Hasta tres a?os de espera para poder ser madre
La apuesta de las autonom¨ªas por la reproducci¨®n asistida para atenuar la infertilidad es irregular. Catalu?a y Andaluc¨ªa tienen las peores listas de espera
¡°Llevo dos a?os en lista de espera porque la unidad cierra tres meses al a?o y la sanidad privada garantiza resultados, pero me da rabia meterme en un pr¨¦stamo para tener un hijo. Mi marido dice que paguemos¡±. El testimonio de una paciente de 35 a?os que exige anonimato y denuncia el retraso de 24 meses para someterse a la fecundaci¨®n in vitro en el Hospital Torrec¨¢rdenas de Almer¨ªa revela la impotencia ante una de las mayores listas de espera de la sanidad p¨²blica: la reproducci¨®n asistida.
El heterog¨¦neo tratamiento a la infertilidad que dan las autonom¨ªas convive con el problema de la baj¨ªsima natalidad (1,35 ni?os por mujer) y contrasta con el liderazgo mundial de Espa?a en t¨¦rminos relativos de ciclos de reproducci¨®n ¡ªtratamientos completos¡ª (175.016 en 2016), solo por detr¨¢s de Estados Unidos y Jap¨®n en n¨²meros absolutos.
Los l¨ªderes pol¨ªticos han prometido durante la campa?a electoral medidas para que la natalidad remonte y paliar el envejecimiento de la poblaci¨®n, pero una de las v¨ªas m¨¢s r¨¢pidas (y costosas) para lograrlo encuentra escollos presupuestarios y ¨¦ticos desde las Administraciones. Casi uno de cada 10 ni?os nacidos en 2016 fue concebido mediante reproducci¨®n asistida (37.503 beb¨¦s por 408.384 nacimientos), seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Fertilidad (SEF). La Organizaci¨®n Mundial de la Salud declar¨® la infertilidad como una enfermedad en 2010.
¡°Mejorar es relativamente simple, hay que dotar mejor las unidades [de reproducci¨®n asistida]. La realidad en pol¨ªtica es de meses o a?os, y ning¨²n partido se para a pensar en d¨¦cadas. O se pone mucho dinero o nos quedamos como estamos y la gente se va a la privada¡±, critica Luis Navarro, presidente de la SEF. El primer escal¨®n para tratar esta enfermedad suele ser una inseminaci¨®n artificial (unos 500 euros), a la que sucede la fecundaci¨®n in vitro (con un coste de unos 5.500 euros incluido el parto para el sistema p¨²blico, seg¨²n un estudio de la Universidad de Granada, hasta 8.000 euros a pagar por los pacientes en cl¨ªnicas privadas).
De los 307 centros, 96 son p¨²blicos [con la edad de 40 a?os como tope para un m¨¢ximo de tres ciclos por mujer] y 211 son cl¨ªnicas privadas, que en 2016 realizaron 12.939 ciclos a mujeres extranjeras, atra¨ªdas por la t¨¦cnica puntera desarrollada en Espa?a y una laxa legislaci¨®n. Los porcentajes de ¨¦xito oscilan entre el 15% de la inseminaci¨®n artificial y el 42% de la fecundaci¨®n in vitro con ¨®vulos donados.
La edad m¨¢s f¨¦rtil de una mujer es de los 18 a los 35 a?os, pero en los ¨²ltimos a?os la llegada del primer hijo se ha retrasado hasta los 32 a?os, por lo que el problema de la fertilidad se ha agudizado. Cuando una pareja o una mujer soltera reclaman un tratamiento, esos dos a?os de espera para la fecundaci¨®n in vitro, a los que a menudo se a?ade otro por las pruebas m¨¦dicas y la inseminaci¨®n artificial, son cr¨ªticos. ¡°De los 35 a los 37 a?os el deterioro es muy r¨¢pido, la curva cae en picado y se pierde tanta fertilidad como de los 20 a los 35. Con esa demora de dos a?os estamos condenando a una mujer a tener peores resultados¡±, ilustra Vicente L¨®pez, responsable hasta hace un a?o de la unidad de reproducci¨®n asistida en el Hospital Valme de Sevilla. Esta unidad es un claro ejemplo de la tijera presupuestaria: creada en 2011, hasta el verano pasado no se dot¨® de equipamiento y profesionales (bi¨®logos, embri¨®logos y ginec¨®logos), siete a?os despu¨¦s.
Que el tiempo es oro en reproducci¨®n asistida lo demuestra otro dato: el 75% de los embriones de una mujer con m¨¢s de 40 a?os son an¨®malos, seg¨²n los expertos. ¡°Existe una disociaci¨®n entre la llamada edad reproductiva biol¨®gica, de 20 a 30 a?os, y la considerada edad reproductiva social, de 30 a 40 a?os. Las mujeres no son muy conscientes del retraso de su proyecto reproductivo¡±, reflexiona Federico P¨¦rez Mil¨¢n, ginec¨®logo en el Hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid.
¡°Catalu?a, con 24 meses, es la comunidad aut¨®noma con mayor tiempo medio de espera para la fecundaci¨®n in vitro mientras que Extremadura y Navarra, con seis meses, presentan el tiempo de espera m¨¢s ajustado¡±, rezaba un informe de la SEF fechado hace dos a?os sobre el Sistema Nacional de Salud. Tras consultar a ginec¨®logos de los hospitales Sant Pau, Cl¨ªnic y Vall d'Hebron, el sindicato Metges de Catalunya estima que la lista de espera en esa regi¨®n permanece hoy en los dos a?os, extremo que la Generalitat rechaza confirmar. Tampoco la Junta de Andaluc¨ªa ha querido corroborar la cola de dos a?os que s¨ª ratifican sus ginec¨®logos.
Madrid, con una demora media de un a?o y medio, est¨¢ contratando ahora embri¨®logos y ginec¨®logos para potenciar sus unidades, y Murcia estrenar¨¢ este verano su propio laboratorio para fecundaci¨®n in vitro tras anunciarlo por primera vez hace 12 a?os.
¡°Es una barbaridad¡±
Miguel Arag¨®n coordina la unidad de reproducci¨®n asistida del Hospital Torrec¨¢rdenas de Almer¨ªa y confirma que la Junta les obliga a cerrar tres meses al a?o ¡°para atender los paritorios¡±. ¡°En biopsia testicular [una prueba inicial] tenemos pacientes con tres o cuatro a?os en lista de espera. Hay casos dram¨¢ticos, la gente se lo toma mal y ponen pocas quejas para lo que podr¨ªan poner¡±, admite. Una m¨¦dica de un hospital sevillano que reclama anonimato a?ade: ¡°La lista de espera nos parece una barbaridad, pero pol¨ªticamente los pacientes no protestan. No sabemos por qu¨¦. No se toma cartas en el asunto porque no trasciende¡±.
Los partidos pol¨ªticos repiten dos recetas: la inversi¨®n en unidades especializadas para reducir las listas de espera ¡ªmedida que a menudo las autonom¨ªas gobernadas por PP y PSOE obvian¡ª y frenar la inestabilidad del mercado laboral que trajo la crisis hace una d¨¦cada y ning¨²n Gobierno central ha atajado.
Desde el PSOE, Silvia Buabent, responsable de movimientos sociales y diversidad, afirma que ¡°tendremos que ver c¨®mo atajar las listas de espera¡±. Y admite: ¡°El mercado laboral es inestable, precario, temporal y no apoya a la mujer que decide tener hijos. Pero con 10 meses de Gobierno y 84 diputados no ha sido f¨¢cil tumbar la reforma laboral¡±. Antonio Rom¨¢n, secretario de Sanidad y Bienestar Social del PP, defiende la gesti¨®n de Mariano Rajoy: ¡°Hay que seguir invirtiendo para reducir el d¨¦ficit de profesionales, pero la reforma laboral increment¨® el empleo y aument¨® la contrataci¨®n de mujeres, reforma que no ha derogado Pedro S¨¢nchez¡±.
Sof¨ªa Casta?¨®n, secretaria de feminismos interseccional y LGTB en Podemos, denuncia ¡°la precariedad laboral que impide a las mujeres tener hijos¡± y exige eliminar la brecha salarial y garantizar el acceso a la vivienda. Mientras, Francisco Igea, exportavoz de Sanidad en el Congreso por Ciudadanos, plantea que la primera necesidad es una tasa de empleo estable con el contrato ¨²nico que propone su partido. ¡°Hay que copiar pol¨ªticas europeas como Francia, con ayudas y permisos¡±, apunta.
Tras tratar a cientos de pacientes, la doctora B¨¢rbara Romero, coordinadora del grupo de centros p¨²blicos de la SEF, concluye con un anhelo: ¡°Ellas saben que vienen tarde pero no han podido acudir antes por estudios o contratos malos. Lo principal es buscar la conciliaci¨®n familiar, hay que intentar que se queden embarazadas cuando quieren ellas, no cuando la sociedad se lo impone¡±.
?Es usted paciente o profesional de la sanidad p¨²blica? Si ha detectado deficiencias o carencias en la atenci¨®n o en el sistema, puede cont¨¢rnoslo en sanidadpublica@elpais.es
¡°Pol¨ªticas familiares estratosf¨¦ricas¡±
?Qu¨¦ soluci¨®n tiene la espiral de baja natalidad que sufre Espa?a? ¡°Solo hay que cruzar los Pirineos, donde la fecundidad deseada y la real est¨¢n m¨¢s cerca. Tanto en Francia como en el Reino Unido, las pol¨ªticas familiares, en dinero y recursos, son estratosf¨¦ricas vistas desde Espa?a¡±, responde Pau Miret, soci¨®logo investigador del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. El retraso de la edad del primer hijo (32 a?os) durante la ¨²ltima d¨¦cada es consecuencia de ¡°la espera a ver si el mercado laboral mejora¡±, eval¨²a Miret.
La ¨²ltima encuesta de fecundidad del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (la anterior data de 1999), con 17.175 personas entrevistadas, dio hace un mes claves reveladoras sobre la fecundidad tard¨ªa: un 30% de las mujeres de todas las edades alegaron razones econ¨®micas y laborales, de conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral, para retrasar su maternidad. Consecuencia: m¨¢s de la mitad de las mujeres de 45 a 49 a?os que no han tenido hijos habr¨ªan querido tenerlos.
Como segunda raz¨®n del retraso en buscar prole, para el 26% de las mujeres de 40 a 44 a?os pesa no haber tenido una relaci¨®n sentimental estable. ¡°Los hombres a¨²n no han cambiado lo suficiente para integrarse y volcarse en la crianza de los hijos en vez de en el ¨¢mbito laboral. Cuando se tiene el primer hijo, las mujeres reducen jornada laboral o salen del mercado de trabajo, mientras los hombres aumentan sus jornadas¡±, explica Miret.
Y sin embargo, las patentes dificultades econ¨®micas contrastan con el poderoso deseo de ser madre. "Hay mujeres que han requerido hasta cinco o seis tratamientos con un coste de 35.000 euros, para que veas lo intenso que es el deseo de tener hijos, vas a por ello aunque te arruines", explica Ana Saiz, presidenta de la asociaci¨®n Madres Solteras por Elecci¨®n (MSPE). El proceso exige mucho desgaste, f¨ªsico y mental, porque es necesario hormonarse y acarrea s¨ªntomas: "Te hinchas, te duelen los ovarios, tienes cambios de humor, tristeza, cansancio, apat¨ªa. Es un s¨ªndrome premenstrual a lo bestia, multiplicado por 10.000", detalla. "En la [sanidad] p¨²blica el trato es bastante fr¨ªo, eres m¨¢s cliente. En la privada hay una sensibilidad hacia el momento en que te encuentras, no he visto cari?o forzado ni paternalismo. ?Cu¨¢nto cuesta dar cari?o?", inquiere Saiz sobre esta asignatura pendiente de la sanidad p¨²blica.
Las mujeres lesbianas y solteras de Asturias y Murcia tuvieron problemas para acceder a la reproducci¨®n asistida hasta que el Gobierno central garantiz¨® el verano pasado su atenci¨®n en todo el pa¨ªs al incluir su tratamiento en la cartera del Sistema Nacional de Salud, tras haberlo excluido en 2013 la exministra popular Ana Mato.
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