El grito de los j¨®venes contra el cambio clim¨¢tico se convierte en global
La protesta contra la inacci¨®n frente al cambio clim¨¢tico saca a la calle a miles de estudiantes en todo el mundo. En Espa?a prende un movimiento que pide implicaci¨®n a los pol¨ªticos
De Sidney a Copenhague. De Londres a Berl¨ªn. De Roma a Hong Kong. Y, tambi¨¦n, de Madrid a Barcelona pasando por Valencia o Sevilla. La protesta de los estudiantes contra la inacci¨®n de los Gobiernos frente al cambio clim¨¢tico se ha convertido este viernes en algo tan global como el calentamiento. Tanto, que es complicado encontrar en el mundo una capital en la que no se haya celebrado una manifestaci¨®n dentro del movimiento Friday For Future, que promov¨ªa una huelga estudiantil emulando a Greta Thunberg, la joven sueca que en agosto decidi¨® parar todos los viernes como protesta por la falta de ambici¨®n de su pa¨ªs ante el calentamiento global.
Cientos de miles de estudiantes de ambos hemisferios piden m¨¢s esfuerzos para frenar el cambio clim¨¢tico en las m¨¢s de 1.000 manifestaciones que se hab¨ªan convocado. Espa?a, que hasta ahora hab¨ªa participado t¨ªmidamente en la protesta que secundan desde hace semanas grandes capitales del mundo, tambi¨¦n se ha sumado a esta movilizaci¨®n que hasta comparte los mismos lemas ¨Cen ingl¨¦s¨C. "No hay un planeta B", claman los chicos en los cinco continentes.
A lo largo y ancho del planeta este movimiento, que se declara apartidista, tiene una reclamaci¨®n un¨ªvoca: pide a los Gobiernos que cumplan con lo que se han comprometido a trav¨¦s del Acuerdo de Par¨ªs. Ese pacto, que data de 2015 y empezar¨¢ a ser efectivo a partir de 2020, tiene objetivos ¨Cque el irreversible aumento de la temperatura se quede dentro de unos l¨ªmites manejables, entre los 1,5 y los 2 grados¨C y fija c¨®mo lograrlos ¨Ca trav¨¦s de la eliminaci¨®n de los gases de efecto invernadero de la econom¨ªa mundial¨C. Pero, a falta de sanciones u otros instrumentos que obliguen a los pa¨ªses a cumplir el acuerdo, la presi¨®n social es fundamental para empujar a los Gobiernos a recortar con suficiente intensidad sus emisiones. Por eso, desde los partidos, organizaciones y asociaciones que llevan tiempo trabajando en la lucha contra el cambio clim¨¢tico se celebra la irrupci¨®n del movimiento estudiantil como elemento de presi¨®n a los gobernantes.
"Al final, est¨¢ calando en la sociedad la lucha. Estos j¨®venes empujar¨¢n a sus padres", resume Tatiana Nu?o, experta de Greenpeace en cambio clim¨¢tico. Los recortes de emisiones a los que los pa¨ªses se han comprometido hasta ahora en el Acuerdo de Par¨ªs no son suficientes; llevar¨¢n, al menos, a un aumento de la temperatura de 3 grados. Se necesitan muchos m¨¢s esfuerzos y el planeta se queda sin tiempo por la gran acumulaci¨®n de gases de efecto invernadero expulsados por la actividad del ser humano.
Estas advertencias y la denuncia de que el ritmo de recorte de emisiones no es el adecuado se lanzan desde hace a?os desde el ¨¢mbito cient¨ªfico, que ha empezado a intentar fraguar una alianza con este nuevo movimiento estudiantil a trav¨¦s de escritos de apoyo. En Espa?a, alrededor de 300 personas ligadas al mundo de la academia han firmado un escrito; en Alemania ¨Cdonde este viernes se han celebrado protestas en 200 ciudades¨C son 19.000 los firmantes de una carta en la que tambi¨¦n advierten de los efectos del calentamiento global.
"Las redes nos permiten ver lo qu¨¦ est¨¢ ocurriendo. Tenemos acceso a la informaci¨®n, vemos que nuestro futuro est¨¢ muy complicado", explicaba este viernes desde la manifestaci¨®n de Madrid Sasha Mart¨ªn, de 18 a?os y alumna de Grado Superior de Laboratorio. En la manifestaci¨®n de Madrid ¨Cque congreg¨® a 4.500 personas, seg¨²n la polic¨ªa¨C los asistentes eran principalmente alumnos de instituto y de universidad. Chicos y chicas que han nacido en un planeta en el que las evidencias del cambio clim¨¢tico son ampliamente conocidas.
"Ni un grado m¨¢s, ni una especie menos", gritaban en las manifestaciones de Espa?a ¨Cen alrededor de 60 ciudades hab¨ªa convocatorias¨C. "Igual de importante es luchar contra el cambio clim¨¢tico que por la igualdad", resume Teresa Hern¨¢ndez, estudiante de Ingenier¨ªa Biom¨¦dica en Madrid. No hace falta preguntar a los asistentes a las protestas; r¨¢pidamente ligan ambos movimientos, el de la causa clim¨¢tica y el feminismo. Como explica Bel¨¦n Barreiro, soci¨®loga y directora de 40dB, en los estudios de opini¨®n se ve que entre las principales preocupaciones de los j¨®venes figuran las dos. "S¨ª, claro", responde Manuel Cort¨¦s, de 21 a?os y estudiante de Biolog¨ªa de la Rey Juan Carlos, cuando se le preguntaba si hab¨ªa participado en la masiva protesta feminista de hace una semana.
Este joven tiene claro qu¨¦ quiere de los Gobiernos: "Una mayor legislaci¨®n ambiental". "Y m¨¢s transparencia para saber qu¨¦ se est¨¢ haciendo, porque muchas veces los pol¨ªticos prometen y no sabemos si cumplen", a?ade su compa?era Patricia Ram¨ªrez, de 21 a?os. "Vengo a manifestarme porque tenemos que reparar todo lo que ha hecho la generaci¨®n anterior a la m¨ªa. Y no hay tiempo que perder. Queremos ver resultados ya", resume Lieke, una joven desde la manifestaci¨®n en Bruselas, donde, de nuevo, la protesta ha sido masiva y ha juntado a 30.000 chicos, seg¨²n la polic¨ªa belga.
"Estas protestas se parecen a las que hubo en 2015, antes del Acuerdo de Par¨ªs. Pero entonces las organizaciones sociales nos las tuvimos que trabajar mucho m¨¢s; esto ahora ha sido mucho m¨¢s espont¨¢neo", ha apuntado este viernes Nu?o. Adem¨¢s, esas ONG han dado un paso a un lado y no han querido capitalizar las protestas. En el caso de Greenpeace, por ejemplo, se han limitado a ofrecerles asistencia. "Pero queremos que este sea su movimiento", se?al¨® Nu?o.
Con informaci¨®n de Llu¨ªs Pellicer, Esther S¨¢nchez, Alejandro Fern¨¢ndez, Sara Vega, Antonia Laborde, Ana Carbajosa, Marta Rodr¨ªguez, Jes¨²s A, Ca?as, Eva S¨¢iz, Xavier Fontdegl¨°ria, Mikel Ormazabal, Silvia R. Pontevedra y Cristina V¨¢zquez.
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