¡°Los hombres me dicen que no vienen obligados¡±
La c¨®mica chilena Natalia Valdebenito practica un humor turbador sobre la violencia sexual o el aborto
Hay cosas de las que cuesta re¨ªrse. Y otras, tambi¨¦n dolorosas, en las que solo se repara si entran con una carcajada. Por ejemplo, lea esto en fr¨ªo: ¡°Se necesitan anticonceptivos en todo momento. ?selos, porque el violador puede ser un t¨ªo o el curita¡±. Como m¨ªnimo es una pu?alada en el est¨®mago. Pero envuelto en un mon¨®logo irreverente que intenta darle la vuelta a algunas realidades, puede resultar hilarante. Aunque duela.
La dureza con humor entra. Eso no es nuevo. Algo m¨¢s novedoso es que los temas que suban al escenario y sean ovacionados desde el patio de butacas sean el aborto, la violencia sexual, la libertad de elecci¨®n de las mujeres que no quieren ser madres o el mito del machito semental. Y eso es justo lo que hace la actriz y c¨®mica chilena Natalia Valdebenito (Santiago de Chile, 1979).
¡°Necesitas esa voz que te diga lo que no quieres escuchar¡±, comenta esta mujer gesticulante y en¨¦rgica que acaba de empezar su primera gira por Europa (Gira sin miedo, la llama) que la llevar¨¢ este noviembre por distintos escenarios de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Londres, Bremen o Berl¨ªn.
Valdebenito se ha convertido en rostro destacado de la nueva ola feminista chilena. Fue hace dos a?os cuando empez¨® su andadura hasta convertirse en un fen¨®meno global. Debut¨® en el Festival Vi?a del Mar, la cita m¨¢s importante de su pa¨ªs. Era la primera mujer en m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s de que dos predecesoras fracasaran ante el duro p¨²blico, como por otra parte hab¨ªa ocurrido tambi¨¦n a decenas de comediantes masculinos.
¡°Entraba con todo el miedo, los periodistas me preguntaban: ¡®?Qu¨¦ vas a hacer con tu fracaso?¡±, recuerda ahora sentada en Madrid. ¡°Hab¨ªa tan poca expectativa que pens¨¦: ¡®Lo que salga resultar¨¢ bien¡±. Y as¨ª fue. Tras esa actuaci¨®n, las mujeres volvieron de forma m¨¢s regular al Vi?a del Mar. Y hay ya dos espect¨¢culos suyos en la plataforma digital global Netflix, Gritona y El especial, en los que la c¨®mica reivindica vaginas ¡°sonrientes¡± en contraposici¨®n con penes ¡°sin sentido del humor¡±. Tiene m¨¢s de 260.000 seguidores en la red Twitter, desde donde capitanea una plataforma de lucha feminista y donde se defiende de los ataques vehementes que recibe de los trolls. Las amenazas han llegado incluso al mundo real, algo que a¨²n le sorprende: ¡°Solo hago chistes, son ideas nada m¨¢s. No tengo un lugar en el Parlamento ni lo quiero¡±.
M¨¢s temas dif¨ªciles con los que hacer re¨ªr. Violador y padre. En Chile, donde el aborto solo est¨¢ permitido en caso de peligro para la vida de la mujer, inviabilidad fetal o violaci¨®n, se cuestion¨® esta ¨²ltima causa. ¡°Dec¨ªan: ?y si un violador quiere asumir a su hijo como propio?¡±. Hace pausa y abre mucho la boca para gritar: ¡°?Qu¨¦?¡±. ¡°Est¨¢ tan pervertida la forma en como nos ven a las mujeres, tan manoseada, que nuestra libertad no se entiende¡±.
En sus espect¨¢culos, las carcajadas se suceden con los silencios inc¨®modos que ella nota y asegura que disfruta. ?Qu¨¦ le comenta el p¨²blico al terminar cada show? ¡°Los hombres me dicen: no vine obligado. Y las mujeres: ahora me atrevo a decir que soy feminista¡±.
Su voz se suma a un creciente humor de mujeres, que en el escenario espa?ol tiene voces como Luc¨ªa Lijtmaer e Isa Calder¨®n, autoras de Deforme Semanal, o Nerea P¨¦rez y su Feminismo para torpes. Un fen¨®meno en el que la australiana Hannah Gadsby, lesbiana y feminista, pulveriz¨® todos los l¨ªmites con su ¨²ltimo espect¨¢culo, Nanette, en el que anunci¨® que abandona el humor. Natalia Valdebenito promete por su parte que le queda para rato: ¡°Mientras en mi pa¨ªs sea m¨¢s grave robar un celular que pegar a una mujer, yo no me voy a callar¡±.?
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