¡°?Quieres ver lo que te hacen los hombres? Te lo voy a ense?ar¡±

¡°?Quieres ver lo que te hacen los hombres? Te lo voy a ense?ar¡±. Norma ten¨ªa 12 a?os cuando su padre comenz¨® a violarla. Un a?o despu¨¦s, a los 13, qued¨® embarazada y tuvo un hijo fruto de esas violaciones incestuosas. Ahora est¨¢ en una casa de acogida en Quito. La ayudan a cuidar del ni?o para que pueda estudiar y recibe asistencia terap¨¦utica y sanitaria. Su caso es solo una muestra de los patrones hist¨®ricos, legales y sociales que han esparcido y mantenido en Ecuador la idea de que la mujer es propiedad del hombre.

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¡°Una de las cosas que nos ha espeluznado del caso de Norma es que todas las ni?as de su familia han sido v¨ªctimas de violencia sexual. El Estado conoci¨® varios de los casos y, sin embargo, fue incapaz de protegerlas¡±, reprocha Ana Vera, directora ejecutiva de la asociaci¨®n Surkuna, que ayuda a menores violentadas.

La violencia sexual era la regla en el espacio familiar de Norma. ¡°El Estado conoc¨ªa la violaci¨®n de su prima seis a?os antes y de su hermana tres a?os antes y a¨²n as¨ª dej¨® a Norma ah¨ª. La ¨²ltima mujer que registramos es su hermana menor, violada despu¨¦s de que Norma fuese sacada del hogar¡±, a?ade Vera, quien llevar¨¢ hoy el caso ante la ONU en Ginebra.

Norma comparte casa con Kati, que desde los 10 a?os fue utilizada por su familia para poder pagar deudas, completar el alquiler o hacer compras en el mercado. Ella deb¨ªa hacer favores sexuales a cambio. Lleg¨® al centro de acogida embarazada de su padre.

La directora de Surkuna y una de las abogadas de la organizaci¨®n, Mayra Tirira, resaltan que hay un problema de impunidad y de tolerancia de la violencia sexual. ¡°Si le preguntas a la gente sobre qu¨¦ har¨ªa con el agresor sexual de su hija, dice que lo mete preso o lo mata. Pero cuando le preguntas si el agresor fuese un miembro de la familia, no dice nada o se calla¡­ Hay un encubrimiento absoluto¡±.

El caso de Norma no es ¨²nico ni excepcional. En Ecuador casi 3.000 ni?as menores de 14 a?os dieron a luz cada a?o entre 2015 y 2017. Antes la cifra era superior. Estos casos son legalmente considerados como violaci¨®n. En ninguno, salvo que la v¨ªctima tenga discapacidad intelectual, est¨¢ permitido el aborto.

Cuando se ampl¨ªa el espectro a las adolescentes, las estad¨ªsticas de embarazos se multiplican hasta los 60.000 cada a?o. ¡°El 25% de ellos se dan en un contexto de estupro o de violencia sexual¡±, asegura Virginia G¨®mez de la Torre, presidenta de la Fundaci¨®n Desaf¨ªo, un referente en estos temas de protecci¨®n de los derechos sexuales. ¡°Que haya tantos casos y tanta sensaci¨®n de impunidad es porque Ecuador vive en una alta incultura de violaci¨®n¡±, explica. ¡°Est¨¢ naturalizada para la sociedad, pero para las mujeres que sufren la violencia es un atentado. No lo viven como algo normal, sino como lo que es¡±.

La Asamblea peruana estudia ampliar la despenalizaci¨®n del aborto a casos de violaci¨®n. Analiz¨® el tema en 2014, pero el expresidente Rafael Correa prohibi¨® a las legisladoras de su partido apoyarla. ¡°Amenaz¨® con renunciar si se aprobaba y con eso lanz¨® un mensaje: el aborto es ilegal¡±, recuerda la directora de la Fundaci¨®n Desaf¨ªo. Desde entonces, 380 mujeres han sido procesadas por interrumpir su embarazo.