Sentencias eternas en la Red
Los datos que da?an la privacidad de una persona sin relevancia p¨²blica no prescriben
M¨¢s de dos centenares de reclamaciones relacionadas con el derecho al borrado de datos de los buscadores de Internet estaban a la espera de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo. La empresa ePrivacidad defiende algunos de esos casos que tienen como trasfondo el derecho al olvido y la protecci¨®n de la intimidad de los usuarios. Aunque se trate de personas sin relevancia p¨²blica, sus datos siguen vivos en la Red y su divulgaci¨®n general les est¨¢ causando un da?o personal.
La compa?¨ªa solicit¨® a Google la cancelaci¨®n de los datos de un hombre sin relevancia p¨²blica, que aparec¨ªa con su nombre y apellidos y la entidad en la que trabaja en el contexto de una noticia publicada por un medio de comunicaci¨®n. Las referencias a esa persona se limitaban a que hab¨ªa comprado un inmueble a otra acusada de un fraude por Hacienda aprovech¨¢ndose de sus relaciones con empresarios. En realidad la persona que reclamaba el borrado de datos no ten¨ªa nada que ver con los implicados en ese delito, seg¨²n ePrivacidad. Los hechos se remontan al a?o 1994, pero el agravio para el afectado vino por la r¨¦plica que de la informaci¨®n hicieron otros medios de comunicaci¨®n y que la misma fue rastreada posteriormente por Google.
Pese a que se solicit¨® el borrado al medio de comunicaci¨®n, este se neg¨® ampar¨¢ndose en el derecho a la informaci¨®n. El buscador sostuvo que era un medio intermediario, pero la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos le inst¨® a retirar de sus resultados de b¨²squeda los datos de la persona afectada y dejar de enlazar a la noticia en los medios. Google interpuso entonces recurso ante la Audiencia Nacional.
Aunque se trate de personas sin relevancia p¨²blica, sus datos siguen vivos en la Red
Otro caso que ha gestionado ePrivacidad deriv¨® de la? publicaci¨®n de la condena de una persona en un medio de comunicaci¨®n, condena de varios meses de suspensi¨®n de empleo y de cargo p¨²blico y de varios a?os de inhabilitaci¨®n por malversaci¨®n de caudales p¨²blicos y prevaricaci¨®n, delito que cometi¨® siendo alcalde de un municipio de apenas 1800 habitantes.
La? publicaci¨®n se realiz¨® a finales del a?o 2011, pero la condena se dict¨® cuatro a?os antes, en 2007, tras unas investigaciones que se remontan a 2004 y 2005. Desde a?os, el interesado no se dedica a la pol¨ªtica, no es personaje p¨²blico y cumpli¨® la pena que le fue impuesta pero hoy sigue apareciendo en Internet pegado a aquella condena.?
Tambi¨¦n los datos de una familia al completo fueron publicados en el Bolet¨ªn Oficial del Estado en 1996. Se le notificaba que el Juzgado hab¨ªa decidido embargar su vivienda y subastarla. Con la digitalizaci¨®n del BOE en? 2009 se volvi¨® a airear el suceso y Google la ampli¨® a todo el mundo. El afectado solicit¨® a Google y al BOE que no mostrasen sus datos,? pero hicieron caso omiso y present¨® una reclamaci¨®n ante la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos, que le dio la raz¨®n. Pero falleci¨® no viendo cumplido su deseo de ganar la batalla al gigante buscador.
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