?Una ofensa?
Si al cabo de unos minutos el telespectador no se dio cuenta de que Salvados iba de co?a es que algo no funciona entre nosotros
?A qui¨¦n ofendi¨® ?vole? A los que no se dieron cuenta de que estaba en marcha una broma. ?Y a qui¨¦n ofende una broma? A los que se toman muy en serio. Si al cabo de unos minutos el telespectador no se dio cuenta de que Salvados iba de co?a es que algo no funciona entre nosotros. Si estimamos posible que durante tantos a?os (33, nada menos) tantas personas implicadas en aquel secreto no hubieran dicho ni media palabra de lo que pas¨®, es que algo pasa con respecto al conocimiento que los espa?oles tenemos del car¨¢cter espa?ol. Si, adem¨¢s, lo sab¨ªan las personas que intervinieron en el fake, incluidos tres importantes periodistas, ?c¨®mo es posible que quienes est¨¢bamos sentados dud¨¢ramos de la identidad falsaria del invento? ?Que algo as¨ª no se filtra desde el minuto uno, desde el 23 de febrero de 1981 por la noche? Vamos, hombre.
Somos los espa?oles muy solemnes cuando no somos nosotros los que nos re¨ªmos; nos hemos re¨ªdo hasta la saciedad (el mismo domingo escuch¨¦ risas en la radio) de la monstruosa ¨®pera bufa que montaron Tejero y los suyos, tricornios y bigotes incluidos. En la risa estuvieron tambi¨¦n los extranjeros, que ve¨ªan esa pantomima peligrosa, una vez superada, como el resultado de un encargo distra¨ªdo. Y ahora se ponen estupendos aquellos que consideran que hacer risa de la historia no es tambi¨¦n un derecho de los que la han padecido.
Me pareci¨® mucho m¨¢s ofensivo que en otro canal un caricato de gafas oscuras llamara Bambi, de broma, ya saben, a un expresidente y se tomara a co?a casi todo lo que ten¨ªa que ver con ¨¦l y con algunas instituciones gracias a las cuales este pa¨ªs puede mirar sin miedo a los que fueron capaces de ponerlo patas arriba cuando m¨¢s peligro hab¨ªa.
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