La espera para borrar las cataratas va por comunidades

¡°Lo peor era conducir porque me muevo bastante, suelo ir a la sierra y, sobre todo de noche, era un calvario. A dos metros no reconoc¨ªa las facciones de la gente, te sientes sobre todo limitado¡±. Joaqu¨ªn Moreno, de 61 a?os, describe el suplicio que sufri¨® durante el a?o de espera antes de ser operado de cataratas hace tres semanas. ¡°Ese a?o me pareci¨® mucho tiempo. Mejor¨¦ mucho y ahora veo bastante bien, pero deb¨ª tener mala suerte porque fue demasiado larga la espera¡±, recuerda este vecino de Aguanuevas (Albacete) y exadministrativo de la C¨¢mara de Comercio de la ciudad manchega.

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Moreno triplic¨® la demora media que su Gobierno afirma que existe en Castilla-La Mancha para entrar en quir¨®fano. Su comunidad tiene la lista de espera m¨¢s larga de Espa?a para ser operado de cataratas, con 120 d¨ªas, m¨¢s del triple que el Pa¨ªs Vasco (38 d¨ªas), seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad.

Moreno resume el tormento de muchas personas que necesitan esta operaci¨®n ¡ªla m¨¢s habitual del pa¨ªs, con unas 500.000 intervenciones al a?o¡ª y sufren una demora mucho m¨¢s larga de lo que indican las cifras oficiales y estipulan las garant¨ªas fijadas por real decreto. Con la esperanza de vida al alza ¡ªhoy est¨¢ en 83,1 a?os¡ª, la operaci¨®n de cataratas es una necesidad para cientos de miles de personas, ya que les permite mantener su independencia y movilidad. El porcentaje de pacientes manchegos con m¨¢s de seis meses de espera rompe la estad¨ªstica: si la media del resto de comunidades es un 2%, aqu¨ª se eleva al 22,8%.

Tercera edad

A pesar del medio mill¨®n de operaciones cada a?o, la cifra deber¨ªa multiplicarse para atender la fuerte demanda de pacientes de la tercera edad, que se ha disparado. El pasado junio hab¨ªa 98.369 personas en cola para ser intervenidas, y?296.856 para ver al oftalm¨®logo, la mayor¨ªa para operarse de cataratas.

¡°Muchos pacientes vuelven a los 10 meses desesperados porque no pueden estar sin ver. Es que no ven, la sensaci¨®n es de un cristal empa?ado, y se van a un m¨¦dico de pago¡±, relata Casto Garc¨ªa, ¨®ptico de Plasencia (C¨¢ceres), sobre la peor cara de la demora para ser intervenido.

Lo expres¨® de manera gr¨¢fica el consejero andaluz de Salud, Jes¨²s Aguirre, hace un mes, al anunciar un plan de choque para los 1.883 pacientes fuera de plazo: ¡°Se puede perfectamente operar cinco o seis cataratas en una tarde, para qu¨¦ vamos a tener a una persona pegando trompazos¡±.

Ese medio mill¨®n de intervenciones quir¨²rgicas al a?o, seg¨²n la estimaci¨®n de los cirujanos oculares y la Federaci¨®n Espa?ola de Empresas de Tecnolog¨ªa Sanitaria, afecta a unos 350.000 pacientes y se traduce en una media de 1.369 operaciones al d¨ªa. La cifra global aglutina las realizadas en el sector p¨²blico (226.199 en 2005, elevadas a 336.728 en 2015) y en menor porcentaje en la sanidad privada. Solo la compra de las lentes supone en torno a 36 millones al a?o para las arcas p¨²blicas, sin contar los gastos de personal y quir¨®fano. Cada lente ronda entre 90 y 100 euros, aunque las hay de hasta 600 euros para ciertos casos de pacientes j¨®venes, seg¨²n los expertos.

Las operaciones de cataratas representan alrededor de una quinta parte de los m¨¢s de dos millones de intervenciones realizadas en el sector p¨²blico en 2016, seg¨²n el ministerio. La t¨¦cnica ha evolucionado r¨¢pido en los ¨²ltimos 20 a?os y los hospitales la programan con profusi¨®n porque mejora las estad¨ªsticas, al rondar los 15 minutos de quir¨®fano. ¡°Los superiores y gerentes de hospitales quieren que se operen cataratas porque sube la ratio de esas cirug¨ªas. Ninguno pregunta por los trasplantes de c¨®rnea o los desprendimientos de retina, mucho m¨¢s importantes y laboriosas¡±, censura un cirujano que pide el anonimato.

Criterios

Adem¨¢s de las dispares listas de espera entre comunidades, tambi¨¦n existen diferencias en el porcentaje de m¨¢xima agudeza visual que las regiones exigen a los pacientes para operarles, que fluct¨²a entre el 40% y el 60%. Sin embargo, hoy los oftalm¨®logos tienden a considerar m¨¢s el concepto de ¡°calidad visual¡±, que sopesa factores como la edad del paciente, si este trabaja o no, y la sensibilidad al contraste, para prescribir la operaci¨®n o mantenerle en lista de espera.

¡°En Catalu?a es bastante frecuente que cuando derivas al doctor de cabecera, la demora para el especialista sea de nueve meses a un a?o. All¨ª le miran la agudeza visual y si tiene m¨¢s de un 40%, les vuelven a dar cita para seis meses despu¨¦s¡±, critica Josep Lafuente, ¨®ptico en Sabadell. El departamento de Salud catal¨¢n ha declinado comentar los tiempos de espera vigentes para cataratas, mientras que su web se?ala una demora media de 74 d¨ªas para 22.807 pacientes en cola.

Si hace m¨¢s de 25 a?os la incisi¨®n para extraer el cristalino (una lente del ojo, como la c¨®rnea) en la cirug¨ªa de catarata era de 10 mil¨ªmetros, hoy se ha reducido a dos mil¨ªmetros y sin puntos de sutura. ¡°La evoluci¨®n tecnol¨®gica ha sido brutal. Antes se extra¨ªa completamente el cristalino cataratoso entero y ahora previamente se trocea, se pulveriza y se aspira por esa peque?a incisi¨®n¡±, precisa Cristina Peris, directora m¨¦dica de Fisabio Oftalmolog¨ªa M¨¦dica, la Fundaci¨®n para el Fomento y la Investigaci¨®n Sanitaria y Biom¨¦dica de la Generalitat Valenciana. Este centro estudia y experimenta para perfeccionar lentes intraoculares que se mueven (recordando al cristalino humano) para que var¨ªen su potencia seg¨²n el paciente enfoque a una distancia cercana o lejana, y as¨ª combatir la presbicia.

Dado que cada hospital suele negociar con los grandes fabricantes la compra de miles de lentes, a cambio negocian la donaci¨®n de microscopios (sobre 180.000 euros) o aparatos de facoemulsificaci¨®n (t¨¦cnica quir¨²rgica para la operaci¨®n) cuyo coste ronda los 60.000 euros.

Gema G¨®mez, excomercial madrile?a de 50 a?os operada en 2010 tras una semana de espera, afirma: ¡°Not¨¦ una calidad tremenda [tras la intervenci¨®n]. De una nube blanca pas¨¦ a n¨ªtido, como si te quitan una telita de los ojos¡±.

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