M¨¢s de 200 ni?os rumanos a cargo del Estado viven en Espa?a sin documentaci¨®n
Los menores no pueden viajar, acceder a ayudas o federarse en equipos deportivos. Las familias de acogida exigen una soluci¨®n
La ni?a sufre una discapacidad severa, pero no puede cobrar la ayuda a la que tiene derecho. ¡°Para el sistema no existe¡±, escuch¨® Justi Carretero, su madre de acogida, al pedir la prestaci¨®n. Naci¨® en Espa?a, pero sus padres biol¨®gicos, rumanos, no la registraron en el consulado. Al poco, la Administraci¨®n espa?ola asumi¨® su tutela y pas¨® a vivir con esta familia. Lleva ya cuatro a?os en su nuevo hogar. Oficialmente, no es ni rumana ni espa?ola. Solo dispone de su partida de nacimiento. No hay un documento que acredite su nacionalidad. M¨¢s de 200 menores de origen rumano que est¨¢n a cargo del Estado ¡ªen centros o con familias de acogida¡ª carecen de documentaci¨®n, seg¨²n fuentes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. No pueden viajar, ni federarse en equipos deportivos, ni recibir algunas prestaciones.
En Espa?a, m¨¢s de 17.000 menores bajo tutela de la Administraci¨®n viv¨ªan en centros residenciales en 2017. Otros 19.000 ¡ª1.800 de ellos extranjeros¡ª, en familias de acogida. Tambi¨¦n hay menores sin documentaci¨®n de otros pa¨ªses, pero con Ruman¨ªa son comunes los problemas al resolver los casos, explican fuentes del ministerio. Representantes de la Direcci¨®n General de Servicios para las Familias y la Infancia se reunieron este martes con autoridades rumanas en Bucarest para tratar de encontrar una soluci¨®n. Estas fuentes precisan que, si Ruman¨ªa no la otorga, la buscar¨¢n en Espa?a: ¡°El objetivo es que estos ni?os puedan acceder a recursos de bienestar social¡±.
Entre los m¨¢s de 200 menores hay casos de todo tipo. Desde quienes nacieron en Espa?a y no fueron registrados en el consulado al nacer, por lo que no ha quedado acreditada su nacionalidad, hasta aquellos que llegaron con documentaci¨®n, pero no la renovaron.
Igualdad de condiciones
¡°Ruman¨ªa debe asumir su responsabilidad y permitir que los menores puedan registrarse o adquirir pasaportes. En el consulado no dicen que no directamente, pero piden papeles una y otra vez. Van dando largas¡±, se queja Carretero, que vive en un pueblo de Guadalajara.
Su hija de acogida sufre carencias motoras, sensoriales e intelectuales. ¡°En casa gastamos entre 400 y 600 euros al mes en terapias, pero no podemos percibir la ayuda por discapacidad. Estos menores deben crecer en igualdad de condiciones¡±, reclama esta mujer de 57 a?os, que hace cuatro dej¨® de trabajar para cuidar a la ni?a. Carretero preside la Asociaci¨®n de Familias de Acogida de Espa?a (Fades), que agrupa a un centenar de familias. ¡°Ruman¨ªa debe reconocer a los ni?os o declinar hacerlo. Pero si no ocurre lo uno ni lo otro, estamos en tierra de nadie¡±, lamenta. ¡°Tambi¨¦n criticamos a Espa?a por su dejaci¨®n de funciones, es el pa¨ªs que protege a estos cr¨ªos al ejercer su tutela. Deber¨ªa dar una soluci¨®n¡±, se?ala.?
¡°Las autoridades espa?olas no pueden ordenar nada a las rumanas, pero s¨ª solicitar la documentaci¨®n, en tanto tutores legales de los ni?os. Un reglamento europeo de 2003 regula c¨®mo debe certificar un Estado que est¨¢ ejerciendo la tutela de un menor ante el pa¨ªs de origen. Y tambi¨¦n la manera en que debe cursar la solicitud de los documentos. Ese certificado es v¨¢lido y ejecutivo. Pueden dar largas, pero no negarse, o Espa?a podr¨ªa elevar una queja¡±, asegura Beatriz Rom¨¢n, abogada experta en la materia. Ella ha logrado regularizar dos casos por este procedimiento.
En este reglamento est¨¢ la clave del problema, seg¨²n fuentes del ministerio. El art¨ªculo 21 establece que cuando la autoridad de un Estado miembro dicta una resoluci¨®n, por ejemplo de tutela, debe ser reconocida y aplicable en el resto de pa¨ªses. Estas fuentes apuntan que Ruman¨ªa interpreta el reglamento de otra forma, aludiendo al art¨ªculo 28, por lo que cuando la Administraci¨®n espa?ola se dirige al consulado exigen que la resoluci¨®n de tutela se homologue en Ruman¨ªa, un tr¨¢mite complejo que requerir¨ªa contar con abogados all¨ª.
Fuentes de la secci¨®n consular de la Embajada de Ruman¨ªa aseguran, sin embargo, que esto no es problema. Explican que su disposici¨®n es solucionar estas situaciones y que ¡°se busca la repatriaci¨®n de los menores¡±, con independencia del tiempo transcurrido en Espa?a y su posible arraigo. Intentan localizar a familiares all¨ª y, si re¨²nen las condiciones y quieren hacerse cargo de los ni?os, enviarlos de vuelta. Si no es factible, ¡°como ocurre en muchas ocasiones¡±, pueden documentar de forma provisional a los menores. Estas fuentes afirman que los casos se suelen resolver en unos meses.
Petici¨®n de la nacionalidad
La abogada Beatriz Rom¨¢n apunta que si un pa¨ªs extranjero se niega a documentar a un menor, las autoridades espa?olas pueden regularizar su situaci¨®n. ¡°Habr¨ªa que justificar que se niegan. Ser¨ªa preciso enviar un requerimiento notarial al consulado. Si accede, dejar¨¢ inscribir o renovar la documentaci¨®n. Si no lo hace o no contesta, la Administraci¨®n puede documentar al ni?o con una c¨¦dula de inscripci¨®n y regularizar su residencia en Espa?a¡±, contin¨²a. ¡°Un menor que haya pasado dos a?os tutelado tiene derecho a pedir la nacionalidad, si lleva al menos un a?o de residencia legal y continuada. Tambi¨¦n tienen derecho a pedir la nacionalidad los que hayan nacido en Espa?a de padres extranjeros y que hayan residido durante un a?o aqu¨ª¡±, cuenta. Entre 2014 y 2018, 580 menores tutelados por la Administraci¨®n ¡ªno solo de origen rumano¡ª solicitaron la nacionalidad, seg¨²n el Ministerio de Justicia. De ellas, se concedieron 144.
Hace dos a?os, la situaci¨®n de estos ni?os salt¨® a los medios. Un grupo de madres madrile?as comenz¨® a moverse. Recogida de firmas, reuniones, muchas reuniones. En la Comunidad se regularizaron una decena de casos, explica Carmen Parra, una de las impulsoras de la protesta y madre de acogida de dos ni?os de origen rumano. Fuentes del Gobierno regional lo confirman, aunque precisan que es necesario estudiar caso por caso. ¡°Ahora mis hijos tienen DNI espa?ol. El ni?o ten¨ªa 10 a?os y acab¨¢bamos de salir de que jurara la Constituci¨®n. Me dijo: ¡®?Mam¨¢, entonces ya soy espa?ol?¡¯ La abogada que nos acompa?aba le respondi¨® que siempre lo hab¨ªa sido¡±, cuenta.?
Casos como este son una esperanza para las familias. ¡°Los ni?os van al colegio y tienen sanidad porque las comunidades, que ejercen la tutela, gestionan los papeles¡±, explica una madre que pide no identificarse. Reside en una peque?a localidad junto a varios hermanos de origen rumano que tiene en acogida. ¡°Las mayores me dicen que, siendo europeas, se sienten ciudadanas de segunda. Una es muy buena en idiomas. No puede participar en el intercambio de su instituto, no puede viajar¡±, lamenta. ¡°Otro de los ni?os, discapacitado, no puede conseguir una beca de logopedia porque no hay forma de rellenar de manera normal el formulario¡±, a?ade esta mujer, que tiene 45 a?os.?
Dionisia Segovia, de 59 a?os, se convirti¨® en madre de acogida hace 12. Tiene una hija adolescente, de origen rumano, que vive con su familia desde entonces, en Alc¨¢zar de San Juan (Castilla-La Mancha). ¡°Es un grupo peque?o de menores y nadie asume la responsabilidad. Son ni?os invisibles. Mi hija tuvo que dejar de jugar al baloncesto con sus amigas porque no pod¨ªa federarse. Cuando sale del pueblo, me pregunta siempre. ¡®Y si me piden la documentaci¨®n, ?qu¨¦ hago?¡¯ Yo le digo que me llame¡±, cuenta. ¡°Ellos lo ven como una culpa, como una losa que tienen. Solo quieren ser normales, como los dem¨¢s¡±.
¡°A los 18 tuve que salir del centro y no ten¨ªa papeles¡±
¡°Al cumplir los 18 a?os no sent¨ª que empezara de cero, sino desde menos cinco. Tuve que salir del centro y no ten¨ªa papeles¡±, explica este joven, que prefiere no dar su nombre. Es la situaci¨®n que se encuentran quienes, alcanzada la mayor¨ªa de edad, dejan de estar bajo la tutela del Estado sin haber conseguido regularizar su documentaci¨®n. ?l est¨¢ a punto de cumplir 21 a?os y vive en Ciudad Real.
Lleg¨® a Espa?a desde Ruman¨ªa con su familia cuando era peque?o. Entonces ten¨ªa el pasaporte en regla, pero no lo renov¨® nunca. Cuando la Administraci¨®n asumi¨® su tutela, su documentaci¨®n estaba caducada desde hac¨ªa a?os. Las instituciones intentaron regularizar su situaci¨®n, pero no lo lograron.
¡°Con 18 a?os tuve que salir del centro donde viv¨ªa y fui a un piso en el que nos dejan vivir a los chicos extutelados. Quer¨ªa trabajar pero no ten¨ªa papeles, no pod¨ªa¡±, explica. ¡°Sobreviv¨ª gracias a lo que hab¨ªa ahorrado durante los meses en que hab¨ªa trabajado como monitor. No pod¨ªa cobrar la ayuda a la que ten¨ªa derecho porque no pod¨ªa abrirme una cuenta corriente. No ten¨ªa documentaci¨®n¡±, se queja.
Recuerda lo ocurrido con horror. Tard¨® cuatro meses en regularizar sus papeles en el consulado. ¡°Fue un paliz¨®n. Tuve que faltar a clase, ir de un lado a otro... y mientras sobrevivir como pude¡±, dice. Ahora, ya con su documentaci¨®n en regla, sue?a con conseguir la nacionalidad. ¡°Llevo en tr¨¢mites dos a?os. Me siento espa?ol. Llevo aqu¨ª toda la vida¡±.
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