La Guardia Civil cree que Montoya rapt¨® y mat¨® a Laura Luelmo el mismo d¨ªa de su desaparici¨®n

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La hip¨®tesis principal de la Guardia Civil apunta a que Bernardo Montoya golpe¨® contra el suelo a Laura Luelmo y luego la traslad¨® al campo, donde abus¨® de ella sexualmente. As¨ª lo ha detallado este mi¨¦rcoles la Guardia Civil en una rueda de prensa en Madrid para explicar los detalles de la investigaci¨®n del asesinato de la joven zamorana en El Campillo (Huelva).

Seg¨²n el relato de la investigaci¨®n, Montoya abord¨® a Laura Luelmo cuando ella volv¨ªa del supermercado, la condujo a su casa, la maniat¨® y ella intent¨® defenderse d¨¢ndole una fuerte patada en el costado. Montoya golpe¨® la cabeza de la joven contra el suelo.

El relato de los hechos realizado por el coronel Ezequiel Romero, jefe de la comandancia de Huelva y por el teniente coronel Jes¨²s Garc¨ªa, de la Unidad Central Operativa (UCO), arroja luz sobre lo que pudo suceder con la profesora de 26 a?os en las primeras horas de su desaparici¨®n, determinantes en la investigaci¨®n. Parece claro para los investigadores que la joven "pas¨® muy poco tiempo" en casa del asesino confeso, apenas una hora, entre las 17.20 y las 18.10 de la misma tarde de su desaparici¨®n.

A falta de una autopsia m¨¢s concluyente, las pesquisas llevan a los investigadores a pensar que Bernardo Montoya propin¨® los golpes mortales a Luelmo en una de las habitaciones de la casa del asesino confeso, ubicada frente a la que acababa de alquilar la v¨ªctima, y que posteriormente ("posiblemente asustado") se precipit¨® a llevarla hasta el paraje donde fue encontrada y "all¨ª mismo la agredi¨® sexualmente", aunque todas esas hip¨®tesis tendr¨¢n que ser corroboradas por la autopsia.

Montoya fue "de inicio, un sospechoso con may¨²sculas", han apuntado en la rueda de prensa el coronel Romero y el teniente coronel Garc¨ªa. De hecho, la polic¨ªa judicial observ¨® en los primeros momentos que un vecino sal¨ªa de su casa, enfrente de la de Luelmo, llevando "una canasta y una manta"; se trataba de Bernardo Montoya. Le preguntaron por la chica y respondi¨® que desconoc¨ªa que frente a su domicilio viviera nadie. Al consultar los antecedentes penales de Montoya, la patrulla que vela por que nadie entre en la casa de Laura comienza a vigilar tambi¨¦n los movimientos del sospechoso.

Sin embargo, no se registra en ese momento la vivienda de Montoya. "Los indicios que hay son sus antecedentes, su proximidad a la vivienda de la v¨ªctima, su comportamiento huidizo, su deslocalizaci¨®n, y la posible ocultaci¨®n de familiares, pero esto no supone una carga probatoria contra ¨¦l, ni tampoco un homicidio", ha explicado el teniente coronel de la UCO.

Los oficiales han descrito algunos de los hitos principales de la desaparici¨®n. Han detallado que el ¨²ltimo mensaje de WhatsApp de Laura Luelmo es a su novio, a las 16.22 del d¨ªa 12. A las 17.20 hace una compra en el supermercado. A las 18.10, aproximadamente, un vecino ve el coche de Bernardo Montoya con el maletero abierto. La Guardia Civil cree que en ese lapso, de las 17.20 a las 18.10, es cuando Montoya ve venir a Laura con la bolsa del supermercado. "Ah¨ª es cuando la coge y a la fuerza la introduce en su casa".

Seg¨²n la confesi¨®n de Bernardo Montoya, la estaba esperando en la calle. Llevaba un brasero de pic¨®n en la mano. Cuando meti¨® a Laura en su casa, le at¨® las manos atr¨¢s, le puso una cinta en la boca y la tir¨® al suelo. En ese momento se acord¨® de que ha dejado el brasero en la puerta, pens¨® que alguien pod¨ªa verlo y sali¨® a recogerlo.

En ese momento, siempre seg¨²n la versi¨®n de Montoya, Luelmo aprovech¨® para levantarse y le propin¨® la patada en el costado. "Por eso luego en el centro de salud se duele de esa patada", han descrito los oficiales de la Guardia Civil. "Entonces es cuando [Montoya] se cabrea y la golpea contra el suelo", ha precisado. "Tal cual la tiene [a Laura], se asusta", ha descrito el oficial. Despu¨¦s, la meti¨® en el coche y la llev¨® al campo. All¨ª se produce, siempre seg¨²n la hip¨®tesis de la Guardia Civil, la agresi¨®n sexual.

Los oficiales han llamado a evitar conclusiones definitivas. "La autopsia est¨¢ a la espera de analizar muchas cosas para determinar la hora de la muerte. Tenemos tambi¨¦n la circunstancia que hablamos de la sierra de Huelva, que alcanza temperaturas muy bajas. Eso hace que el cad¨¢ver se haya mantenido muy bien", ha detallado el coronel Romero.

Seg¨²n Romero, el padre de Laura Luelmo interpuso una denuncia por la desaparici¨®n de su hija y "casi al mismo tiempo", la due?a de la casa donde resid¨ªa la profesora les pidi¨® que entr¨¢ramos para comprobar si ella estaba dentro. La Guardia Civil entr¨® en la casa y no vieron "nada raro", ha detallado el jefe de la comandancia, que ha comentado que la ausencia de Laura desde el primer momento les result¨® "rara" porque llevaba muy poco tiempo en el pueblo.

El padre y el novio de la v¨ªctima se presentaron en El Campillo y ayudaron a inspeccionar la casa de la profesora a los agentes de la Guardia Civil. Echaron en falta las zapatillas de deporte y unas mallas. Eso les llev¨® a pensar que la mujer hubiera salido de su domicilio para ir a andar. "A andar, no a correr", ha precisado Romero. "A pesar de que se dijo que se iba a correr, eso no es cierto.?Por prescripci¨®n m¨¦dica no sol¨ªa ir a correr, no corr¨ªa. Tampoco era una persona que se adentrara en el campo. M¨¢s bien era un poco miedosa a salirse del entorno donde hay personas", ha aclarado el oficial.

La Guardia Civil encontr¨® en el registro de la casa de Montoya la compra que hab¨ªa hecho Laura en el supermercado, con la salvedad de unas patatas, que el asesino confeso comi¨® despu¨¦s. El teniente coronel de la UCO lo ha calificado como de "alto grado de impulsividad". "Lo consideramos como un asesino desorganizado que no piensa que los investigadores puedan llegar a implicarle en los hechos", ha aseverado.