¡°Los m¨¦dicos de familia tenemos que ser el 50% del sistema, y somos el 30%¡±
La facultativa espa?ola, elegida la mejor del mundo, asegura que siempre est¨¢ asistiendo y formando
Es la mejor del mundo. No solo lo dicen sus pacientes, sus colegas de la Organizaci¨®n Mundial de Medicina de Familia (WONCA por sus siglas en ingl¨¦s) se lo han reconocido este lunes. La m¨¦dica de familia Ver¨®nica Casado asegura que es por pasar m¨¢s de tres d¨¦cadas en la consulta trabajando para mejorar la asistencia formando a otros m¨¦dicos. Y es que esta vallisoletana de 57 a?os nacida en Reims (Francia) iba para profesora. ¡±Pasaba horas y horas dando clase a mis mu?ecos¡±, cuenta. Pero su padre tuvo la culpa de que se decantara por el fonendoscopio. ¡°Un d¨ªa me dijo: ?Qui¨¦n crees que ense?a a los m¨¦dicos? Otros m¨¦dicos. Y por ah¨ª ya me convenci¨®¡±, cuenta ri¨¦ndose.
Es la primera vez que una espa?ola se hace con este galard¨®n. Por eso su nombre ha generado tanto revuelo. Atiende a EL PA?S en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, un par de horas antes de coger un avi¨®n que le llevar¨¢ a Se¨²l (Corea del Sur), donde se entrega el premio. ¡°Ahora s¨¦ lo que sienten las famosas¡±, se le escapa cuando otros medios la asaltan c¨¢mara en mano. Su marido, tambi¨¦n m¨¦dico de familia, aguarda en la cola para facturar. Casado habla con veneraci¨®n de su trabajo. Lo hace de manera did¨¢ctica y salta enseguida cuando se le pregunta por los problemas de su especialidad: ¡°No es que falten m¨¦dicos, es que se ha planificado fatal. Llevamos tiempo se?alando que los est¨¢ndares internacionales sostienen que los m¨¦dicos de familia tenemos que ser el 50% en el sistema. Y somos el 30%¡±, asegura.
Espera que el reconocimiento, que extiende al conjunto de la medicina de familia en Espa?a, sirva ¡°para hacer reflexionar por d¨®nde tienen que ir los pasos y la financiaci¨®n, porque hay que crear m¨¢s plazas¡±. La m¨¦dica pasa siete horas en el centro. Adem¨¢s, dedica otra hora diaria a sesiones de trabajo para los residentes. Les presenta el caso de un paciente que tienen que pensar y resolver. Luego, por su consulta en el centro de salud de Parquesol en Valladolid pasan ¡°los pacientes m¨¢s complejos¡±. Y se acuerda del que tiene EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Cr¨®nica) y sigue fumando. Son los que ¡°necesita ver despacio cada poco tiempo¡± para asegurarse de que ¡°tienen todo bien controlado¡±. Despu¨¦s es el turno de las personas con cita previa. Y, al final, los domicilios programados, donde hace cuidados paliativos o trata a los enfermos que no pueden ir al centro de salud.
¡°Estoy constantemente asistiendo y formando, la investigaci¨®n la dejo para fuera de mi horario de trabajo¡±, cuenta. Casado reconoce que ese es uno de los defectos de la atenci¨®n primaria, que apenas deja tiempo para la investigaci¨®n. Y aun as¨ª ha participado a lo largo de su carrera en m¨¢s de 600 obras cient¨ªficas; ha editado cuatro libros sobre la especialidad, entre ellos el Tratado de Medicina de Familia y Comunitaria; ha sido autora de otros 32, y ha intervenido en m¨¢s de 300 simposios nacionales e internacionales, en los que recuerda que ¡°hay que seguir desarrollando la formaci¨®n de los m¨¦dicos en el abordaje familiar, porque se conoce mejor al paciente si se conoce a su familia. Si tienes una familia llena de obesos o fumadores, es m¨¢s f¨¢cil que haya enfermedad¡±, cuenta. Y as¨ª, es m¨¢s f¨¢cil el trabajo.
Conocer al paciente y crear un v¨ªnculo de confianza con ¨¦l es la obsesi¨®n de esta doctora, porque en muchas ocasiones es el apoyo emocional y la red de seguridad de la gente. ¡°Hay veces que alguien viene muy asustado porque se ha encontrado una mancha y t¨² dices: ?Buah! Solo ese gesto tranquiliza un mont¨®n. Eso es muy importante¡±, comenta. Y es que Casado asegura que ¡°la medicina de familia es la medicina de las personas¡±. Aunque cree que deben existir m¨¦dicos s¨²perespecialistas que ven un solo ¨®rgano, la doctora sostiene que ¡°siempre hay que ver personas, porque detr¨¢s de ese coraz¨®n enfermo hay una persona¡±.
A la doctora Casado se le pone la sonrisa cuando habla de los j¨®venes a los que forma. ¡°Poco a poco les vas soltando y les vas escuchando. Te hace mucha gracia, porque son como clones. No es verdad eso de que no son como los de antes; los hay con ganas, apasionados de la medicina de familia que se lo creen y quieren pelear por ello¡±, cuenta. Y se queja de que se le reproche a la especialidad que no atraiga tanto a los m¨¦dicos que van a empezar su carrera. ¡°En 6? curso, los alumnos de medicina est¨¢n con nosotros y ah¨ª cambian las cabezas de manera espectacular. Son las rotaciones m¨¢s valoradas, porque entienden qu¨¦ es la medicina de la alta prevalencia¡±. Suena por megafon¨ªa un aviso a los pasajeros del vuelo destino Se¨²l. Y sentencia: ¡°Si los pol¨ªticos se ponen las pilas y los j¨®venes siguen con ganas, el sistema sanitario tiene futuro¡±.
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