El ¡®burnout¡¯ toma peso en la lista de dolencias de la OMS

El s¨ªndrome del trabajador quemado (burnout) figurar¨¢ en la pr¨®xima Clasificaci¨®n Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) como un problema asociado al empleo o al desempleo. Este trastorno, asociado al estr¨¦s cr¨®nico en el trabajo, ya estaba en la anterior edici¨®n del cat¨¢logo (de 1990), pero en un ep¨ªgrafe m¨¢s inconcreto (problemas relacionados con dificultad en el control de la vida). Los expertos apuntan a que este cambio dar¨¢ visibilidad a la dolencia y, al estar vinculado a un problema en el trabajo, tambi¨¦n facilitar¨¢ la gesti¨®n de bajas e incapacidades. La nueva clasificaci¨®n entrar¨¢ en vigor en 2022.

El s¨ªndrome de desgaste emocional, como se cita en la nueva clasificaci¨®n, est¨¢ asociado al estr¨¦s cr¨®nico en el trabajo, se caracteriza por una despersonalizaci¨®n de las tareas, un desgaste emocional y f¨ªsico, y bajo rendimiento. Los expertos estiman que el burnout afecta al 10% de los trabajadores y, en sus formas m¨¢s graves, a entre el 2% y el 5%.

¡°Cuando ves este s¨ªndrome, en t¨¦rminos cl¨ªnicos ya aparece tambi¨¦n en personas con ansiedad y depresi¨®n. Pero la diferencia es que los s¨ªntomas del burnout son de menor intensidad y se atribuyen al tema del trabajo¡±, explica el doctor Antoni Bulbena, director de docencia e investigaci¨®n del Instituto de Neuropsiquiatr¨ªa y Adicciones del Hospital del Mar. Los profesionales coinciden en que este trastorno afecta m¨¢s a trabajadores que tienen empleos relacionados con la atenci¨®n a las personas. Por ejemplo, m¨¦dicos, enfermeras, cuidadores no profesionales o funcionarios de prisiones. ¡°Es un proceso m¨¢s que una patolog¨ªa. Se da en personas muy comprometidas con su trabajo, que se implican. Es un proceso que suele tardar entre cinco y ocho a?os. Los s¨ªntomas son el desgaste emocional, el deterioro cognitivo y la indolencia y la despersonalizaci¨®n¡±, sintetiza el doctor Pedro R. Gil-Monte, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Social en la Universidad de Valencia y experto en este trastorno.

Gil-Monte aclara que lo m¨¢s com¨²n es el perfil de afectados que responden con indiferencia a su trabajo como f¨®rmula para protegerse contra el desgaste emocional. Sin embargo, apunta, ¡°algunos desarrollan un sentimiento de culpa que les lleva a implicarse m¨¢s en el trabajo y es la pescadilla que se muerde la cola. Son los que acaban con m¨¢s deterioro psicol¨®gico¡±.

Los expertos aseguran que el cambio de la OMS ayudar¨¢ a visibilizar el burnout y reducir el potencial infradiagn¨®stico que existe. ¡°Esto har¨¢ que se le haga m¨¢s caso, se atienda mejor y se preste atenci¨®n a factores psicosociales del trabajo, sostiene Antonio Cano, presidente de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Ansiedad y la Depresi¨®n.

En Espa?a, el burnout no es una enfermedad profesional, pero hay sentencias que lo reconocen como un accidente de trabajo. ¡°Queda pendiente el tema legislativo. En Espa?a hay que modificar la legislaci¨®n y que se incorpore dentro de las enfermedades profesionales¡±, apunta Jos¨¦ Navarro, del departamento de Psicologia Social de la Universidad de Barcelona. ¡°Nos facilitar¨¢ el trabajo pero no nos evitar¨¢ los juicios. Este cambio servir¨¢ para que los m¨¦dicos diagnostiquen m¨¢s¡±, concreta Marta Barrena, abogada del Colectiu Ronda.