¡°Esta penalizaci¨®n ha condenado a las pobres a la muerte¡±
El Estado nicarag¨¹ense impone la maternidad a ni?as como Susana y Luc¨ªa en un pa¨ªs donde el aborto terap¨¦utico fue penalizado en 2006
A sus 13 a?os, Luc¨ªa fue violada por el sacerdote de su parroquia. La ni?a se hab¨ªa inscrito en el coro parroquial a donde iba despu¨¦s de clases. Era finales de 2012 y la ciudad en la que habitaba ¡ªen el Pac¨ªfico de Nicaragua, la zona m¨¢s poblada del pa¨ªs¡ª estaba inmersa en festividades religiosas. El cura se gan¨® la confianza de Luc¨ªa, de familia creyente y tradicional, y comenz¨® a hacerle insinuaciones, que terminaron en abuso en la casa cural. Y ella pas¨® as¨ª a formar parte de las estad¨ªsticas de Nicaragua, donde 1.600 ni?as resultan embarazadas al a?o por violaci¨®n, seg¨²n datos del Instituto de Medicina Legal.
¡°Fueron dos a?os de abuso. Se trataba de una relaci¨®n de poder: la ni?a ten¨ªa miedo de hablar¡±, comenta Elia Palacios, de la Asociaci¨®n de Mujeres Axayacatl, organizaci¨®n local que defiende los derechos de las mujeres, ni?as y adolescentes.
La madre de Luc¨ªa sospech¨® que algo no iba bien cuando la ni?a comenz¨® a sufrir mareos y v¨®mitos. Pens¨® que se trataba de un empeoramiento de la gastritis que sufr¨ªa y la llev¨® a un hospital. Los ex¨¢menes confirmaron el embarazo. La ni?a confes¨® los abusos del cura y la madre interpuso una denuncia ante la Polic¨ªa. El ADN inculp¨® al religioso, pero pasaron seis meses antes de que el caso llegara a los juzgados. Sigue impune. La Polic¨ªa ni siquiera ha ejecutado una orden de captura.
Este es uno de los casos por los que Axayacatl demanda a Nicaragua ante la ONU. Tambi¨¦n acudir¨¢n con la historia de Susana, quien desde los siete a?os fue violada por su abuelo en el Caribe nicarag¨¹ense, una regi¨®n oprimida por la miseria, la violencia, el crimen organizado y el abandono del Estado. Susana viv¨ªa con sus abuelos. La abuela era v¨ªctima de violencia dom¨¦stica por parte de su pareja, quien adem¨¢s ten¨ªa antecedentes por homicidio. ¡°No sabemos por qu¨¦ sali¨® libre¡±, explican desde Axayacatl. Con el pretexto de que necesitaba ayuda en el campo, el abuelo de Susana decidi¨® que la ni?a lo acompa?ara a sus jornadas. Una ma?ana la amenaz¨® con el machete, le exigi¨® que se desnudara y la viol¨®. La ni?a se desmay¨®. El hombre le dijo que si comentaba algo de lo ocurrido le cortar¨ªa la cabeza y la echar¨ªa a los perros para que se la comieran. Los abusos continuaron hasta los 13 a?os, cuando Susana qued¨® embarazada. La abuela not¨® los cambios y con enga?os la llev¨® al hospital. La mujer se llen¨® de coraje y denunci¨® a su compa?ero, pero la denuncia no prosper¨®. Tuvo que refugiarse con su nieta en un albergue para mujeres maltratadas. Susana pari¨® all¨ª. Su abusador sigue libre.
En Nicaragua, las ni?as embarazadas por una violaci¨®n son obligadas a dar a luz. El aborto terap¨¦utico fue ilegalizado en 2006. Hasta entonces era permitido en caso de riesgo de la vida de la madre, violaci¨®n y malformaciones del feto incompatibles con la vida. ¡°Esta penalizaci¨®n ha condenado a las mujeres pobres a la muerte, porque ellas no tienen recursos para viajar a practicarse un aborto¡±, explica Elia Palacios.
Las mujeres de Axayacatl esperan con esperanza el resultado de la denuncia contra Nicaragua, gobernada con mano dura por Daniel Ortega, quien fue acusado de violaci¨®n en 1998 por su hijastra, Zoilam¨¦rica Ortega Murillo. ¡°Pretendemos que se sancione al Estado y que se le obligue a que d¨¦ m¨¢s seguimiento a los funcionarios que tienen la obligaci¨®n de acompa?ar a las v¨ªctimas en estos casos. Que no haya obstrucci¨®n de justicia, que no haya m¨¢s impunidad, que los agresores paguen por sus delitos y que las ni?as vivan libres y sin violencia¡±.
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