Torpeza pol¨ªtica, arrogancia eclesi¨¢stica

El lamentable espect¨¢culo que est¨¢ ofreciendo este Gobierno a cuenta de la exhumaci¨®n del cad¨¢ver de Francisco Franco es la munici¨®n ideal para alimentar la arrogancia de la jerarqu¨ªa cat¨®lica. Meses despu¨¦s de prometer el inminente traslado de los restos de Franco, sabemos que no hubo un trabajo previo, que no se negoci¨® con la familia, que no se analizaron las consecuencias legales, que se desconoc¨ªa la alternativa de La Almudena y que tampoco se sonde¨® a la Iglesia, que es la que custodia en una bas¨ªlica la tumba del dictador. Ha sido tal la precipitaci¨®n que ahora el Gobierno se plantea cerrar por ley los espacios p¨²blicos en los que se exalte a Franco en lo que constituye una nueva ocurrencia, dado que nada parece que estuviera previsto, lo que ha facilitado las contradicciones. Se prometi¨® respetar la voluntad de la familia y desentenderse de la inhumaci¨®n para pasar a asegurar que la catedral de La Almudena no es una opci¨®n.

La biso?ez del Gobierno de Pedro S¨¢nchez en este asunto es preocupante, pero ha tenido la virtud de dejar a la jerarqu¨ªa cat¨®lica al desnudo; una vez m¨¢s. La afici¨®n de los prelados a la pol¨ªtica y a la protesta airada cuando la izquierda pretende aplicar principios consecuentes con la democracia y la aconfesionalidad del Estado que marca la Constituci¨®n de 1978 es bien conocida. En tiempos de Zapatero los obispos hasta bajaron a la calle para protestar contra la ley de matrimonio homosexual. Estos han rentabilizado su influencia en la opini¨®n p¨²blica y sus alianzas con los partidos m¨¢s conservadores para mantener sus ventajas. Por ejemplo, se llevan un buen pellizco de la recaudaci¨®n del IRPF (256 millones de euros el a?o pasado) de todos los espa?oles, cat¨®licos o no, por mucho que se intente disfrazar la f¨®rmula ideada. Tampoco pagan el IBI y pueden contratar y despedir a los profesores de religi¨®n a cuenta, sin embargo, de los contribuyentes.

La torpeza del Gobierno espa?ol es una se?al de debilidad que los prelados han aprovechado en su favor. ?De verdad era necesario que el Vaticano emitiera un comunicado para puntualizar las declaraciones de la vicepresidenta Carmen Calvo sobre su reuni¨®n en la Santa Sede? El detalle es un fiel retrato de la arrogancia de las sotanas; uno de sus peores pecados. El otro es la manipulaci¨®n de los datos y las conciencias. Se niega la desfachatez de las inmatriculaciones, se sortea a la justicia para los esc¨¢ndalos de abuso sexual y se afirma con descaro que trasladar al dictador de una bas¨ªlica a una catedral no le compete a la Iglesia. Curioso.

El Vaticano ha pretendido quedar al margen de la pol¨¦mica, pero con su actitud no hace m¨¢s que poner en dificultades a un gobierno democr¨¢tico; algo que seguramente la diplomacia vaticana ha medido meticulosamente. El rifirrafe, finalmente, evoca con demasiada nitidez el apoyo que la Iglesia prest¨® al dictador. Es un detalle que no puede pasar inadvertido.