La Fiscal¨ªa investiga el suicidio de una empleada de Iveco tras la difusi¨®n de un v¨ªdeo sexual
Las im¨¢genes, grabadas por la mujer a?os atr¨¢s, se distribuyeron por WhatsApp entre sus compa?eros
La Fiscal¨ªa ha abierto diligencias para investigar el suicidio de una mujer despu¨¦s de que se difundiera sin su autorizaci¨®n entre sus compa?eros de trabajo un v¨ªdeo de car¨¢cter sexual, grabado hace cinco a?os. V., de 32 a?os y madre de dos ni?os peque?os, era empleada en la planta de Iveco del distrito madrile?o de San Blas-Canillejas. La fiscal de sala de Criminalidad Inform¨¢tica, Elvira Tejada, ha pedido un informe a la Polic¨ªa Nacional para determinar si hay hechos que pudieran ser constitutivos de delito, seg¨²n fuentes fiscales citadas por EFE. Tambi¨¦n la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos ha iniciado actuaciones de oficio.
Seg¨²n fuentes policiales, se est¨¢n ¡°haciendo las gestiones necesarias para esclarecer lo sucedido¡±. Est¨¢n analizando el v¨ªdeo, averiguando cu¨¢ndo y c¨®mo se filtr¨®, qui¨¦n lo hizo y qui¨¦nes lo compartieron; tambi¨¦n si fue una antigua pareja de la fallecida o ella misma quien, por error, difundi¨® por primera vez esas im¨¢genes ¨ªntimas.
El suicidio se produjo el pasado s¨¢bado, despu¨¦s de que se difundiera el v¨ªdeo a trav¨¦s de mensajes privados y grupos de WhatsApp. Dos compa?eros contaron al programa Espejo P¨²blico de Antena 3 que la mujer tem¨ªa que las im¨¢genes, grabadas antes de casarse, llegaran a su marido, lo que al parecer se produjo el viernes. M¨¢s de un centenar de empleados de la f¨¢brica han realizado este martes y este mi¨¦rcoles en la puerta de la planta concentraciones de duelo. "Creo que la gente no es consciente de lo que puede llegar a desencadenar lo que para ellos pod¨ªa parecer una broma", ha comentado a EFE un trabajador. Algo en lo que coincide Andoni Anse¨¢n, el presidente de la Fundaci¨®n Espa?ola para la Prevenci¨®n del Suicidio y de la Sociedad Espa?ola de Suicidolog¨ªa: "Estamos muy lejos de ser sensibles al poder de las redes sociales, tan accesibles como peligrosas si son mal utilizadas, y no acabamos de medir la repercusi¨®n individual de estas acciones colectivas que, en muchos casos, son tambi¨¦n ilegales".
Los hechos fueron puestos en conocimiento de la direcci¨®n de la empresa el jueves pasado, que consider¨® que era un asunto personal y no de ¨¢mbito laboral, por lo que decidi¨® no tomar ninguna medida, seg¨²n Comisiones Obreras. Seg¨²n algunos medios de comunicaci¨®n, el departamento de recursos humanos inst¨® a la mujer a denunciar lo sucedido, ya que puede ser constitutivo de un delito contra la intimidad, pero ella rechaz¨® hacerlo. La empresa ha declinado hacer declaraciones sobre el suceso y no confirma ni desmiente nada.
A la reuni¨®n con la direcci¨®n de la empresa acudieron la trabajadora, operaria de la cadena de producci¨®n, dos delegados de CC OO y la responsable de igualdad en Iveco. Durante la misma se puso en conocimiento de la empresa lo que suced¨ªa, seg¨²n explica Raquel M¨¢rquez, la abogada encargada del caso desde el sindicato. ¡°El viernes fuimos a buscar a la trabajadora, que en ning¨²n momento dio su consentimiento para que ese v¨ªdeo se difundiera, pero ya se hab¨ªa marchado de su puesto debido a un ataque de ansiedad¡±. La respuesta de Iveco, cuenta M¨¢rquez, fue que se trataba de ¡°un tema personal¡±.
Accidente de trabajo
La abogada explica que Comisiones Obreras interpondr¨¢ lo antes posible una denuncia ante la Inspecci¨®n de Trabajo con el fin de que este suicidio se considere accidente de trabajo y se tomen medidas laborales y penales contra los responsables: ¡°Esto est¨¢ contemplado como acoso sexual, por lo que hay un incumplimiento de la Ley Org¨¢nica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Adem¨¢s, la empresa lo sab¨ªa y no hizo nada, ni evalu¨® el riesgo ni tom¨® medidas preventivas, as¨ª que tambi¨¦n se incumple la Ley 31/95 de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales¡±.
La secci¨®n sindical de CGT, a la que pertenec¨ªa la trabajadora, ha lamentado su muerte y ha advertido de que no har¨¢ ning¨²n tipo de declaraci¨®n por respeto y "para preservar la intimidad y privacidad hasta que las investigaciones sobre esta muerte hayan finalizado y se hayan dirimido las responsabilidades oportunas". Tambi¨¦n ha pedido en un comunicado "paciencia y prudencia" para que "no se especule con lo acontecido hasta que se aclaren todas las circunstancias".
Perspectiva legal e implicaciones sociales
En este caso, ni el autor de la difusi¨®n del v¨ªdeo ni quienes lo reenviaron podr¨¢n ser castigados por sexting (la difusi¨®n de im¨¢genes y v¨ªdeos privados sin autorizaci¨®n de la persona afectada, aunque la v¨ªctima diera en su d¨ªa su consentimiento a la grabaci¨®n), porque es necesaria una denuncia de la v¨ªctima, que en este caso no existe. Para estos hechos, explica el experto en Derecho Digital Borja Adsuara, ¡°se podr¨ªa investigar como un delito contra la integridad moral, que son perseguibles de oficio por la Fiscal¨ªa; tanto la primera difusi¨®n del v¨ªdeo, que supuestamente hizo su expareja, como las sucesivas redifusiones, por sus compa?eros de trabajo¡±. Aparte, a?ade, ¡°tambi¨¦n podr¨ªa investigarse un supuesto delito de ¡®extorsi¨®n sexual¡¯ o ¡®sextorsi¨®n¡¯ (amenazar a la v¨ªctima con difundir las im¨¢genes o v¨ªdeos sexuales, si no cede a lo que el extorsionador pretende). Y, por ¨²ltimo, ¡°la familia puede recurrir a la v¨ªa civil para defender la memoria de la fallecida y exigir una indemnizaci¨®n por los da?os y perjuicios morales causados¡±.
Apunta Adsuara que, aunque en este caso no sea posible castigar a los responsbles por este delito, es importante ¡°que la sociedad conozca qu¨¦ es el sexting y sepan que el C¨®digo Penal castiga con penas de tres meses a un a?o de c¨¢rcel o multa de seis a doce meses la difusi¨®n de im¨¢genes privadas sin autorizaci¨®n de la persona afectada¡±. Y recuerda que esto es as¨ª por una modificaci¨®n realizada en el C¨®digo Penal en 2015. Hasta entonces, solo se consideraba delito la difusi¨®n de un v¨ªdeo ¨ªntimo si se hab¨ªa tomado en un lugar privado sin autorizaci¨®n del protagonista o si las im¨¢genes hab¨ªan sido robadas.
Dice el profesor universitario que la calificaci¨®n jur¨ªdica en este caso es ¡°complicada hasta que no termine la investigaci¨®n y se sepa qu¨¦ ocurri¨® exactamente con el v¨ªdeo¡±, pero que tiene unas implicaciones que trascienden el ¨¢mbito judicial: ¡°?Qu¨¦ sociedad tenemos que para fastidiar la vida de una persona juega con la reacci¨®n asegurada y negativa de los dem¨¢s?¡±. Apunta Adsuara que esta situaci¨®n puede encajarse ¡°perfectamente¡± como violencia machista: ¡°Nuestra sociedad es heredera de una cultura judeocristiana en la que la sexualidad de las mujeres no est¨¢ bien considerada y la perspectiva social es distinta para ellas y ellos. A unas se las machaca y a otros se les jalea¡±.
Adsuara y Esperanza Torrico, profesora titular de la Universidad de Huelva, doctora en Psicolog¨ªa y experta en suicidio, coinciden recordando un refr¨¢n: ¡°Entre todos la mataron y ella sola se muri¨®¡±. Para Torrico tambi¨¦n es ¡°imprescindible y primario¡± hacer una reflexi¨®n y un an¨¢lisis de conciencia social de lo que ha ocurrido. Explica la psic¨®loga que en la mayor¨ªa de suicidios existe una base emocional previa, pero hay entre un 10% y un 15% que lo hace de forma impulsiva: ¡°En momentos como ese, las personas se ven sin ning¨²n tipo de salida, lo que llamamos visi¨®n t¨²nel, y no tienen herramientas ni recursos para solucionar el problema en cuesti¨®n. Situaciones como la que ha ocurrido en este caso son precipitantes¡±.
?Qu¨¦ sociedad tenemos que para fastidiar la vida de una persona juega con la reacci¨®n asegurada y negativa de los dem¨¢s? Borja Adsuara, experto en Derecho Digital
Para Torrico, buscar explicaci¨®n implica ¡°revictimizar a la v¨ªctima¡±: ¡°El problema no lo tiene tanto la v¨ªctima como la sociedad. Una sociedad que no ofrece apoyo sino voyeurismo, que no relativiza sino que hace m¨¢s da?o¡±. Arguye la doctora universitaria que existe un presente sociopol¨ªtico en el que una parte lucha por la liberaci¨®n real de las mujeres y el otro ataca de una forma p¨²blica y ¡°sin escr¨²pulos¡±. Esto, es, para ella, un tema absolutamente social en el que ¡°se mira de lado¡±. Y plantea una pregunta para la que dice no tener respuesta: ¡°?C¨®mo vamos a parar esto? Se necesita inversi¨®n en prevenci¨®n. Desde la escuela, ense?ar a gestionar las emociones, tolerar la frustraci¨®n y empatizar con los dem¨¢s¡±.
La violencia sexual en el d¨ªa a d¨ªa
Multitud de estudios nacionales e internacionales de Gobiernos, instituciones y organizaciones confirman desde hace tiempo la violencia sexual y el ambiente machista con el que las mujeres conviven en el d¨ªa a d¨ªa, tanto en entornos de ocio como en los laborales. El pasado 8 de marzo, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios public¨® una encuesta sobre m¨¢s de 4.000 personas que revelaba que el 50% de las trabajadoras convive a diario con situaciones sexistas, el 40% ha soportado piropos o comentarios sobre su apariencia y el 32% ha recibido comentarios ofensivos por ser mujer. Adem¨¢s, los resultados revelaron que el 86% no comunica estas situaciones y un 77% asegura que en sus centros de trabajo no existen protocolos de acoso sexual o no los conocen.
Aunque la percepci¨®n social de la violencia sexual es cada vez m¨¢s clara, seg¨²n un estudio de la Delegaci¨®n del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero de 2018, hay todav¨ªa situaciones que son difusas: "La mayor parte de la poblaci¨®n se sit¨²a en un punto intermedio entre quienes condenan totalmente las actitudes sexistas y quienes las apoyan de forma clara. Los hombres muestran una mayor tolerancia que las mujeres hacia actitudes sexistas". Seg¨²n la investigaci¨®n, en el caso de los comportamientos relativos a "compartir fotograf¨ªas o v¨ªdeos de car¨¢cter sexual a trav¨¦s de redes sociales (Facebook, WhatsApp, Instagram, etc.) sin el consentimiento de las personas que aparecen en el mismo" o a "chantajear a una mujer con difundir fotograf¨ªas o v¨ªdeos suyos?de car¨¢cter sexual", m¨¢s del 90% de los entrevistados considera que son comportamientos que, adem¨¢s de inaceptables, deben ser siempre castigados por la ley.
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