El Vaticano obliga a procesar a 17 curas por pr¨¢cticas de secta y doctrina sexual dudosa en Catalu?a
El grupo Seminari Poble de D¨¦u, disuelto en 2017, es acusado de "teor¨ªas pseudom¨ªsticas". Tres obispos desoyen al tribunal can¨®nico y no suspenden a los sacerdotes
La Iglesia cat¨®lica no fue impermeable a la revoluci¨®n sexual y a las teor¨ªas de vida comunitaria de los a?os 70. En Espa?a se produjeron algunos experimentos que derivaron en la fundaci¨®n de asociaciones de laicos guiadas por sacerdotes que exploraron nuevos preceptos, a veces en el l¨ªmite de lo que permit¨ªa la doctrina cat¨®lica. Una de ellas fue el Seminari Poble de D¨¦u (SPD), fundado en 1977 por el seglar Francesc Casanovas Mart¨ª y aprobada ese a?o por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Narc¨ªs Jubany. Una experiencia de vida comunitaria mixta cercana a las ideas new age y que se basaba en la investigaci¨®n de la relaci¨®n entre hombre y mujer. Dur¨® 40 a?os. Hasta el 15 de abril de 2017, cuando el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan Jos¨¦ Omella, firm¨® el decreto de disoluci¨®n del grupo. El Vaticano solicit¨® posteriormente una investigaci¨®n y oblig¨® a juzgar a 17 sacerdotes y a dos laicas implicados por pr¨¢cticas sectarias y presuntas relaciones sexuales entre hombres y mujeres con ramificaciones en, al menos, cinco di¨®cesis: Barcelona, Vic, Tarragona, Lleida y Seu d'Urgell.
El tribunal can¨®nico de Vic, de donde parti¨® la denuncia, ha suspendido a los 17 curas de forma cautelar, seg¨²n confirma el obispado a este peri¨®dico, hasta que termine el proceso. No hay un precedente as¨ª en n¨²mero de sacerdotes implicados en un caso can¨®nico en Espa?a. Seg¨²n fuentes de la instrucci¨®n del caso, la investigaci¨®n ha detectado anomal¨ªas de ¡°teor¨ªas pseudom¨ªsticas¡±, t¨¦rmino con que los ¨®rganos de vigilancia del Vaticano se refieren a pr¨¢cticas sectarias, y llegaban a permitir la pr¨¢ctica de sexo sin considerarlo pecado. El obispado de Vic, a preguntas de este peri¨®dico, resume: ¡°Los miembros habr¨ªan compartido unas teor¨ªas y conductas presumiblemente de car¨¢cter pseudom¨ªstico, fruto de las ideas extravagantes inculcadas por su fundador¡±.
El proceso ha creado tensiones en la Iglesia catalana: los acusados se reparten por varias di¨®cesis y tres obispos han optado por protegerles y no acatar sus suspensiones. Las dos di¨®cesis que han tomado la iniciativa en el caso, Barcelona y Vic, s¨ª han suspendido a cuatro sacerdotes y un di¨¢cono. En Vic el grupo dispon¨ªa de un antiguo convento que puso a la venta por 4,8 millones de euros tras la disoluci¨®n. Pero, en cambio, el obispo de Tarragona, Jaume Pujol; el de Lleida, Salvador Gim¨¦nez; y Joan-Enric Vives, de La Seu d'Urgell, han hecho caso omiso del tribunal. Los curas suspendidos por el tribunal eclesi¨¢stico siguen ejerciendo all¨ª su ministerio. Pujol renunci¨® el pasado mes de febrero tras unas pol¨¦micas declaraciones que exculpaban a curas de su di¨®cesis acusados de pederastia. Dijo que tuvieron un "mal momento" y que no fueron expulsados porque "no fue tan grave como para secularizarlos". No obstante, el obispado desvincul¨® la decisi¨®n de esa controversia y explic¨® que era obligada por razones de edad, al cumplir 75 a?os.
¡°Las medidas cautelares se imponen porque hay indicios de que podr¨ªan ser un peligro para la sociedad. Es irresponsable no aplicarlas¡±, se?alan fuentes que investigan el caso. No obstante, el obispado de Vic subraya que se debe respetar la presunci¨®n de inocencia de los acusados y que no todos est¨¢n implicados en la misma medida.
En Tarragona, que acogi¨® una las ramas m¨¢s importantes de la organizaci¨®n y donde el grupo logr¨® que el obispo les cediera en 2008 la gesti¨®n del Santuario de la Serra de Montblanc, siguen ejerciendo dos de los sacerdotes destacados del grupo, Pere Fibla y Xabier Segura, m¨¢s un di¨¢cono. En Lleida contin¨²an tres y en La Seu d'Urgell, cuatro, seg¨²n confirma el propio Fibla (gestionaban tambi¨¦n el Santuario de N¨²ria y ten¨ªan una casa en Camprod¨®n). El obispado de Tarragona es el ¨²nico de los tres que ha respondido a este peri¨®dico: considera que estos curas no est¨¢n suspendidos. Los de Lleida y La Seu D'Urgell no han querido dar explicaciones. ¡°Estos obispos no han aplicado las medidas cautelares porque consideran que har¨ªan m¨¢s da?o que bien, no las creen necesarias. El tribunal pide las medidas, pero es el obispo el que decide. Nosotros les obedecemos y seguimos trabajando en la Iglesia¡±, explica Fibla en conversaci¨®n telef¨®nica. Xabier Segura tambi¨¦n confirma que no est¨¢ suspendido: ¡°Seguimos con nuestro trabajo y haremos lo que nos digan¡±.
El caso comenz¨® en julio de 2013, cuando el obispo de Vic, Rom¨¤ Casanova, despu¨¦s de a?os recibiendo informaci¨®n comprometida sobre una asociaci¨®n que conoc¨ªan todos, decidi¨® abrir una investigaci¨®n. Las anomal¨ªas descubiertas derivaron en un intento de correcci¨®n que fracas¨®. El informe realizado por el visitador diocesano Germ¨¢n Arana y las pruebas encontradas fueron aportadas a la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, el ¨®rgano del Vaticano que vela por el cumplimiento de la doctrina, que autoriz¨® la disoluci¨®n y solicit¨® el juicio en Vic. Hab¨ªa elementos para considerar que se hab¨ªa alterado ¡°gravemente¡± la doctrina. Desde la Santa Sede, donde este caso preocupa desde hace a?os, se supervisar¨¢ la proporcionalidad de la pena, si llegase, y se pilotar¨ªa el recurso.
La causa afecta a otras di¨®cesis: la de Valledupar, en Colombia, donde estuvieron incardinados algunos de los sacerdotes, y Colonia, en Alemania, pues alg¨²n miembro laico es de ese pa¨ªs. En el momento de la disoluci¨®n, el seminario contaba con unos 80 integrantes. En total, han pasado por el grupo un centenar de personas. Las razones de la medida, seg¨²n un informe que se encarg¨® al rector de la facultad de teolog¨ªa de Catalu?a, Joan Planelles, y a parte del cual ha tenido acceso este peri¨®dico, fueron ¡°la incompatibilidad de la doctrina que se impart¨ªa con la cat¨®lica¡±. ¡°Se pretend¨ªa haber descubierto y se anunciaba una nueva etapa o revelaci¨®n que implicar¨ªa una tergiversaci¨®n de la afectividad hombre-mujer entre los fieles cristianos, marcada por la confusi¨®n entre el pecado y la concupiscencia, y ejemplificada en la sublimaci¨®n inversa de algunas gracias peculiares y extra?as a la tradici¨®n cat¨®lica que se manifestar¨ªan de forma definitiva en determinados miembros de la comunidad, vistos como iconos de esta nueva etapa de la Iglesia. Exist¨ªa el peligro de una derivaci¨®n gn¨®stica de la asociaci¨®n, con algunos elementos new age y visiones esot¨¦ricas de la fe cat¨®lica¡±.
Una descripci¨®n, en suma, cercana a una secta donde las fronteras entre lo que es o no pecado no estar¨ªan demasiado claras. Fuentes cercanas al caso lo explican as¨ª: ¡°Era una teolog¨ªa de las gracias. Seg¨²n lo que promulgaban, Dios distribuir¨ªa unas gracias especiales a algunos miembros de este grupo sectario que les permitir¨ªan ejercer un sexo, incluso libre, que no provocar¨ªa remordimiento de conciencia porque no se considera pecado. El testimonio de personas que dejaron el grupo habla de pr¨¢cticas sexuales¡±.
Un antiguo miembro del seminario, que no desea ser identificado y conoce a algunos denunciantes, opina que los problemas empezaron tras la muerte del fundador, en 2002. Confirma que estas personas ¡°se han salido porque lo han pasado mal, han tenido experiencias dolorosas y sufrimiento psicol¨®gico, consideraban que aquello no era cristiano¡±.
"Niego rotundamente que hubiera nada de sexo, es todo falso"
Pere Fibla y Xabier Segura, dos de los sacerdotes que dirig¨ªan el seminario y que siguen ejerciendo en pueblos de Tarragona, no desean hablar sobre el caso porque consideran que no es el momento adecuado, pues hay un proceso en marcha, y deben ser respetuosos. Pero s¨ª rechazan las acusaciones m¨¢s graves: ¡°Lo que sali¨® en prensa cuando se anunci¨® la disoluci¨®n era todo falso, deformado, difamatorio. Niego rotundamente que hubiera nada de sexo¡±, afirma Fibla.
Este sacerdote viv¨ªa en el monasterio de Montblanc, cedido por el obispo de Tarragona cuando se fueron las monjas clarisas despu¨¦s de siete siglos de presencia. Estaba al frente de una comunidad de una docena de laicos, hombres y mujeres. Espa?oles, colombianos y una alemana. Los vecinos del pueblo comentan que nunca hubo quejas, si bien indican que no hab¨ªa mucha relaci¨®n con ellos. En Solivella, peque?o municipio de 600 habitantes donde est¨¢ ahora, dos ancianas aseguran que es cura estupendo.
Fibla no oculta su pesar: ¡°Ha sido una pena, en todo esto podr¨ªa haber habido m¨¢s di¨¢logo, para el progreso de la Iglesia. Ha sido un dolor muy profundo, pero en la historia de la Iglesia no ha habido ninguna realidad nueva que no haya sufrido. Le ocurri¨®, por ejemplo, a Teresa de Jes¨²s. Obedeceremos lo que diga la Iglesia, como siempre hemos hecho, trabajando con ilusi¨®n. Ha sido una situaci¨®n sorprendente para gente que nos dedic¨¢bamos al servicio a los dem¨¢s. No hemos tenido ni una sola queja de nadie en 40 a?os en Catalu?a. Tarde o temprano la verdad saldr¨¢ a la luz¡±.
Xabier Segura, ahora en Alcover, atribuye las acusaciones a ¡°temas de relaciones personales, complicados, delicados, que hay como en todos los grupos humanos, por incomprensiones, envidias¡±.
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