El cangrejo azul toma el Delta del Ebro

¡°Ahora pescamos solo cangrejo azul, ?qu¨¦ vas a hacer ante esta explosi¨®n? Es lo que hay, si el a?o pasado cog¨ªamos 15 kilos al d¨ªa ahora son entre 200 y 300¡±, explica Iv¨¢n Samper, patr¨®n del Saron, mientras pilota rumbo a las monetas (trampas para crust¨¢ceos) que le esperan pacientes en las aguas de la bah¨ªa del Delta del Ebro. El cangrejo azul (Callinectes sapidus), aut¨®ctono del Atl¨¢ntico Occidental desde Nueva Escocia, Maine y norte de Massachusetts hasta Argentina incluyendo Bermudas y las Antillas, se detect¨® por primera vez en la zona en 2012, aunque ya estaba por Italia, Turqu¨ªa o Grecia. Ahora el Delta del Ebro est¨¢ infestado y la especie, que vive en estuarios y lagunas, avanza hacia nuevos litorales.

Mientras el Saron se mece en las tranquilas aguas, los cangrejos, atrapados en las nasas y sin posibilidad de escape, van llenando grandes cestas de pl¨¢stico. El marinero Salvador Moreso avisa: ¡°Cuidado, si te agarran no te sueltan y hacen da?o¡±. El tama?o de las pinzas del imponente crust¨¢ceo, con puntas de un azul intenso en los machos y rojo en las hembras, no deja lugar a dudas. La longitud de su caparaz¨®n puede alcanzar los 24 cent¨ªmetros y hay ejemplares de un kilo.

El voraz cangrejo se alimenta sobre todo de bivalvos de concha fina ¡ªpuede comer 575 almejas al d¨ªa en un banco marisquero sin protecci¨®n¡ª adem¨¢s de an¨¦lidos, peces, plantas y casi de cualquier otro elemento que pueda encontrar, incluso individuos de la misma especie. Su ¨²nico depredador natural es el pulpo, ¡°y no hay tantos como para acabar con ellos¡±, ironiza Samper. Solo queda el hombre, ¡°pero es necesario que alcance un buen precio en mercado, como ocurre en Estados Unidos¡±. La semana pasada oscil¨® entre tres y 0,70 euros el kilo en la lonja de Sant Carles de la R¨¤pita, desde donde se comercializa el cangrejo, que "hace buen caldo para el arroz" y se abre paso en las cocinas de reputados chefs.

Joan Balaguer, secretario de la cofrad¨ªa de pescadores de Sant Carles, indica que capturan una media de 1.000 kilos al d¨ªa. ¡°El a?o pasado alcanzamos las 60 toneladas y, este a?o, en dos meses estamos en 37, lo que da una visi¨®n de c¨®mo ha crecido la especie¡±, concreta. Nada extra?o, si se tiene en cuenta que en cada puesta las hembras liberan entre dos y ocho millones de huevos, y que viven en agua dulce y salada, se?ala Pere Abell¨®, investigador del Instituto de Ciencias del Mar en Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). ¡°Se fomenta su pesca para intentar mantenerlo a raya, porque erradicarlo es ya imposible¡±, avisa. La Generalitat ha impulsado un plan de gesti¨®n de la especie y ha creado un comit¨¦ de gesti¨®n en el que participan pescadores y mariscadores, cient¨ªficos y ecologistas.

Vicent Moya, pescador en Sant Carles desde los 14 a?os, se enfrenta ahora, con 52, al cambio de rumbo que le ha impuesto el crust¨¢ceo. ¡°Han desaparecido los berberechos, las almejas y el cangrejo verde, el de aqu¨ª, aunque la navaja todav¨ªa aguanta¡±, enumera. Una situaci¨®n que le ha empujado, como al resto, a optar por el nuevo inquilino. Moya se pregunta c¨®mo afectar¨¢ al pulpo, sepia... Con estos antecedentes, la especie est¨¢ incluida dentro de las 100 m¨¢s invasivas del Mediterr¨¢neo, aunque todav¨ªa no aparece en el cat¨¢logo de especies ex¨®ticas invasoras de Espa?a. El Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica ha iniciado el procedimiento y est¨¢ a la espera del dictamen del comit¨¦ cient¨ªfico. La Generalitat, por su parte, cuenta con un plan de gesti¨®n y ha creado un comit¨¦ en el que participan pescadores, mariscadores, cient¨ªficos y ecologistas.

?El miedo a los da?os que pueda causar la plaga se palpa entre los acuicultores. Jes¨²s Carles, de familia dedicada al cultivo de mejillones y otros moluscos desde hace ¡°al menos 56 a?os¡±, muestra desde una barca los 120.000 metros cuadrados de parcela destinada al cultivo de la almeja japonesa en la bah¨ªa del Fangar (en el Delta del Ebro), ahora ocupada solo por patos. ¡°El a?o pasado los cangrejos se las comieron todas, y no podemos poner protecci¨®n porque se cr¨ªa en el suelo¡±, explica. La explotaci¨®n, la ¨²nica de este tipo que exist¨ªa en el Delta, produc¨ªa 80.000 kilos anuales "y exist¨ªa un potencial muy grande para expandir el cultivo".

De momento el mejill¨®n se ha librado. ¡°Pero tenemos los pelos de punta, esperando a que llegue el verano cuando hay m¨¢s cangrejo¡±, precisa Gerardo Bonet, gerente de la Federaci¨®n de Productores de Moluscos del Delta del Ebro (Fepromodel). En las bateas de las dos bah¨ªas (Fangar y Alfacs) se producen cuatro millones de kilos de mejill¨®n y 400.000 de ostras. El acuicultor contin¨²a la marcha por la bah¨ªa y se acerca a una de las bateas de cr¨ªa. En una de las cuerdas, un cangrejo azul est¨¢ dando buena cuenta de los mejillones. ¡°Rompen la concha sin problemas¡±, muestra Carles.

El artr¨®podo contin¨²a su marcha implacable por el litoral y ha alcanzado ya el Mar Menor o el parque natural de l'Albufera de Valencia. En el verano del a?o pasado se confirmaron los primeros ejemplares en la bah¨ªa del Guadalquivir y en Mallorca y Menorca. ¡°Lo desconcertante es que cuando se establece se adapta a cualquier situaci¨®n¡±, explica Carmen Barber¨¢, investigadora del Centro de Investigaci¨®n Marina (CIMAR) de la Universidad de Alicante. Los cient¨ªficos est¨¢n colaborando con los pescadores. Diego Amor¨®s, presidente de la Cofrad¨ªa de Pescadores de Guardamar del Segura, lo tiene claro: ¡°O lo paramos o se nos va de las manos¡±. ¡°Aqu¨ª nos dedicamos a la pesca del langostino y nos destroza las redes, as¨ª que intentamos huirle¡±, comenta.

Miguel Vivas, investigador del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa que vigila a la especie en el Mar Menor, mantiene que ¡°ha llegado para quedarse, a no ser que se contagie de alguna plaga u otro problema sanitario que le pueda afectar¡±. Le preocupa tambi¨¦n el impacto que pueda tener sobre el caballito de mar. ¡°Es una especie que tiene todas las papeletas para perder, ya tenemos pruebas de que se alimenta de ellos¡±. Mientras cient¨ªficos y Administraci¨®n p¨²blica intentan frenar a un invasor que les arrolla, el pescador Iv¨¢n Samper cuenta los d¨ªas para enfocar a alta mar y dejar atr¨¢s al cangrejo que amenaza su entorno.