El Papa acepta la renuncia del arzobispo de Washington, acusado de encubrir abusos sexuales

Los esc¨¢ndalos de abusos a menores han sumido al Vaticano en un proceso de purga sin precedentes. Especialmente por la relevancia de los afectados y los niveles a los que est¨¢n llegando las acusaciones. Ha ca¨ªdo ya la c¨²pula entera de la jerarqu¨ªa eclesial chilena. Luego le toc¨® al cardenal Theodore McCarrick, a quien el Pont¨ªfice retir¨® la birreta cardenalicia por primera vez en 90 a?os. Y ahora Francisco ha aceptado la renuncia del arzobispo de Washington, el cardenal Donald Wuerl, de 77 a?os, salpicado por el tremendo esc¨¢ndalo del informe de la Fiscal¨ªa de Pensilvania (EE UU), un documento de 1.356 p¨¢ginas de abusos de cl¨¦rigos a m¨¢s 1.000 menores de edad.

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Las violaciones de curas en Pensilvania: 1.356 p¨¢ginas de espanto

¡°Documentos clave sobre abusos fueron destruidos"

El cardenal, de 77 a?os, hab¨ªa explicado en una carta a los sacerdotes de la archidi¨®cesis de Washington ese mismo mes su decisi¨®n de pedir la renuncia de nuevo al Papa, pues ya la hab¨ªa presentado hace tres a?os por motivos de edad. Pero, a diferencia de ocasiones anteriores, el Vaticano no ha pretendido ocultar el motivo real y ha hecho p¨²blica una carta del Papa donde, como en otras ocasiones, Francisco acepta la dimisi¨®n pero tambi¨¦n le defiende. ¡°Tienes elementos suficientes para justificar tus acciones y distinguir entre lo que significa encubrir los cr¨ªmenes o no, para hacer frente a los problemas, o cometer algunos errores. Sin embargo, tu nobleza te ha llevado a no elegir esta forma de defensa. De esto, estoy orgulloso y agradecido¡±, apunta el Papa en su carta

Muchas voces en el Vaticano dudan del nivel de responsabilidad de Wuerl en los esc¨¢ndalos y creen que no es responsable de encubrmiento. Pero su nombre apareci¨® en decenas de ocasiones en el informe de Pensilvania, en el que se describieron m¨¢s de 1.000 casos de abusos sobre menores por parte de 300 sacerdotes, por su mala gesti¨®n y ocultamiento cuando era obispo de Pittsburgh.

En la di¨®cesis de Erie, por ejemplo, un cura confes¨® haber cometido en los a?os ochenta violaciones anales y orales a al menos 15 chicos, uno de ellos de solo siete a?os. Cuando se reuni¨® con el depredador sexual, el obispo de la di¨®cesis, Donald W. Trautman, lo elogi¨® por ser una "persona c¨¢ndida y sincera" y por los "avances" logrados en controlar su ¡°adicci¨®n¡±. Y cuando finalmente el cura fue expulsado, el obispo declin¨® explicar los motivos. ¡°Nada m¨¢s debe indicarse¡±, escribi¨®.

Wuerl tambi¨¦n aparec¨ªa se?alado en la carta del arzobispo y ex nuncio en Washington, Carlo Maria Vigan¨°, en la que acusaba al Papa francisco de proteger a un supuesto lobbie gay en la Iglesia y de ocultar los esc¨¢ndalos de pederastia. Seg¨²n el denunciante, tambi¨¦n conoc¨ªa el caso de McCarrick: ¡°Yo mismo habl¨¦ del tema con el cardenal Wuerl en varias ocasiones, y no necesit¨¦ entrar en detalles porque qued¨® claro inmediatamente que era plenamente consciente de ello. [¡­]. Sus declaraciones recientes diciendo que no sab¨ªa nada sobre este tema¡­ son de risa. Miente vergonzosamente¡±.

Francisco tambi¨¦n ha pedido al cardenal que permanezca como administrador de la archidi¨®cesis hasta el nombramiento de su sucesor. Por su parte, Wuerl se muestra "profundamente agradecido" y "profundamente conmovido por sus amables palabras de comprensi¨®n", en referencia a la carta del Papa tras aceptar la renuncia. "La decisi¨®n del Santo Padre de proporcionar un nuevo liderazgo a la Archidi¨®cesis puede permitir que todos los fieles, cl¨¦rigos, religiosos y laicos, se centren en la sanaci¨®n y el futuro. Permite a esta Iglesia local avanzar. Una vez m¨¢s, por cualquier error de juicio pasado, me disculpo y pido perd¨®n. Mi renuncia es una forma de expresar mi gran y perdurable amor por ustedes, la gente de la Iglesia de Washington", ha escrito el religioso.