La nutria entra al centro de Madrid surcando el Manzanares

La nutria ha conseguido llegar al centro de Madrid. La especie, catalogada en esta Comunidad en peligro de extinci¨®n, ha alcanzado la capital por el cauce renaturalizado del r¨ªo Manzanares desde las zonas m¨¢s serranas. El ejemplar, un macho que puede medir casi un metro, fue sorprendido a primeros de mayo, cerca de unos juncos, por el bi¨®logo Francisco Jos¨¦ Garc¨ªa, del grupo de seguimiento de la biodiversidad de la Universidad Complutense. Santiago Soria, jefe de servicio de Biodiversidad del Ayuntamiento de Madrid, confirma que la nutria ya est¨¢ en la capital. "La hemos avistado a la altura del puente de Los Franceses y est¨¢ reconquistando un medio que era suyo", ha indicado.

El cient¨ªfico buscaba en ese momento lugares apropiados para instalar cajas para el anidamiento de murci¨¦lagos. ¡°Era un d¨ªa oscuro, medio lluvioso y fr¨ªo. Al principio pens¨¦ que se trataba de una carpa grande, pero cuando vi su forma de moverse en el agua y bucear me di cuenta de que era una nutria¡±, relata. El must¨¦lido es un magn¨ªfico nadador que se propulsa con la cola utiliz¨¢ndola de tim¨®n y con las patas traseras. ¡°Fue una sorpresa. Aunque ya hab¨ªamos detectado huellas de la especie, es muy complicado verla porque no existe todav¨ªa una colonia en esta zona y, adem¨¢s, era de d¨ªa, m¨¢s o menos las dos de la tarde, y estos animales son de costumbres nocturnas o crepusculares¡±, responde.

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El ejemplar se dirig¨ªa aguas abajo y se mov¨ªa muy r¨¢pido. Garc¨ªa se lanz¨® en su persecuci¨®n desde la orilla, pero solo le dio tiempo a ¡°tomar varias fotos y un peque?o v¨ªdeo¡± antes de que desapareciera. ¡°Cuando levant¨¦ la vista, vi que me encontraba en el Vicente Calder¨®n y pens¨¦: la nutria se ha paseado por Madrid R¨ªo¡±.

El carn¨ªvoro casi desapareci¨® de los r¨ªos y embalses de la regi¨®n hace unos 50 a?os por la alta contaminaci¨®n de las aguas, y comenz¨® una lenta recuperaci¨®n har¨¢ una d¨¦cada debido a la mejora de los cauces. La situaci¨®n lleg¨® a tal punto, que un estudio de Medio Ambiente de 1998 se?alaba que el "efecto barrera de Madrid y su periferia industrial" hacen "casi imposible" que la especie pueda volver al Manzanares. Se equivocaban. En septiembre del a?o pasado se encontr¨® un macho adulto muerto por atropello en el kil¨®metro 20 de la carretera M-608, en la desembocadura del arroyo del Recuenco con el embalse de Santillana, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Fue la prueba de que la especie continuaba su avance, pero fuera de la capital. Seg¨²n datos del Gobierno regional, en el sur se han detectado nutrias en el cauce del Taju?a y el Tajo, en el Parque del Sureste; en el norte, en la zona de El Atazar, y en el oeste de la sierra en los r¨ªos Alberche y Cofio, entre otros.

El bi¨®logo y su mujer, Yolanda Cort¨¦s de WWF, siguen a las nutrias desde hace a?os. En 2012, ya ten¨ªan localizada a la especie en el tramo alto del Manzanares, en el pantano del Pardo, al que lleg¨® por los arroyos de la sierra. Ese mismo a?o encontraron algunos excrementos del mam¨ªfero acu¨¢tico a las puertas de la capital, en el puente de Los Franceses. ¡°Llegaba alg¨²n bicho, pero no avanzaba, se iba hacia arriba, hacia el embalse del Pardo¡±. En 2017, hall¨® excrementos ya en la zona urbana, entre el puente de la Reina y el del Rey (a la altura del Palacio Real) en una escollera. Y el a?o pasado, volvi¨® a localizar huellas bajo el mismo puente ¡°cuando estaba observando a los gansos del Nilo con unos prism¨¢ticos¡±. La nutria avanzaba hacia el interior de la ciudad, pero no se dejaba ver.

La renaturalizaci¨®n del r¨ªo, con la anterior corporaci¨®n municipal y siguiendo un proyecto de Ecologistas en Acci¨®n, ha mejorado la calidad de las aguas y ha propiciado la aparici¨®n de diferentes especies. En septiembre de 2016, el Ayuntamiento levant¨® las compuertas que reten¨ªan el caudal del r¨ªo Manzanares por tramos desde 1955 con el objetivo de que los 7,5 kil¨®metros que atraviesan la ciudad recuperaran su estado natural. El nivel del agua baj¨® de 3,5 metros de profundidad a 30 cent¨ªmetros, se formaron islas de arena y la fauna y flora progresaron.

¡°Han llegado m¨¢s especies, los barbos llevan dos a?os subiendo a desovar hacia el Pardo, y esto no ocurr¨ªa desde hace 30 o 50 a?os¡±, comenta Garc¨ªa. Detr¨¢s se ha ido instalando la comunidad natural y la ¨²ltima en apuntarse a la comunidad ha sido la nutria. ¡°Es el depredador que est¨¢ en la c¨²spide, igual que el lobo o el lince. Se alimenta de cangrejos, reptiles, peces¡­¡±, explica el bi¨®logo. Junto al must¨¦lido, otros inquilinos del r¨ªo, m¨¢s f¨¢ciles de observar, dan fe de la calidad del agua: Garzas, garcetas o el mart¨ªn pescador se codean con cormoranes, gaviotas, patos y gal¨¢pagos, entre otros.

Soria explica que la renaturalizaci¨®n del r¨ªo ha propiciado que el entorno sea atractivo para el "mayor cazador" de este medio que cuenta ahora con lugares para "esconderse, guarecerse y reproducirse". Ahora hay que comprobar que su estancia no es espor¨¢dica y que se asienta.