¡°Los alumnos lideran por primera vez los cambios educativos¡±
El nuevo director de Educaci¨®n de la Comisi¨®n Europea apuesta por las nuevas tecnolog¨ªas
La Comisi¨®n Europea no puede legislar, pero s¨ª colaborar en la mejora de la ense?anza en Europa. Al frente de esta labor fue nombrado hace unas semanas Xavier Prats Monn¨¦ (Tarragona, 1956), quien participar¨¢ en la presentaci¨®n del Open Education Challenge en Londres. Desborda entusiasmo.
Pregunta. ?Qu¨¦ puede aportar Bruselas a la modernizaci¨®n educativa?
Respuesta. Adem¨¢s de fomentar la movilidad de estudiantes y profesores, otorga incentivos econ¨®micos para facilitar la innovaci¨®n o la colaboraci¨®n y ayuda a que las ideas exitosas sean compartidas por el mayor n¨²mero de pa¨ªses e instituciones. El m¨¦rito principal del Open Education Challenge, incluso m¨¢s que identificar y premiar los proyectos, es ayudar a que sean m¨¢s conocidos y buscar que otros puedan beneficiarse.
P. Se avanza en ciencia, pero la educaci¨®n es decimon¨®nica.
R. Bueno, es verdad, desde que Federico de Prusia cre¨® la escuela obligatoria hace 250 a?os, la manera de impartir conocimiento no ha cambiado mucho. Y ahora, por primera vez, la globalizaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢n provocando grandes cambios, que a menudo vendr¨¢n de los propios estudiantes. ?Por qu¨¦? Porque traducen en la escuela su experiencia diaria: los ni?os est¨¢n acostumbrados a colaborar gracias a Internet, y a que sus amistades no dependan de su situaci¨®n geogr¨¢fica. Para mi generaci¨®n, la diferencia entre comunicarse f¨ªsicamente o virtualmente por Skype es muy fuerte; pero para la de mis hijos, la comunicaci¨®n es algo mucho m¨¢s sofisticado porque la tecnolog¨ªa es parte natural de su experiencia cotidiana.
P. ?Teme la mercantilizaci¨®n de la educaci¨®n?
R. La presi¨®n es constante y hay que resistir, porque la educaci¨®n es un derecho y no un producto. Pero eso no debe llevar a no aprovechar las posibilidades tecnol¨®gicas. Por ejemplo, hoy con un ordenador y conexi¨®n a Internet tienes acceso gratuito a cualquier cl¨¢sico de la literatura universal; y desde hace ya muchos a?os el movimiento Open Educational Resources (Recursos Educativos Abiertos) promueve el libre acceso a los recursos inform¨¢ticos. Pero es que adem¨¢s no hay nada de malo en que alguien haga un producto comercial educativo de calidad. Si la gente compra juegos para su port¨¢til, ?por qu¨¦ no productos educativos? El mayor error es pensar que la educaci¨®n est¨¢ re?ida con la diversi¨®n.
P. No es f¨¢cil imaginar esas innovaciones.
R. En Ciencias Sociales es dif¨ªcil repetir experimentos, contrariamente a la Qu¨ªmica. Pero el an¨¢lisis de datos empieza a dar la oportunidad de hacerlo: las respuestas de distintos estudiantes ante un problema pueden analizarse una y otra vez, hasta encontrar la mejor explicaci¨®n.
P. El problema es que muchos docentes se muestran reticentes.
R. No es un problema de reticencia sino de recursos e incentivos, porque no son las personas sino los sistemas los que son r¨ªgidos. A menudo a los docentes se les pide que hagan muchas cosas con muy pocos medios. No hay que pedirles milagros, sino darles un entorno favorable.
P. Derrocha optimismo.
R. El optimismo es lo que permite afrontar las dificultades. Y hay razones para serlo. En la mayor¨ªa de las bibliotecas de universidades y escuelas est¨¢ disminuyendo el n¨²mero de libros prestados, pero aumenta la presencia de usuarios. ?Por qu¨¦? Tienen m¨¢s facilidad para conseguir la informaci¨®n por su cuenta, pero a la vez sienten m¨¢s necesidad de compartir el conocimiento. Tendencias como ¨¦sta nos permiten ser optimistas sobre el futuro de la educaci¨®n.
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