La peor pesadilla de los barrenderos
EL PA?S retrata una ciudad que gana puntos en limpieza y otra que los pierde. Los botellones, las basuras y excrementos siguen manchando el espacio com¨²n
Nada fastidia m¨¢s a peatones y a barrenderos que una acera bombardeada de excrementos de p¨¢jaro o alfombrada de heces caninas. Despu¨¦s, lo que m¨¢s salta a la vista son las pintadas, las paredes empapeladas de carteles sobrepuestos (y a veces grapados) en estratos casi arqueol¨®gicos. Y los amaneceres post botell¨®n o el paisaje apocal¨ªptico que dejan tras de s¨ª muchos mercadillos.
La encuesta que elabora la OCU cada varios a?os en la que los propios usuarios aval¨²an la limpieza de puertas afuera en 60 ciudades ha dejado ejemplos de qui¨¦n, a ojos del votante, se ha puesto manos a la obra y qui¨¦n descuida el servicio. Tras el escrutinio, la Organizaci¨®n de Consumidores tiene claro qu¨¦ es lo que m¨¢s ofende la vista y el olfato del ciudadano, pero no ha encontrado, sin embargo, una correlaci¨®n evidente entre el gasto que destina una ciudad a la limpieza ¡ªun dato objetivo¡ª y el resultado que obtiene en las encuestas.
La ubicaci¨®n geogr¨¢fica s¨ª parece importante, dado que la mayor parte de las urbes mejor valoradas son del norte, m¨¢s lluvioso. Pero hay flagrantes excepciones como A Coru?a, que acusa uno de los descensos m¨¢s pronunciados junto a Guadalajara.
Tampoco da pistas el modelo de gesti¨®n, que en la mayor parte de las ciudades se conf¨ªa a una concesionaria, porque los resultados son ¡°de toda clase¡±. En los ¡°pocos casos¡± en los que los Ayuntamientos se encargan directamente, ¡°salen peor parados¡±.
La OCU advierte de que los datos que cosecha de los Ayuntamientos son dispares y dificilmente comparables. Pero puede concluir que ¡°el presupuesto medio crece cuando se otorga a una empresa privada (64 euros) y baja cuando es responsabilidad directa del municipio (48 euros)¡±.
EL PA?S ha analizado dos ejemplos del mal y buen hacer en opini¨®n de los vecinos: por un lado Guadalajara (Castilla-La Mancha), localidad de 85.000 habitantes que se ha desplomado 17 puntos al puesto 50 de la lista, y Vigo (Galicia), con un padr¨®n de 294.000, que ocupaba el pelot¨®n de cola y ha escalado al tercer puesto, con 76 puntos. Por delante de ella y a muy corta distancia, solo est¨¢n Bilbao (77) y Oviedo (79), que corona la lista. En el otro extremo, el del abismo, Ja¨¦n, Alicante y Alcal¨¢ de Henares aparecen como las peor calificadas.
La encuesta valora a los gobernantes locales pero lo que casi nadie se plantea es la importancia de todos y cada uno de los trabajadores que recorren a pie, d¨ªa tras d¨ªa, escoba y pala en mano, las calles de una ciudad como si fueran las estancias de una casa que hay que asear. ¡°El trabajo hay que sentirlo, si no, mejor buscar otra cosa¡±, defiende un barrendero que lleva 25 a?os limpiando palmo a palmo Santiago de Compostela. En una ma?ana asegura que retira ¡°cientos de cacas de perro¡±, y que en su ciudad hay dos calles en concreto donde la gente se empecina en no recogerlas. ¡°Llevan las bolsitas, pero si ven que no los est¨¢s mirando no las usan¡±, comenta con una sonrisa.
Los excrementos, junto a ¡°las colillas y las malas hierbas¡±, por encima de las pipas y los chicles, son las grandes pesadillas de los barrenderos. Tambi¨¦n las pintadas, que deben borrar con ¡°productos espec¨ªficos¡± para cada pigmento y tipo de pared.
Pero quiz¨¢s lo que m¨¢s les duele a los que limpian son esas personas que deliberadamente ensucian bajo el argumento de que pagan impuestos. ¡°Hay gente que deja la bolsa de basura en la acera, fuera del portal¡±, por no andar hasta el contenedor. ¡°Y chavales que juegan a romper vasos y botellas de cristal¡± en vez de abandonarlas enteras tras la juerga. ¡°T¨² tienes trabajo porque yo mancho¡±, asegura este empleado que le espetan algunos vecinos a veces. Y ¨¦l calla. ¡°Nunca¡± discute.
GUADALAJARA | Cae al puesto 50 en percepci¨®n de limpieza
El reto de capturar y espantar palomas
Mar¨ªa Pilar Carreto, de 80 a?os y vecina desde hace 50 de Guadalajara, no duda ni un segundo ante la pregunta de cu¨¢l es el principal problema de limpieza en su ciudad. ¡°Las cagadas de las palomas, es una pena c¨®mo est¨¢ todo¡±, responde mientras vigila a su nieta que juega en el parque. Cuenta c¨®mo se ve obligada a sortear los negros excrementos estampados en el pavimento durante sus paseos por la avenida del Ej¨¦rcito, una de las principales arterias de esta ciudad de 85.000 habitantes. No solo eso, ¡°porque, adem¨¢s, te ponen perdida, yo he tirado ya dos trajes a los que era imposible sacarles las manchas¡±, explica. Si a ello se le suman los excrementos de perros que no recogen los due?os ¡ªhay 11.000 censados¡ª se forma el c¨®ctel perfecto que desemboca en el descontento vecinal.
La ciudad solo aprueba en poluci¨®n
P¨¦rdida de puntos. Ocho ciudades han bajado 10 puntos o m¨¢s en el espacio de una legislatura, dice la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU). Las m¨¢s perjudicadas son Guadalajara y A-Coru?a que han descendido 17 puntos.
Solo un aprobado. En la encuesta de satisfacci¨®n de los usuarios, Guadalajara solo aprueba en el apartado de contaminaci¨®n. Lo peor valorado son los excrementos de animales, seguido por el entorno de los contenedores, el estado de las calles y aceras y las zonas alejadas del centro. La limpieza de parques y jardines es de lo m¨¢s valorado, pero sin llegar al aprobado, con 48 puntos.
Gasto. Se destinan 90 euros por habitante y a?o (52 euros a limpieza y 38 a recogida de residuos).
El Ayuntamiento ha capturado miles de palomas, pero no se han controlado
Otro de los puntos calientes en limpieza de la ciudad es el barrio de La Rambla, anta?o alejado del centro pero ahora a unos 15 minutos andando del Ayuntamiento. El abandono es patente en las calles que circundan las viviendas de protecci¨®n oficial. Las pocas plantas que crecen en las jardineras lo hacen gracias a los cuidados vecinales. Araceli Adalia, propietaria de la peluquer¨ªa Ely desde hace 30 a?os, se afana delante de su establecimiento por poner algo de orden en la mara?a de plantas que crecen sin control, contenidas por un seto de ariz¨®nica seco. ¡°Estoy quitando un poco las malas hierbas, porque esto no lo cuida nadie. Mucho caso no nos han hecho nunca¡±, se queja.
El presidente de la asociaci¨®n de vecinos del barrio, Luis Miguel Yago, se?ala rincones por los que pocas veces ha pasado una barredora, excrementos de perros en jardines sin una brizna de hierba, una pista de baloncesto medio abandonada... ¡°Y ahora est¨¢ algo mejor por las elecciones. Ya pod¨ªan ser un a?o s¨ª y otro tambi¨¦n¡±, ironiza. El paisaje comienza a cambiar seg¨²n se avanza hacia la cercana avenida del Ej¨¦rcito, all¨ª las rotondas lucen con hierba y flores, las calles est¨¢n limpias, a excepci¨®n de los manchurrones negros que evidencian la presencia de las palomas, y los contenedores de residuos est¨¢n soterrados.
El vicealcalde de Guadalajara, Jaime Carnicero (PP), asegura que los malos resultados que han obtenido en el informe de la OCU son para el equipo de Gobierno ¡°un toque de atenci¨®n¡±, aunque a continuaci¨®n pone en duda su validez debido al n¨²mero de personas encuestadas, que le parece insuficiente. La OCU ha entrevistado a 5.260 vecinos de 60 ciudades. El Ayuntamiento gestiona la limpieza mediante una concesi¨®n administrativa a una empresa privada que se firm¨® en 2015 con una duraci¨®n de 15 a?os. El gasto por habitante llega a los 90 euros (52 se destinan a limpieza y 38 a la recogida de residuos).
El barrio de La Rambla es uno de los que presenta m¨¢s abandono
Carnicero reconoce el problema de la superpoblaci¨®n de palomas. Se estima que existen entre 10.000 y 15.000. ¡°Hemos utilizado diferentes medidas y hemos capturado cientos y cientos de ejemplares, ahora estamos empleando rapaces que realizan vuelos para espantarlas y unas jaulas con unos dispositivos que cuando detectan a una paloma lanzan una red que coge a 20 a la vez¡±, concreta. Tambi¨¦n han podado ¡°de una forma importante¡± los ¨¢rboles de la calle Constituci¨®n, porque ¡°era imposible aparcar el coche de c¨®mo lo dejaban¡±.
El vicealcalde defiende la gesti¨®n del equipo de Gobierno de la limpieza y remarca su apuesta por la tecnolog¨ªa. Todas las rutas de los barrenderos est¨¢n controladas por GPS, los contenedores cuentan con un dispositivo que avisa si est¨¢n llenos y tienen una aplicaci¨®n que permite enviar fotos si se detecta una incidencia.
Su entusiasmo choca con las cr¨ªticas de los grupos de la oposici¨®n. Luc¨ªa de Luz, portavoz del PSOE, asegura que el centro lo mantienen limpio, pero en cuanto te alejas, la suciedad da la cara. Para corroborar su versi¨®n, muestra la gran parcela municipal destinada a la recogida de restos de poda en Aguas Vivas, uno de los nuevos barrios por donde crece Guadalajara, situada a escasos metros de uno de los edificios de viviendas. En el recinto se amontonan restos de poda, alg¨²n contenedor, trozos de televisiones... ¡°Hay hasta uralita¡±, se?ala. ¡°Es incre¨ªble que el Ayuntamiento deje a la empresa que lleva la concesi¨®n de los jardines tener esto as¨ª. Tienes un vertedero en una zona municipal¡±, describe.
El terreno que ocupa en un pol¨ªgono la concesionaria de la limpieza, una UTE de Valoriza y Gesma, no ofrece un aspecto mejor. La valla, ca¨ªda, deja ver un marem¨¢gnum de restos de electrodom¨¦sticos, carritos y contenedores, entre otra basura. Jos¨¦ ?ngel Morales, portavoz de Ahora Guadalajara, asegura que existe ¡°una percepci¨®n generalizada de que el servicio ha empeorado¡±. En su opini¨®n, la empresa ¡°va muy justa y ahorran en lo que pueden¡±. Adem¨¢s, ¡°hay barrios que se limpian a golpe de queja al Ayuntamiento¡±.
VIGO | Escala al tercer puesto en percepci¨®n de limpieza
Polic¨ªa de paisano contra los excrementos
Hay funeral en Santa Cristina de Lavadores y, en el atrio de la parroquia de este barrio trabajador donde lo urbano y lo rural se funden, la mayor¨ªa refrenda el resultado del sondeo de la OCU. ¡°Tenemos un alcalde que es un fen¨®meno y que va a arrasar¡±, vaticina el jubilado Germ¨¢n Gonz¨¢lez. La satisfacci¨®n con la limpieza de Vigo ha seguido una l¨ªnea ascendente en paralelo a la sinton¨ªa de los ciudadanos con su gobernante, el espectacular exministro socialista Abel Caballero. En la segunda encuesta sobre la materia que hizo la OCU, del a?o 2000, la mayor urbe gallega estaba a la cola con una nota de 45, pero en 2007, curiosamente el momento en el que el regidor asi¨® con mano firme el tim¨®n del consistorio, enfil¨® una remontada constante hasta el tercer puesto del podio.
La s¨®rdida frontera con el puerto
La peor nota, excrementos. Lo que peor punt¨²an los vigueses, pero aprueban, en la encuesta de la OCU es el apartado de los excrementos (56 puntos),seguido de las pintadas (59) y la periferia (62). El gasto medio por habitante y a?o es de 71 euros.
Tierra de nadie. Uno de los grandes problemas es el eterno conflicto de competencias con el puerto, que qued¨® patente con la falta de mantenimiento del paseo mar¨ªtimo tras el accidente con 467 heridos del festival O Marisqui?o. Grandes ¨¢reas transitadas por turistas sufren un total abandono.
Puntos negros. El PP se?ala como cr¨ªticos "la plaza de A Mi?oca, la de las Palmeras, la zona de A Dobrada o el paseo del r¨ªo Lagares".
La cuesti¨®n es qu¨¦ pesa m¨¢s en el ¨¢nimo de los encuestados en esta ciudad enclavada en un paisaje paradis¨ªaco pero acostumbrada a crecer maltratada por la mano del hombre: ?la buena gesti¨®n o el amor por ese Caballero que protagoniza v¨ªdeos virales y est¨¢ en boca de todos? El alcalde no niega ninguna de las dos cosas.
Hay ciudadanos con limpieza de primera y de segunda¡±, critica la l¨ªder del PP
¡°Dos veces al a?o quedo a tomar caf¨¦ con un grupo de 150 se?oras que me dicen que todo est¨¢ muy limpio¡±, presume. Reconoce la ¡°empat¨ªa¡± que despierta en muchos, incluso bromea diciendo que lleva ¡°una media de tres¡± selfies con cada vigu¨¦s, pero a continuaci¨®n desmenuza los detalles del servicio de limpieza, en manos de FCC desde 1989, que hace que los vecinos vean ahora Vigo como una patena. Con unos 600 trabajadores, ¡°el centro se limpia tres veces al d¨ªa. Baldeamos todas las noches y en las zonas menos urbanas, cada tres d¨ªas. Las fregadoras est¨¢n trabajando continuamente¡±, afirma el pol¨ªtico.
¡°Hemos puesto en marcha este a?o 35 veh¨ªculos nuevos y 63 m¨¢quinas, todos ecol¨®gicos, el¨¦ctricos y de gas, que adem¨¢s reducen el ruido. Detr¨¢s de cada cami¨®n de la basura va otro coche que limpia a diario cada contenedor¡±, sigue desgranando. Los excrementos, como en todas partes, son uno de los residuos que m¨¢s molestan a la gente, y en esto la estrategia viguesa consiste en poner ¡°de vez en cuando¡± a polic¨ªas de paisano paseando las calles a la caza de los infractores. Son campa?as que ¡°se anuncian¡± previamente y que sirven para ir moldeando las costumbres a golpe de multas de 150,25 euros.
Nadie duda de que Vigo es una ciudad dif¨ªcil de limpiar. Aunque su poblaci¨®n residente es de 330.000 almas (m¨¢s de las empadronadas), diariamente entran a trabajar otras 100.000. La industria genera residuos, hay nueve playas con bandera azul y el frente litoral lo domina uno de los principales puertos de Europa. Seg¨²n los datos del consistorio, el ca¨®tico, laber¨ªntico y disperso Vigo rural, habitado por 70.000 personas, hace que la ciudad tenga tantos kil¨®metros de alcantarillado y de asfalto ¡°como Barcelona¡±.
¡°Para reducir las gaviotas pinchamos los huevos uno a uno¡±, dice el alcalde
As¨ª que ah¨ª los contenedores ¡°para cinco casas¡± se recogen ¡°cada cuatro d¨ªas¡±, mientras que los de las zonas semi rurales se vac¨ªan ¡°cinco veces a la semana¡± y los del Vigo urbano ¡°todos los d¨ªas, incluso el domingo¡±.
¡°Yo vivo en la zona urbana y el domingo en mi casa no recogen¡±, asegura la l¨ªder del PP local, Elena Mu?oz. ¡°Se trabaja sobre todo el centro¡±, protesta. ¡°Hay ciudadanos con limpieza de primera y de segunda¡±. ¡°Aqu¨ª tenemos los impuestos m¨¢s altos de Galicia y la tasa es desproporcionada. No est¨¢ calculada en funci¨®n de la basura que se genera: una tiendita de ropa paga lo mismo que una cafeter¨ªa¡±, lamenta. ¡°Adem¨¢s¡±, seg¨²n la concejala, ¡°hay contenedores rotos y los jardines est¨¢n descuidados. Pero ponen flores para la foto cada vez que el alcalde va a inaugurar algo y se hacen muchas campa?as publicitarias del Vigo limpo e fermoso¡±. Eso ¡°cala en la gente¡±, pero ¡°solo es la realidad de un trozo muy peque?o de la ciudad¡±, reprocha esta exconselleira de la Xunta de Feij¨®o.
Con su discurso en positivo, el alcalde prefiere alabar lo ¡°disciplinada¡± que es la gente que ¡°va con su botellita¡± a depositar el aceite usado en los puntos de recogida que han instalado. Pero la falta de civismo de algunos queda hoy, primero de mayo, patente en una larga avenida urbana, la Traves¨ªa de Vigo, donde parece que unos cuantos se han puesto de acuerdo para despejar el trastero a la vez. Cada pocos metros, aprovechando la hora de comer, empiezan a acumularse junto a los contenedores vac¨ªos muebles rotos, colchones, electrodom¨¦sticos y hasta un v¨¢ter. Para combatir esta tentaci¨®n, el Ayuntamiento prueba estos d¨ªas un sistema de ¡°puntos limpios m¨®viles¡±, 12 camiones que aparcan en los barrios para recoger los trastos.
Otra batalla se libra contra las gaviotas. ¡°Est¨¢n protegidas¡± y forman parte del ecosistema de las Islas C¨ªes. As¨ª que la estrategia de control pasa por localizar nidos y ¡°pinchar los huevos uno a uno¡± cuando las madres no est¨¢n. ¡°Si se retiran, las hembras ponen otros¡±, explica el alcalde. Desde 2010 han pinchado 5.000.
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