Absuelto el buzo acusado de violar a una compa?era en un buque de la Armada
La sentencia no encuentra pruebas que confirmen la versi¨®n de la denunciante

Ni abuso ni violaci¨®n. La Audiencia de Alicante ha absuelto al buzo de la Armada espa?ola que estaba acusado de agredir sexualmente hace cuatro a?os, al t¨¦rmino de una noche de fiesta, a una compa?era de filas en el buque de transporte ligero Contramaestre Casado. La sentencia, a la que ha tenido acceso EL PA?S, no encuentra pruebas que confirmen la versi¨®n de la denunciante y demuestren su falta de consentimiento en esa relaci¨®n. M¨¢s bien al contrario, pues el testimonio de una testigo presencial ¡°desvirt¨²a las acusaciones¡±.
El juicio por estos hechos, a diferencia de supuestos similares tramitados por la jurisdicci¨®n militar, se celebr¨® ante un tribunal ordinario el pasado mes de octubre. Durante la primera sesi¨®n, a puerta cerrada, la supuesta v¨ªctima, E.G.A., insisti¨® en que su compa?ero la hab¨ªa forzado tras inmovilizarla en su litera de la cubierta femenina. En cambio, el acusado, V.E.L.A., que se enfrentaba a penas de entre siete y diez a?os de c¨¢rcel, mantuvo que ella hab¨ªa accedido voluntariamente a sus requerimientos sexuales.
Ante esas versiones diametralmente opuestas, el tribunal se ha inclinado por la del militar, ya que ha sido corroborada por otra marinera que dorm¨ªa a apenas dos metros de E.G.A. y no observ¨® en ning¨²n momento ¡°nada que le hiciera entender que la relaci¨®n no fuera consentida¡±.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 27 de octubre de 2014 en la cubierta femenina del Contramaestre Casado, que se hallaba fondeado en Alicante por unas maniobras. Los dos implicados hab¨ªan estado esa noche tomando unas copas junto a otros soldados en la zona de ocio del puerto. La mujer regres¨® antes al barco. El buzo lo hizo despu¨¦s y se col¨® directamente en el sollado femenino ¡°con ¨¢nimo de mantener relaciones sexuales¡± con ella, seg¨²n el fallo. El acusado se confundi¨® de litera y despert¨® a la ¨²nica marinera que compart¨ªa en esos momentos el dormitorio con E.G.A.
Esta otra testigo ten¨ªa guardia en unas horas y necesitaba descansar, por lo que se revolvi¨® molesta y se?al¨® la cama de su compa?era. Luego, durante una hora, aproximadamente, no dej¨® de escuchar golpes que le imped¨ªan conciliar el sue?o. Hasta el punto de que llam¨® la atenci¨®n a los implicados, les mand¨® callar y acab¨® por abandonar el lugar.
En momento alguno escuch¨® ni apreci¨® ¡°ning¨²n gesto, ruido o petici¨®n de auxilio¡±, advierten los magistrados. ¡°Lo que no daba es cr¨¦dito a lo que suced¨ªa a su alrededor¡±, a?aden. El tribunal otorga ¡°especial credibilidad y garant¨ªa¡± a sus manifestaciones, dada su ¡°neutralidad¡±. Las antepone a las declaraciones de los propios ¡°afectados¡±, quienes se hallaban ¡°en una situaci¨®n delicada y comprometida¡±. Ambos ten¨ªan pareja en esas fechas y las relaciones sexuales entre miembros de la tripulaci¨®n ¡°est¨¢n prohibidas reglamentariamente¡±.
El relato de esta testigo resulta ¡°antag¨®nico en extremos esenciales¡± al que recogen los escritos de acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa y la acusaci¨®n particular y debe conducir a ¡°dictar un fallo absolutorio¡±, concluye la Audiencia.
La sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia valenciano, descarta tambi¨¦n condenar al buzo de la Armada por abusos sexuales. A juicio de la sala, la base probatoria para aceptar esa alternativa a la agresi¨®n sexual es tambi¨¦n ¡°sumamente endeble¡±. Aunque la denunciante hab¨ªa ingerido alcohol esa noche, ella mismo matiz¨® en el juicio que no se encontraba borracha, sino ¨²nicamente ¡°a gusto¡±. Por tanto, el procesado, que hab¨ªa bebido algunas copas m¨¢s que ella, no pudo aprovecharse de su estado de embriaguez.
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