Un jefe m¨¦dico denuncia corrupci¨®n en la privatizaci¨®n de las resonancias en Valencia
La concesionaria pas¨® de cobrar a la Generalitat 4,4 millones anuales a poco m¨¢s de dos
El jefe de servicio de Radiolog¨ªa del Hospital General Universitario de Castell¨®n, Jos¨¦ Garc¨ªa Vila, denunci¨® este lunes un presunto caso de "corrupci¨®n" que afecta a una de las grandes privatizaciones de la Comunidad Valenciana en la etapa de gobierno del PP: el servicio de resonancias magn¨¦ticas, que un grupo de empresas se ha repartido durante los ¨²ltimos 20 a?os. Garc¨ªa Vila revela en su denuncia ante la propia Consejer¨ªa de Sanidad Universal un gran desfase entre la facturaci¨®n que la concesionaria realizaba a su departamento hasta 2008, cuando superaba los cuatro millones de euros al a?o, y lo que ha facturado a partir de entonces, algo m¨¢s de dos millones, a pesar de haber aumentado el precio de las pruebas. Y ve tras ello una presunta "manipulaci¨®n de la facturaci¨®n".
Eresa, la empresa se?alada por el responsable m¨¦dico, rechaza las acusaciones y asegura que las grandes diferencias se deben fundamentalmente a que hasta 2008 la facturaci¨®n englobaba las resonancias realizadas en dos hospitales ¡ªel general y el provincial, ambos de Castell¨®n¡ª, mientras que a partir de esa fecha la facturaci¨®n de cada uno de los centros se realiz¨® por separado.
La Sindicatura de Comptes, el ¨®rgano fiscalizador de la Generalitat, concluy¨® la legislatura pasada que la gesti¨®n p¨²blica de las resonancias hab¨ªa permitido reducir el coste medio de la exploraci¨®n de los 257,1 euros que represent¨® en 2012 a 108,3. El ahorro anual resultante estimado por la Sindicatura oscilaba entre 3,3 millones y 16,7 millones de euros.
Esos n¨²meros eran aplicables al periodo del segundo concierto de resonancias, entre 2008 y octubre de 2018. Las presuntas irregularidades denunciadas por el jefe de servicio implican, sin embargo, que los sobrecostes durante el primer concierto, de 2000 a 2008, fueron muy superiores.
Garc¨ªa Vila asegura que los datos oficiales, que durante "muchos a?os fueron opacos a los jefes de servicio", reflejan que Eresa factur¨® al Departamento de Salud de Castell¨®n cantidades cercanas o superiores a los cuatro millones de euros anuales. En 2006, 4,4 millones. Y en 2007, 4,6. El jefe de servicio mantiene que el concierto que se implant¨® en 2008 mantuvo el cat¨¢logo de exploraciones y elev¨® el precio de las pruebas, mientras el n¨²mero total de resonancias practicadas crec¨ªa. A pesar de ello, la facturaci¨®n, en lugar de aumentar, cay¨® con fuerza a partir de ese a?o. Seg¨²n los datos de su denuncia, la concesionaria pas¨® a facturar 2,4 millones en 2008, 2,3 millones en 2009 y 2,2 millones en 2010. Lo ¨²nico que, seg¨²n el responsable m¨¦dico, explica ese s¨²bito descenso son presuntas "manipulaciones en la facturaci¨®n" en el periodo de 2000 a 2008, que considera que pueden entra?ar malversaci¨®n de caudales. El m¨¦dico se?ala que lo mismo pudo ocurrir en otros departamentos de salud valencianos.
Cambio de cat¨¢logo
Eresa volvi¨® a ser adjudicataria del concurso de resonancias magn¨¦ticas convocado en 2008 por la Generalitat integrada en una Uni¨®n Temporal de Empresas ¡ªllamada Erescanner Salud¡ª que lideraba con el 49% de las acciones. Una portavoz de Eresa, que forma parte del Grupo Ascires, rechaza las acusaciones formuladas por el responsable m¨¦dico de Castell¨®n y afirma que la raz¨®n principal por la que la facturaci¨®n experiment¨® un s¨²bito descenso fue que, a partir de ese a?o, la empresa dej¨® de facturar conjuntamente a la Generalitat las pruebas realizadas para el Hospital General y para el Hospital Provincial de Castell¨®n.
El segundo motivo que explica el descenso de la facturaci¨®n, sigue la portavoz, fue que, a pesar de que a partir de 2008 el cat¨¢logo mantuvo los mismos nombres que en el periodo anterior (2000-2008), las pruebas no inclu¨ªan las mismas "regiones anat¨®micas", se?ala. Por ejemplo: en el primer convenio la compa?¨ªa facturaba la resonancia de una mano como una exploraci¨®n simple y la resonancia del antebrazo como otra exploraci¨®n simple; a partir de 2008, en cambio, la empresa inclu¨ªa en una sola imagen la mano y el antebrazo y la facturaba como una ¨²nica exploraci¨®n. La portavoz tambi¨¦n argumenta que las t¨¦cnicas se abaratan con el tiempo, y que la compa?¨ªa ya fue investigada hace cinco a?os por la Fiscal¨ªa, Hacienda y la Sindicatura de Comptes sin que se probara ninguna actividad delictiva.
La privatizaci¨®n de las resonancias ha estado envuelta en la pol¨¦mica desde su aprobaci¨®n, en 2000. Los profesionales y las sociedades cient¨ªficas pronosticaron que privatizar resultar¨ªa m¨¢s caro y multiplicar¨ªa el n¨²mero de pruebas diagn¨®sticas. La tasa valenciana de resonancias, al cabo de pocos a?os, doblaba la media espa?ola, seg¨²n la Sindicatura de Comptes.
Una desprivatizaci¨®n complicada
El Gobierno valenciano, integrado por socialistas y Comprom¨ªs, anunci¨® al inicio de la legislatura la reversi¨®n de las privatizaciones sanitarias. La de la gesti¨®n del hospital de Alzira y su ¨¢rea de salud se produjo en abril. La del servicio de resonancias, cuya concesi¨®n de 10 a?os acab¨® en octubre, est¨¢ resultando, en cambio, m¨¢s compleja y la Consejer¨ªa de Sanidad Universal se ha visto obligada a prorrogar unos meses la externalizaci¨®n.
Jos¨¦ Vilar, que fue jefe de servicio de Radiolog¨ªa del Hospital Peset de Valencia, el primero p¨²blico que hizo resonancias en Espa?a y que ha asesorado a la Generalitat en el proceso, afirma que la privatizaci¨®n gener¨® entre los m¨¦dicos una cultura de petici¨®n excesiva de pruebas diagn¨®sticas. Y reducirlas de golpe despertar¨ªa quejas de los pacientes acostumbrados a ellas y tendr¨ªa un coste pol¨ªtico. Sin reducir la demanda, el sector p¨²blico solo puede absorber el 70% de las resonancias que se han venido practicando. El resto, aunque a un precio muy inferior, seguir¨¢n de momento siendo subcontratadas.
El segundo motivo que ha llevado a la Generalitat a aplazar la desprivatizaci¨®n ha sido hallar la f¨®rmula laboral bajo la que el sector p¨²blico absorber¨¢ a los empleados de la concesionaria, que han estado 20 a?os trabajando dentro de los hospitales p¨²blicos.
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