Nueva York cobrar¨¢ por circular en coche en Manhattan
El sistema entrar¨¢ en vigor en 2021 y espera generar 1.000 millones de d¨®lares anuales en ingresos para financiar la modernizaci¨®n de la red de metro y de cercan¨ªas
Circular en coche desde Central Park hasta el sur de Manhattan va a ser muy caro: pronto costar¨¢ m¨¢s de 10 de d¨®lares al d¨ªa para los veh¨ªculos de particulares, cifra que subir¨¢ hasta los 25 d¨®lares en el caso de las camionetas. Nueva York se convertir¨¢, as¨ª, en el plazo de dos a?os, en la gran primera ciudad de los Estados Unidos en aplicar un sistema de peaje para los que conduzcan por su zona m¨¢s congestionada en la Gran Manzana. La medida tiene un objetivo medioambiental, pero, sobretodo, su ambici¨®n ser¨¢ financiera: recaudar lo suficiente para poder modernizar su anticuada red de metro y de cercan¨ªas.
El objetivo del plan, promovido por el gobernador Andrew Cuomo?y?que acaba de ser bendecido por el Legislativo neoyorquino, es destinar el dinero que se recaude con el peaje electr¨®nico a la modernizaci¨®n modernizar el transporte p¨²blico, para as¨ª hacerlo m¨¢s eficiente y permitiendo mover a m¨¢s gente. Eso, a su vez, redundar¨¢ en una mejora en el combate contra la poluci¨®n derivada de la congesti¨®n. Seg¨²n los primeros c¨¢lculos, el sistema permitir¨¢ recaudar hasta 1.000 millones de d¨®lares cada a?o.
Si todo va seg¨²n lo planeado, el nuevo esquema de peajes entrar¨¢ en vigor en enero de 2021 y cubrir¨¢ una zona que compre desde la calle 60 hasta el distrito financiero. All¨ª, la velocidad media es de 4,7 millas (7,5 kil¨®metros) por hora. La mayor¨ªa de los d¨ªas, como ha profundizado Cuomo, es bastante m¨¢s r¨¢pido bajarse del coche e ir andando. En los ¨²ltimos cinco a?os, adem¨¢s, se han sumado 80.000 veh¨ªculos que ofrecen servicios alternativos al taxi, principalmente operados por Uber y su rival Lyft.
Los detalles del sistema que obligar¨¢ a pasar por caja a los conductores son todav¨ªa escasos. Un panel de expertos debe establecer durante el pr¨®ximo a?o como se va a modular y aplicar. S¨ª se sabe que el precio ser¨¢ variable, en funci¨®n de la densidad de tr¨¢fico que haya en el momento de entrar en la zona de congesti¨®n. La aprobaci¨®n del concepto, sin embargo, est¨¢ creando gran expectaci¨®n. ¡°La experiencia de Nueva York ser¨¢ un importante precedente¡±, se?alan desde la National Association of City Transportation Officials.
John Rennie, profesor de Pol¨ªtica P¨²blica en la Universidad de Baltimore, explica que el peaje funciona como los billetes de avi¨®n. ¡°Elevando el precio¡±, se?ala, ¡°se fuerza al usuario a pensar cu¨¢l es el coste de hacer el viaje y en evaluar las alternativas de transporte que tienen¡±. ¡°Est¨¢ demostrado que el precio afecta al comportamiento humano. Se cambian los horarios, las rutas o se concentran los viajes¡±. En este caso, adem¨¢s, hasta ahora era gratis.
Otras ciudades
Los taxis en Nueva York y otros servicios de transporte alternativo como Uber o las limusinas ya cobran al cliente una tarifa extra de 2,75 d¨®lares para circular por el distrito de negocios. Ahora, esa tasa se ampl¨ªa a veh¨ªculos privados y comerciales. El peaje se cobrar¨¢ de manera autom¨¢tica, con la misma tecnolog¨ªa E-ZPass que ya existe en los t¨²neles y puentes que conectan la isla de Manhattan con Nueva Jersey y los barrios de Brooklyn, Queens y el Bronx.
Otras grandes ciudades estadounidenses, como Boston, Seattle, Los ?ngeles y San Francisco, tambi¨¦n contemplan establecer un sistema similar para reducir los atascos y dotarse de recursos adicionales para mejorar las infraestructuras. Michael Bloomberg ya lo intent¨® hace a?os en Nueva York hace diez a?os, cuando era alcalde de la ciudad de los rascacielos. Pero fracas¨® por el rechazo de los vecinos o due?os de negocios que viven fuera de Manhattan o que se haya desplazando desde los suburbios. Bill de Blasio, el actual alcalde de la ciudad m¨¢s poblada de EE UU,?tante¨® como alternativa con impuesto a las grandes fortunas.
¡°Si queremos que la ciudad siga creciendo¡±, defend¨ªa Cuomo hace unos d¨ªas, ¡°es indispensable ser capaz de moverse¡±. El dinero que se recaude ir¨¢ a una ¡°caja cerrada¡± destinada exclusivamente a modernizar la infraestructura de transporte y el 80% de los fondos se concentrar¨¢ ¨²nicamente en la red de transporte p¨²blico de la ciudad. El resto se repartir¨¢ a partes iguales entre el servicio de trenes de cercan¨ªas que sirve a las comunidades Long Island y a los suburbios al norte.
Pero la gran inc¨®gnita es si lo recaudado ser¨¢ suficiente para atender las necesidades de un metro que est¨¢ al borde del colapso, tras d¨¦cadas lastrado por una falta de inversiones que se ha cronificado. El panel de expertos debe calcular exactamente lo que se espera ingresar, pero el equilibrio no es f¨¢cil, como se?ala el economista Charles Komanoff, ya que se quiere evitar al mismo tiempo de imponer una ¡°doble imposici¨®n¡± a los que ya pagan por cruzar los puentes y t¨²neles. Las exclusiones pueden acabar mermando la capacidad de recaudaci¨®n.
Debate
Es lo que espera C¨¦sar Jim¨¦nez, due?o de un negocio dedicado a la reparaci¨®n de viviendas que sirve a vecinos en Manhattan. Es esc¨¦ptico, adem¨¢s, porque recuerda que buena parte de los veh¨ªculos que circulan por la isla son comerciales y no particulares. El senador republicano Andrew Lanza, que representa a los vecinos de Staten Island, denunciaba en el debate previo que el peaje es ¡°un nuevo impuesto que se va a cobrar a gente corriente que no puede vivir en el centro¡±.
Los conductores que viven en la zona de congesti¨®n, de hecho, no tendr¨¢n que pagar por circular o al desplazarse fuera, salvo al regresar cuando crucen la barrera electr¨®nica. Se contemplan adem¨¢s descuentos en funci¨®n de los ingresos. Como se?ala Alex Matthiessen, uno de los defensores de esta iniciativa, el riesgo es que las excepciones hagan el sistema inefectivo. Para compensar, deber¨¢ subirse por otro lado.
Los fundadores de Lyft, el gran competidor de Uber, apoyan que se establezca el peaje. Creen que es un modelo que funciona, es eficiente, genera recursos para las infraestructuras, reduce la contaminaci¨®n y, especialmente, agiliza los movimientos al reducir la densidad del tr¨¢fico. Eso permite ahorrar tiempo en los desplazamientos y, a?aden, mejoran el rendimiento econ¨®mico de toda la ciudad. Pero defienden que el sistema sea integrado con otras formas de transporte.
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