Tantas pastillas perjudican seriamente su salud
Uno de cada tres mayores de 65 a?os toma m¨¢s de cinco f¨¢rmacos diarios. La mitad de ellos ingiere m¨¢s de los necesarios. Los geriatras piden m¨¢s control
1. Carmen M¨ªnguez deja de comer. Vomita. La hija, que vive con ella, se alarma ante la visi¨®n de la madre viuda de 91 a?os. Aletargada, tumbada todo el d¨ªa. Lleva un parche de opi¨¢ceos para los dolores de huesos y toma ocho pastillas diarias. Dos para el colesterol, una para la tensi¨®n, un protector de est¨®mago, un antidepresivo, una pastilla para dormir, otra tipo aspirina y un calmante. ¡°Me asust¨¦ mucho, porque a mi madre le encanta comer¡±, dice la hija, Menchu, que es m¨¦dica, ¡°as¨ª que la llev¨¦ al psiquiatra... y a?adi¨® otro antidepresivo¡±. Uno de cada tres mayores de 65 a?os toma m¨¢s de cinco medicamentos diarios. Con la edad, aparecen la hipertensi¨®n, el colesterol o la artrosis, enfermedades cr¨®nicas que rellenan los pastilleros. Quienes se encaminan a la s¨¦ptima d¨¦cada de la vida, un 18,7% de los espa?oles, consumen m¨¢s del 40% de f¨¢rmacos, seg¨²n la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC)
Varias investigaciones internacionales revelan que la mitad de los mayores toma uno o m¨¢s f¨¢rmacos que no son necesarios. Bien porque no tienen valor terap¨¦utico suficiente, ya no son apropiados para su edad (por ejemplo, conservar la pastilla para el colesterol en una persona de 80 a?os incrementa la mortalidad), o en alg¨²n momento se los recetaron y no los han abandonado. Leocadio Rodr¨ªguez Ma?as, jefe de Geriatr¨ªa del Hospital de Getafe, se top¨® en la consulta con un hombre que llevaba tres a?os tomando antibi¨®ticos. ¡°Y luego est¨¢ lo que el paciente considera que no son medicamentos, como antiinflamatorios o tranquilizantes¡±, dice.?
¡°Hay que prescribir los f¨¢rmacos que se necesiten¡±, a?ade Jos¨¦ Antonio Serra, responsable de Geriatr¨ªa del Hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid. Ram¨®n Orueta, m¨¦dico de familia, miembro del grupo de trabajo de utilizaci¨®n de f¨¢rmacos de la SemFYC, como sus colegas, habla de adecuaci¨®n terap¨¦utica. ¡°Cada especialista prescribe para la enfermedad que diagnostica¡±, dice el geriatra Serra, ¡°sin tener en cuenta que el paciente padece otras dolencias y toma f¨¢rmacos que pueden interaccionar. Y a mayor edad y m¨¢s medicaci¨®n, m¨¢s riesgo¡±.
La polimedicaci¨®n en mayores comporta riesgos bien estudiados por la ciencia: mayor probabilidad de episodios adversos (hasta un 88% de incremento del riesgo, estim¨¢ndose que una de cada 10 urgencias se debe a efectos de los medicamentos, sobre todo si se toman anticoagulantes, diur¨¦ticos, anticonvulsivos, benzodiacepinas o remedios para la diabetes), interacciones entre f¨¢rmacos, y entre estos y la enfermedad que se padece. Tomar un c¨®ctel de medicinas puede causar reducci¨®n de la capacidad para realizar las tareas diarias, incontinencia urinaria y problemas de nutrici¨®n, mayor mortalidad, delirios, mareos o ca¨ªdas, estos ¨²ltimos agrupados bajo el nombre de s¨ªndrome geri¨¢trico.
2. Carmen sigue muy abatida. No recupera el apetito. La hija le retira el parche de opi¨¢ceos y se lo sustituye por paracetamol (que ya tomaba) y nolotil.
El jefe de Farmacia del Hospital Cl¨ªnico de Madrid, Jos¨¦ Manuel Mart¨ªnez Sesmero, dice: ¡°Hay que preguntarse, ?le aporta este medicamento algo al paciente? ?le mejora la calidad de vida? ¡°Hay que valorar qu¨¦ medicinas son esenciales y cu¨¢les pueden ser retiradas por su escaso valor terap¨¦utico o porque pueden provocar nuevas dolencias. ¡°Es la cascada yatrog¨¦nica¡±, dice el geriatra Rodr¨ªguez Ma?as, ¡°se prescribe una medicaci¨®n, ¨¦sta provoca efectos secundarios y en vez de retirarla, se a?ade otro f¨¢rmaco para tratar los s¨ªntomas que da el primero¡±. Los geriatras, al igual que los m¨¦dicos de familia, recomiendan que en cada visita al doctor de cabecera se revise medicaci¨®n y nuevos s¨ªntomas. Existen herramientas que valoran la efectividad y seguridad de los f¨¢rmacos: STOPP/START, Beers, Good Geriatric-Palliative Algorithm. Siempre que se pueda, y con la complicidad del paciente, hay que quitarles pastillas.
Pero, ?se hace? ¡°Poquito. No de manera sistem¨¢tica¡±, responde Rodr¨ªguez Ma?as. La situaci¨®n de los m¨¦dicos de familia tampoco ayuda. ¡°Estamos saturados y no hay tiempo suficiente para consultas de prescripci¨®n ni para otras muchas cosas¡±, dice Miguel ?ngel Hern¨¢ndez, coordinador del grupo de trabajo de f¨¢rmacos de la SemFYC.
3. Carmen y Menchu van al centro de salud. La joven m¨¦dica que les atiende es nueva. Examina tanto a la anciana como sus an¨¢lisis cl¨ªnicos y abultada receta electr¨®nica. Comprueba que tiene la tensi¨®n baja, as¨ª que le retira la pastilla. Suprime los medicamentos contra el colesterol y un antidepresivo. Le aconseja ir a un centro de d¨ªa. Observa que tiene deficiencia de vitamina D y se la prescribe. En total, seis medicamentos.
Dos semanas m¨¢s tarde, Carmen, el pelo blanqu¨ªsimo y en pijama, se levanta a saludar ¨¢gilmente. No ha obedecido a la m¨¦dica en cuanto al centro de d¨ªa y no duerme excesivamente bien. ¡°Pero va bastante mejor¡±, dice Menchu sin que su madre, un poco sorda, la oiga.
La madre tuerce el gesto y no para de decir que esto no es vida. De todo se queja: los pol¨ªticos de derechas que salen en la tele que tiene enfrente, su cabeza, el yerno, sus hermanas muertas. La hija la ri?e: ¡°?Mam¨¢, si est¨¢s mucho mejor!¡±. ¡°S¨ª, pero...¡±.
C¨®mo averiguar qu¨¦ p¨ªldoras consume mi paciente
El envejecimiento transforma el paradigma terap¨¦utico. La fisiolog¨ªa de una persona de 40 a?os no es la misma que la de otra que le dobla la edad. La mayor¨ªa de los ensayos cl¨ªnicos de los medicamentos excluyen a mayores de 65 a?os, as¨ª que poco se sabe de c¨®mo se comportan en un cuerpo a?oso. Los geriatras recomiendan que se ajusten las dosis atendiendo ¡°a la funci¨®n renal, las variaciones de peso, las posibles interacciones¡± y tambi¨¦n la concentraci¨®n en sangre.
Cuantas m¨¢s pastillas se receten, complicando la rutina de manejar el pastillero, peor. Uno de cada tres mayores (35%) no se toma la medicaci¨®n o no como ha sido pautada. El geriatra Jos¨¦ Antonio Serra dice que la mayor parte del tiempo en la consulta lo destina a averiguar qu¨¦ consumen sus pacientes y c¨®mo. El m¨¦dico de familia Ram¨®n Orueta aplica la complicidad. ¡°Si les preguntas que si toman las pastillas bien, te responder¨¢n que s¨ª, para agradarte. As¨ª que les digo que hay gente que ha tenido problemas con la medicaci¨®n y que si a ellos tambi¨¦n les pasa¡±. Entonces cuentan la verdad. Un truco es pedirles que metan en una bolsa todas las medicinas y las lleven a la consulta.
En las personas mayores adem¨¢s de sobretratamiento, se da el mal tratamiento y el infratratamiento. Lo dice el geriatra Leocadio Rodr¨ªguez Ma?as, que encuentra habitualmente, por poner un ejemplo, pacientes deprimidos con tratamientos ineficaces. ¡°Se les prescribi¨® una dosis inicial que es solo el comienzo de la terapia y que luego hay que revisar. No se comprob¨® si los s¨ªntomas remit¨ªan. Y siguen con una pastilla que no les hace nada¡±.
Su colega Serra se topa con much¨ªsimos mayores carentes de vitamina D, fundamental para paliar la osteoporosis. Es una poblaci¨®n que est¨¢ menos expuesta al sol, imprescindible para la s¨ªntesis de esta mol¨¦cula tan necesaria para combatir las temidas fracturas y la debilidad muscular. La mitad de los mayores suele tener baja de la vitamina, algo que hay que corregir.
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