo tengo muy claro. Solo pensar en tener un hijo se me cae el mundo. Llevo sin dormir d¨ªas. Sin comer. Tengo una ansiedad¡­¡±. Olivia acaba de cumplir 17 a?os. Est¨¢ embarazada de nueve semanas y ha decidido abortar. La ley de 2010, que el Gobierno de Mariano Rajoy derogar¨¢, le permite tomar la decisi¨®n de hacerlo. Las chicas de 16 y 17 a?os no precisan el consentimiento de sus padres. Solo deben informarles de su decisi¨®n, excepto si hacerlo les genera un conflicto grave ¡ªpor cuestiones religiosas o en casos de malos tratos, por ejemplo¡ª o si su situaci¨®n familiar no lo permite. Este es su caso. Olivia, que naci¨® en Guinea Ecuatorial y lleg¨® a Espa?a hace 10 a?os, vive sola con su hermana. Su madre, con la que lleg¨® a Espa?a, se ha vuelto a su pa¨ªs. ¡°No tengo a quien informar. Vivo sola con mi hermana¡­¡±, cuenta. No es su tutora legal, lo que la deja en cierta situaci¨®n de desamparo.

Los casos como el de Olivia no son frecuentes, pero se dan. Alrededor de un 12% de las menores de 16 y 17 a?os que interrumpen su embarazo lo hacen sin informar de ello en casa, seg¨²n los datos de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n del Embarazo (Acai), que agrupa al 80% de los centros espa?oles. Entre julio de 2010 y septiembre de 2011 abortaron en estas circunstancias unas 155 chicas en estas cl¨ªnicas, aunque no hay datos oficiales sobre el n¨²mero total. Las cifras del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad no lo especifican, aunque s¨ª revelan que en 2011 hubo 14.586 abortos entre menores de 20 a?os; 455 en menores de 15.

Olivia no tiene una red familiar a la que informar de que abortar¨¢

La nueva ley que ha elaborado el Ministerio de Justicia, y que permite el aborto solo en casos de violaci¨®n o riesgo para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la mujer, no solo suprime esa opci¨®n a la que se acog¨ªan casos excepcionales de menores. Tambi¨¦n vuelve a obligarlas a todas a contar con el consentimiento paterno para interrumpir su embarazo. Marca una ¨²nica salvedad: cuando concurran ¡°serios motivos¡± que desaconsejen que se consulte a sus tutores o cuando estos se nieguen a respetar la decisi¨®n de la menor, esta podr¨¢ acudir al juez. Un punto que los expertos consideran inasumible. ¡°Qu¨¦ chica va a recurrir a esta opci¨®n, incluso si salvase el resto de barreras. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que estamos hablando de una prestaci¨®n sanitaria que tiene un plazo l¨ªmite; la espera de la decisi¨®n no puede dilatarse¡±, dice la jurista Mar Esquembre.

Francisca Garc¨ªa, presidenta de Acai y directora de una cl¨ªnica andaluza, tambi¨¦n cree que las barreras para las menores ser¨¢n particularmente grandes. ¡°La opci¨®n de no informar al tutor legal supone pocos casos, pero muy complicados y que no podemos desproteger. Estamos hablando de menores que tienen problemas en casa, que tienen muy clara su decisi¨®n de interrumpir su embarazo y que declaran y argumentan que sufrir¨¢n presiones de su familia por razones religiosas. O chicas sin red familiar a la que informar¡±, explica.

Una trabajadora de una organizaci¨®n social pone de ejemplo el caso de una de las chicas a las que asiste. Una joven de 16 a?os, nigeriana, embarazada de 10 semanas y v¨ªctima de una red de trata. ¡°Ni siquiera tiene papeles, no tiene red familiar y est¨¢ en una situaci¨®n de completa vulnerabilidad. ?Qu¨¦ hacer en este caso, cuando adem¨¢s ella tiene clara su decisi¨®n de interrumpir el embarazo y est¨¢ claro que no hacerlo le generar¨ªa grave conflicto?¡±, apunta. La menor acudi¨® a la cl¨ªnica acompa?ada por miembros de la organizaci¨®n de apoyo y de la polic¨ªa. ¡°Temblaba. Apenas hablaba; solo repet¨ªa que no pod¨ªa ser madre¡±, explica la trabajadora social que la atendi¨®.

La pauta que siguen las cl¨ªnicas marca que todas las menores deben hablar con la trabajadora social del centro. ¡°Si se trata de un caso de conflicto en el que la joven alega que no puede contarlo en casa se les suele pedir un escrito donde argumentan sus motivos¡±, apunta Victoria Virtudes, de la cl¨ªnica El Bosque. Despu¨¦s, un m¨¦dico de la cl¨ªnica entrevista a la menor. ?l determinar¨¢ si certifica ese ¡°grave conflicto¡± que permite la ley de 2010.

Un 12% de las j¨®venes no cuenta en casa que pasar¨¢ por la intervenci¨®n

Un grave conflicto como el que ha alegado Marina, de 17 a?os y embarazada de 12 semanas. Ha acudido a la cl¨ªnica con su novio, del que no se separa. Explica que sus padres, muy religiosos, nunca aceptar¨ªan su decisi¨®n de interrumpir la gestaci¨®n. ¡°Creen que el aborto es un asesinato. Cada vez que ha salido ese tema nos han dicho a mi hermana y a m¨ª que si alguna vez ocurriera que nos qued¨¢ramos embarazadas tendr¨ªamos el ni?o...¡±, relata. ¡°Yo no puedo... No estoy preparada¡±, expone. Asegura que, de cont¨¢rselo, su familia la presionar¨ªa para que siguiera adelante con la gestaci¨®n.

Desde las cl¨ªnicas recuerdan, que los profesionales sanitarios examinan a fondo los casos de conflicto. No todos se certifican, aseguran. Garc¨ªa recuerda a una joven que lleg¨® con la pareja de su madre y que aleg¨® que no pod¨ªan cont¨¢rselo a ella por motivos religiosos. ¡°Despu¨¦s, hablando con la menor, se vio que pod¨ªa tratarse de un caso de abusos. Se determin¨® informar a su madre¡±, explica la presidenta de Acai. Luisa Torres, trabajadora social, remarca que se explica a la joven que, si puede, lo mejor es contarlo. ¡°Cuanto m¨¢s apoyo social tenga, mejor resolver¨¢ su conflicto. Es bueno que las chicas de 16 y 17 a?os puedan tomar por s¨ª mismas la decisi¨®n, pero tambi¨¦n que vayan con su familia¡±, cree.

Raquel, de 17 a?os, acudi¨® hace unos meses a interrumpir su embarazo acompa?ada de su madre. Cuenta que al principio no quer¨ªa dec¨ªrselo, pero al final se lo cont¨®. ¡°Ten¨ªa muy clara la decisi¨®n y no me apetec¨ªa contarlo en casa, quer¨ªa mantener mi intimidad, pero me alegro de haberlo contado. Mi familia me ha apoyado mucho¡±, argumenta. Esta joven critica que la nueva ley obligue a las chicas a contar con el consentimiento paterno para abortar: ¡°Eso no tiene en cuenta la realidad. Es nuestra vida, somos nosotras quienes nos enfrentamos al embarazo, al hijo. Somos suficientemente maduras¡±.