Una investigadora advierte de que el ciberacoso est¨¢ muy extendido entre los adolescentes

El ciberacoso convive con los adolescentes, pero se ceba con ellas. Esa es la principal conclusi¨®n de "El iceberg digital machista", la tesis de?Est¨ªbaliz Linares con la que se doctor¨® el pasado marzo y que este lunes ha presentado en la comisi¨®n de Educaci¨®n del Parlamento vasco. Seg¨²n las conclusiones de su estudio, el 80% de los adolescentes ha recibido mensajes de car¨¢cter sexual a trav¨¦s de las redes sociales, y en ocho de cada diez centros estudiados se hab¨ªan producido episodios de ciberacoso, eso s¨ª, en todos los casos contra chicas.? Para elaborar su tesis, Linares manej¨® 778 cuestionarios que rellenaron alumnos de once institutos vascos, para despu¨¦s bajar m¨¢s al detalle con foros de discusi¨®n en nueve centros y finalmente trabajando a fondo con un grupo reducido de adolescentes.

Linares ha explicado en el Parlamento vasco que en la adolescencia hay discursos muy plurales, pero que los comentarios machistas se dan, sobre todo, entre los chicos mientras que son las chicas las que tienen m¨¢s trabajados los discursos y las actitudes feministas. "Ocho de cada diez chicos aseguraron haber le¨ªdo comentarios machistas en la red y el mismo porcentaje dijo que recibe continuamente fotos de chicas desnudas" a trav¨¦s de las redes, ha dicho.

Asimismo, en ocho de los nueve centros que participaron en los grupos de discusi¨®n se hab¨ªa producido alguna situaci¨®n de ciberacoso sexual o sexista contra las alumnas. Linares ha indicado que hay chicas que aseguran recibir continuamente mensajes an¨®nimos referentes a sus cuerpos y que en ocasiones hacen que "sean repudiadas y se tengan que ir del instituto y a veces del pueblo".

En todos los casos, la investigadora identific¨®, -los datos fueron recogidos entre 2015 y 2017- otras brechas digitales de g¨¦nero generadas por los videojuegos, a trav¨¦s de mecanismos de cibercontrol y con el ciberacoso sexual y sexista, en adolescentes de 15 a 17. En la tesis plantea que conocer estas realidades es la ¨²nica manera de prevenir e intervenir, con protocolos y medidas correctoras, desde el propio sistema educativo.

El estudio constata la existencia de una segunda brecha digital de g¨¦nero que surge de un imaginario cultural que se transmite a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n y que "aleja a las chicas de los sectores inform¨¢ticos". En los pocos casos en los que las mujeres se acercan a ese tipo de profesiones las adolescentes suelen tener un referente inform¨¢tico femenino cercano, unas vivencias basadas en esquemas flexibles y, por lo general, "han recibido una educaci¨®n en igualdad". Seg¨²n ha relatado, el 75% de los chicos dicen querer ser inform¨¢ticos o "youtubers" y de las chicas solo el 22% aspiran a serlo. Una realidad que cree "preocupante" ya que a ese hecho se suma que el alumnado apenas si encuentra cauces para pedir ayuda porque en el ¨¢mbito educativo los profesores en muchas ocasiones carecen de "habilidades personales y sociales" y en las familias hay "distancia generacional" y tecnol¨®gica que lo dificulta.

El mundo de los videojuegos es otro espacio clave que perpet¨²a la ya denominada tercera brecha digital de g¨¦nero. Y es que, como constata la investigadora Linares, los juegos m¨¢s utilizados est¨¢n dise?ados en par¨¢metros sexistas y machistas (muchos con una alta carga de violencia machista). Esto genera un rechazo en las chicas y una desafecci¨®n a este mundo, mientras que en los chicos se da una vinculaci¨®n sumamente positiva. El videojuego se constituye as¨ª en un instrumento clave que abre la puerta de entrada al mundo tecnol¨®gico, aunque un tanto desigual.

Por otra parte, a la comisi¨®n tambi¨¦n han acudido hoy representantes de la revista feminista Pikara Magazine" para informar de la base de datos que ha creado en la que recogen denuncias de violencia f¨ªsica, ps¨ªquica y acoso sexual en las universidades p¨²blicas espa?olas. Una de sus representantes Yuly Jara ha se?alado que hasta el mes de abril hab¨ªan detectado 236 casos en todos los campus, de los cuales 14 se han dado en la UPV-EHU y se han recogido a trav¨¦s de correos electr¨®nicos y llamadas telef¨®nicas. Del total de casos registrados en la universidad vasca siete son de violencia f¨ªsica, tres psicol¨®gica y cuatro de acoso sexual. En todos ellos los agresores son hombres y las v¨ªctimas mujeres. En cuanto a las denuncias de acoso sexual, en dos de las ocasiones las estudiantes apuntan a profesores.